domingo, mayo 19, 2024

Expediente 2015

La lámpara de Diógenes

Luis Velázquez

El señor Javier Duarte busca un presidente del CDE del PRI.

Alfredo Ferrari Saavedra, como a todos los presidentes que pasan por ahí, se ha desgastado pues, como dice un experto: el PRI se traga a los hombres.

El choque de intereses políticos, sociales y económicos en cada proceso electoral debilita por completo.

Las madrizas están a la orden del día, sin nada a cambio.

Y más porque el presidente del PRI, como de otros partidos con el Jefe Máximo en el poder, suele rozar a la mayoría que sueña con una candidatura a un cargo de elección popular.

En cada elección, en cada pueblo, las fracturas son el pan cotidiano.

Por eso, incluso, el Jefe Máximo ha ofrecido a uno que otro líder la presidencia, pero hasta donde se sabe si se sabe bien, han declinado.

Y más porque, como resulta lógico y convencional, cuando haya candidato priista a la gubernatura por lo regular el nominado suele cambiar al comité directivo.

Miguel de la Madrid Hurtado, candidato presidencial, nombró a Manuel Bartlett Díaz secretario General del CEN del PRI.

Entonces, Javier García Paniagua, a la sazón el presidente, le dijo:

“De una vez quédate con todo” y renunció.

De ser así, el señor Duarte habrá tenido en el partidazo, que por lo regular es una agencia de colocaciones del gobernador en turno, a los siguientes presidentes:

Ranulfo Márquez, Jorge Carvallo, Héctor Yunes, Érick Lagos, Érika Ayala, Elizabeth Morales y Ferrari.

Es decir, cinco presidentes, más, mucho más que sus antecesores.

Por ejemplo:

Con Fidel Herrera, lo fueron Adolfo Mota, Edel Álvarez, Ricardo Landa, Pepe Yunes y Jorge Carvallo. Cinco.

Con Miguel Alemán, Fidel Herrera, Raúl Ramos Vicarte, Carlos Brito y Adolfo Mota. Cuatro.

Con Patricio Chirinos, Guillermo Zúniga, Miguel Ángel Yunes Linares y Fortunato Guzmán. Tres.

Dante Delgado, en su cuatrienio, tuvo a Jorge Uscanga Escobar y Julio Patiño. Dos.

Fernando Gutiérrez Barrios, en los dos años, a Fernando Córdoba Lobo. Uno solo.

Agustín Acosta Lagunes, Demetrio Ruiz Malerva, Edmundo Martínez Zaleta, Ángel Leodegario Gutiérrez y Felipe Amadeo Flores Espinosa. Cuatro.

Rafael Hernández Ochoa solo tuvo uno en los seis años: Gonzalo Morgado Huesca, tiempo aquel en que fue diputado local (tres años) y diputado federal (los otros tres años).

Pero que, además, le correspondiera una gran actividad electoral, pues le tocó llevar dos elecciones de alcaldes, dos de diputados locales, dos de diputados federales, una candidatura presidencial y la candidatura a gobernador.

Tal cual, Duarte será el gobernador con mayor número de presidentes. Ocho, frente a uno de Rafael Hernández Ochoa.

El sexenio, pues, caracterizado por muchos, demasiados cambios.

Tan es así que a la fecha, en el viaje sexenal han sido despedidos y enrocados un total de 80 funcionarios.

La lámpara de Diógenes, a punto de quedarse sin batería.

EL CANDIDATO TENDRÁ PRESIDENTE A MODO

Según las versiones, el góber busca a un presidente del CDE del PRI, en tanto los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Lana apuestan a que Alfredo Ferrari siga en el cargo.

Ya se verá entonces hacia el final del día, pues con todo, Duarte todavía es gobernador y lo será de aquí al mes de noviembre del año 2016.

Claro, si el CEN del PRI ya cambió a César Camacho Quiroz por Manlio Fabio Beltrones, quizá tal lógica pudiera establecerse.

Y es que de cara al futuro inmediato, al CDE del PRI, como del resto de partidos políticos, corresponderá la elección de gobernador y de los diputados locales el año entrante.

A partir de ahí, la maquinara electoral se aceitará para la candidatura de los 212 presidentes municipales en el año 2017 y del presidente de la república y otra vez de gobernador en el año 2018.

Para entonces, Ferrari andará en otras latitudes, pero por lo pronto todo indica que desean cambiarlo.

Quizá y en la lógica de la ley de paridad, también conocida como cuota de género, si Érika Ayala y Elizabeth Morales lo fueron, también podría entrar, digamos, Corintia Cruz Oregón, reelegida ya en una ocasión como secretaria General del CDE.

Mucho, sin embargo, habrá de ver el candidato priista a la gubernatura, que necesitará a uno de los suyos en el partidazo, mínimo, en la Secretaría General, de igual manera como Miguel de la Madrid con Manuel Bartlett.

EL ÚLTIMO TRAMO PARA ORDEÑAR LA VACA JUGOSA

En el pasillo tricolor hablan de que por lo pronto, el delegado del CEN del PRI, Jesús Medellín, ya tendría relevo.

Y es que, bueno, el susodicho se ha perpetuado en el trono y el tiempo necesita actualizarse.

Pero además se da otra coyuntura: la campaña de gobernador y de diputados locales será la penúltima oportunidad para ordeñar la vaca que mucho ha de ser, pues como dice Dante Delgado Rannauro, sólo la campaña a mandatario significa una inversión de dos mil millones de pesos.

Y el diezmo de dos millones de pesos son 200 millones de pesos y el doble diezmo 400 millones.

Y como cuota de salida está súper.

Daría, mínimo, para varias residencias en el fraccionamiento Las ánimas, de Xalapa, con una Casita Blanca con dos elevadores, dos salas de cine, once baños y quince camionetas estacionadas para el servicio familiar.

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