viernes, abril 19, 2024

Barandal

•El tío de los Yunes 
•Ministro sin cartera
•Bajo perfil de Ganem

Luis Velázquez

ESCALERAS: Miguel Ángel Yunes Márquez estuvo en Tuxpan en un paso más de su jornada preelectoral para convertirse en el gobernador número 76 de Veracruz.
Tuxpan es famoso en el país, entre otras cositas, porque allí nació César «El tlacuache» Garizurieta, el célebre autor y visionario y profeta de la frase de que «vivir fuera del presupuesto es vivir en el error».
También, porque allí nació, claro, don Jesús Reyes Heroles, el último ideólogo de la revolución mexicana.
Aun cuando, claro, el peor lastre es y ha sido Alberto Silva Ramos, orgulloso de que Fidel Herrera Beltrán le apodara «El cisne» y que él mismo modificara cuando su amigo y hermano menor, Javier Duarte, lo ungiera secretario de Desarrollo Social y mudó en «El pavo real» que tal se proclamó.
En Tuxpan, la puerta de entrada al norte de Veracruz tan olvidado cada sexenio, Yunes Márquez enalteció el más alto sentido de la amistad y la fraternidad con Manuel Muñoz Ganem, a la sazón jefe de la Oficina del gobernador Miguel Ángel Yunes Márquez.
Recordó que desde su infancia viajaba con sus padres y hermanos a Tuxpan para pasar unos días y vacacionar y siempre se reunían con su tío Manuel, y con quien aun cuando nunca han existido lazos consanguíneos lo miran y sienten y tratan como un tío, quizá por aquello de que los amigos, y los tíos, se escogen en el camino de la vida a diferencia, por ejemplo, de los tíos que son impuestos, caso, diríamos, el tío Héctor Yunes Landa.
Por eso, el pre/candidato del PAN, PRD y Movimiento Ciudadanos, los tres partidos integrantes del «Frente por México» dijo que «Tuxpan le trae siempre muy gratos recuerdos», razón suficiente para querer «mucho a los tuxpeños».
Otro tuxpeño, Pepe Mancha, presidente del CDE del PAN, destapó a Yunes Márquez como «la única carta fuerte del PAN» para ganar la gubernatura.
Muñoz Gánem es el tío del dos veces presidente municipal de Boca del Río y ex diputado local y se desempeña casi casi, de hecho y derecho como un ministro sin cartera en el gabinete legal y ampliado del gobernador de dos años.

PASAMANOS: Cada candidato al trono imperial y faraónico se inmola en la plaza pública jurando y perjurando que por fin «ha sonado la hora del norte de Veracruz».
Quizá el más intenso, frenético y enjundioso fue Patricio Chirinos Calero, quien habiendo nacido en Tamuín, San Luis Potosí, quiso nacer (igual que Agustín Lara) en Veracruz y ubicó su nacimiento en Pánuco.
Pero en los seis años de su gobierno, el norte quedó igual que como lo encontró en campaña, a tal grado que años después se convirtió en la puerta de entrada de los malandros de Tamaulipas a Veracruz.
Ahora, en Tuxpan, el precandidato del «Frente por Veracruz» lanzó «espada en prenda» y dijo que el pueblo ribereño de donde Fidel Castro partió en el Gramma con sus compitas cubanos a Sierra Maestra para derrocar al dictador Fulgencio Batista, «será eje de un desarrollo regional con calidad de vida».
El concepto de geopolítica, claro, significa un montón de vertientes, vasos comunicantes entre sí, donde por un lado plantea el crecimiento económico y social para, entre otras cositas, combatir al máximo la terrible, espantosa y creciente desigualdad económica, y por el otro, alentar el nacimiento de un bello día, el día de la humanidad jarocha, el día en que cada familia usufructúe una «calidad de vida», digamos, de primera.
Una promesa más en el arcoíris electoral que se vive en cada tiempo electoral.
Pero como el sueño, la ilusión, la utopía, la esperanza ha sido planteada por Yunes Márquez ante su tío, al tío, dice el viejito del pueblo, se le respeta, y ahora, y en caso de ganar en las urnas el 1 de julio, cumple o cumple.
Y más porque luego de que Manuel Muñoz Gánem y Miguel Ángel Yunes Linares tienen más de cuarenta años de cultivar una amistad excepcional, fuera de serie, iniciada en el sexenio de Rafael Hernández Ochoa, ahora cuando el padre de «El chiquis» (como le llaman) ganó la gubernatura en el año 2016, Gánem declinó ocupar la secretaría de Finanzas y Planeación y desempeñarse en un perfil bajo y discreto, lo que expresa, además de su madurez política, su madurez moral y ética.
Y ni modo que Yunes Márquez, con un aval así, desencante y decepcione a los tuxpeños.
Y más luego del fraude llamado Alberto Silva Ramos.

CASCAJO: El viaje de Yunes Linares a la gubernatura fue largo. Se llevó, mínimo, más de veinte años, con tres derrotas soñando con la silla embrujada del palacio.
Y luego del viaje tan amplio llegó a la otra orilla con varios amigos, entre ellos, Manuel Muñoz Gánem, Enrique Pérez Rodríguez, secretario de Educación; Jaime Téllez Marié, de Seguridad Pública; Leopoldo Domínguez Armengual, de Turismo, y Mario Marín, jefe policiaco del IPAX.
También y con menos años, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, titular de Desarrollo Agropecuario, y el doctor Arturo Irán Suárez Villa, su médico de cabecera y titular de Salud.
Otros amigos quedaron en el camino porque fallecieron, entre ellos, el abogado José Luis Lagunes.
Y aun cuando otros más se incorporaron al barco se derivaría que el gobernador tiene un primero y un segundo y un tercero círculo de amigos, tal cual como suele ocurrir en la vida.
Y cada uno cumpliendo una tarea.
Muñoz Gánem, digamos, el hombre más cercano y de más confianza.
Pérez Rodríguez, ascendido de carcelero federal a ideólogo de la educación.
Téllez Marié, el político policía y/o el policía político, sin pisar, claro, los talones a Fernando Gutiérrez Barrios.
Domínguez Armengual, el notario público.
Mario Marín, el operador policiaco, el mundo que tanto le fascina.
Si Yunes Márquez ganara la gubernatura, Muñoz Gánem sería (en caso de que deseara seguir en la administración pública), además del Pepe Murat o Enrique Jackson, el vaso comunicante directo entre el hijo y el padre.

RODAPIE: En Tuxpan, el precandidato del PAN, PRD y MC dijo que «tiene experiencia, capacidad y voluntad para proyectar el gran cambio» y que a pesar «del bloqueo de los gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte, pudo impulsar la transformación del Boca del Río como un municipio modelo en su desarrollo y calidad de vida».
Ok.
Pero atrás de tales valores un hombre de la edad de Yunes Márquez, 41 años, siempre necesita de otro hombre con más fogueo en la vida, con más campos de batalla donde haya luchado, con más pruebas en la vida, de igual manera como, digamos, en la vieja cultura griega y romana en que los políticos de edad avanzada integraban, como en los pueblos indígenas, el Consejo de Ancianos para orientar y reorientar el rumbo…en caso necesario.
Una brújula, pues, como aquel amigo que vivía obsesionado con regalar brújulas a sus hijos para que nunca olvidaran el eje motor para caminar con firmeza en los cardos y las espinas.
El exalcalde de Boca del Río tiene en el tío Gánem la lámpara votiva.

POSTES: Muñoz Gánem es un tío que ya caminó mucho en la vida pública.
Incluso, dedicado por completo a la vida empresarial un día la política llamó a su puerta a través de Demetrio Ruiz Malerva, el político sacrificado en el último año del sexenio de Agustín Acosta Lagunes, 1986, y lo nombró presidente del comité municipal del PRI en Tuxpan.
Y desde entonces, actuando e interactuando en la cancha local y en el altiplano.
Y lo más importante, lejos ya de las pasiones políticas desaforadas y huracanadas cuando la mesura, la prudencia y la cordura política son los ejes de sus días y noches y que tanto se necesitan en los tiempos huracanados del ejercicio del poder.

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