domingo, mayo 19, 2024

Barandal

  • Candidatos bajo sospecha…
  • Buganza, Tronco y Brizuela
  • De los tres no se hace uno

Luis Velázquez

PASAMANOS: Hay al momento tres aspirantes a candidatos independientes al gobierno de Veracruz.

Gerardo Buganza Salmerón, el candidato, digamos, ciudadano del señor Javier Duarte.

Renato Tronco Gómez, el diputado local que enfrenta un trámite de desafuero del Fiscal General y que lo llevara a bloquear una carretera sureña con sus huestes.

Y el ex diputado federal y ex perredista, Elías Miguel Moreno Brizuela, autoproclamado el candidato independiente del “Movimiento de los encabronados”, encabritado, claro, él mismo, y que hace mancuerna con el ex diputado local y también experredista Enrique Romero Aquino.

Buganza anda levantando casas de campaña y desde tres meses cuando renunciara a la secretaría General de Gobierno apenas y las tiene en 4, 5 municipios.

Renato Tronco camina Veracruz, pero como un caballo fino y solitario, sin llegar, vaya, a los medios.

Y Moreno Brizuela también barbecha el sur y el viernes anterior, por ejemplo, estuvo en Poza Rica.

Se ignora si por ahora el trío tendrá, digamos, una plataforma electoral que le permita seguir explorando con racionalidad la candidatura, pero también si dispusiera de estrategias para avenirse el recurso económico necesario para una campaña, por más modesta que sea si modesto ha de ser el resultado electoral.

Por ejemplo, Dante Delgado Rannauro, el tlatoani del Movimiento Ciudadano, y de quien nadie descarta que pueda lanzarse como candidato de su partido, asegura que el costo de una campaña para gobernador es de dos mil millones de pesos.

Mil millones para gastarse por arriba de la mesa y mil millones por debajo.

Y es que, además, si el trío, digamos, de independientes, se lanza como el borras alguna penitencia estarán pagando, pues si se tiran al ruedo electoral ha de ser para ganar.

A menos que jueguen para sacar provecho del río revuelto.

BALAUSTRADAS: Del trío, solo Renato Tronco y Moreno Brizuela han rafagueado a la piñata duartista, como resulta lógico en cada proceso electoral de tirar al gobernador en turno.

Más consistente ha sido, no obstante, el precandidato de “Los encabronados”, pues en Poza Rica, ahí mismo donde en el mes de junio el señor Javier Duarte advirtiera a los reporteros que “se portaran bien, porque caerían las manzanas podridas”, aseguró que Veracruz está en quiebra financiera y en materia de seguridad pública debido a la corrupción.

Incluso, aseguró que el operativo “Blindaje norte” aplicada desde el mes de julio en el norte de Veracruz ha sido un fracaso.

Pero más todavía:

Si la Secretaría de Finanzas y Planeación ha dicho que la deuda pública asciende a 44 mil millones de pesos, y el investigador Rafael Arias dice que llega a los cien mil millones de pesos, Moreno Brizuela se ha ido mucho más allá y dice que es de 135 mil millones de pesos.

Y en el paquete incluye, entre otros rubros, la deuda a los bancos, proveedores, el Instituto de Pensiones y la Universidad Veracruzana.

Y tal cual como los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, el líder de “Los encabronados” (algo así como “Los indignados” de Europa y Estados Unidos) también proclama que ha llegado la hora de encarcelar a los funcionarios públicos corruptos y deshonestos.

Es decir, tanto los aspirantes de la oposición al trono imperial y faraónico como los aspirantes y suspirantes priistas están convergiendo en su mirada del sexenio duartista en un discurso urgido de sangre, dolor, lágrimas y cárcel.

ESCALERAS: Sabrán los expertos como el maestro Alberto J. Olvera, investigador de la Universidad Veracruzana, si Veracruz daría para tres candidatos independientes, que pudieran llegar a cuatro si al senador Héctor Yunes Landa lo dejan fuera con malas artes de la posibilidad priista.

Por ejemplo, ahora cuando el Premio Nobel de la Paz fue otorgado al Cuarteto Nacional del Diálogo (un sindicato, unos empresarios, una ONG y unos abogados) que restablecieron la paz en Túnez, el dirigente obrero, Samir Shaafi, dijo que lo importante “es tener una sociedad civil fuerte e independiente” (El País, sábado 10 de octubre, 2015).

Y, bueno, en tales circunstancias, mucho se duda que en Veracruz exista “una sociedad civil fuerte e independiente”.

En todo caso, ni una ni otra cualidad, pues apenitas existen brotes como el sarampión en el cuerpo social (los familiares de desaparecidos, los campesinos de Atzompa, los estudiantes de la facultad de Humanidades de la UV, los profes de la CNTE, etcétera) que poco significan para expulsar al PRI del palacio de gobierno de Xalapa.

Incluso, tampoco el hartazgo social posibilita un cambio, por una sencilla razón: hay inconformidad, pero al mismo tiempo, se adolece de un líder que cimbre la estructura política de norte a sur y de este a oeste.

Ni siquiera, vaya, los tres aspirantes juntos (Buganza, Tronco y Brizuela) levantarían expectativas.

Ojalá y estemos equivocados, porque hacia el final del día, y luego de 73 gobernadores oficialistas que hemos tenido, la desigualdad social, económica, educativa, de salud y de seguridad constituye el peor desafío en un Veracruz, donde el CONEVAL registra que ocupamos el segundo lugar nacional, luego del estado de México, en pobreza y en pobreza extrema, además de un millón y medio de paisanos que solo hacen una o dos comidas, y mal comidas, al día.

Suficientes razones para estar encabronado…

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