•El puño azul
•Lucha por el poder
•Fuego amigo
Por Luis Velázquez
EMBARCADERO: El primero de diciembre del año anterior, el gobernador de Veracruz dejó una imagen imborrable… Fue cuando en tres ocasiones, el mismo día, extendiera el puño, la mano cerrada con fuerza y firmeza, anunciando al mundo político y social un nuevo mundo… Mostró el puño en el Palacio Legislativo… Lo mostró en el patio del palacio de gobierno… Y lo mostró en el parque Lerdo de Xalapa… Era un puño exhibido para que, digamos, y entre otros, los duartistas y los fidelistas y los carteles y cartelitos supieran de una vez por todas que la vida pública en los próximos dos años sería, digamos, y en el mejor de los casos, apegada a la ley y a la normatividad jurídica… Dos meses y diez días después, el puño está bajo evidencia, por ejemplo, en la relación institucional entre parte del gabinete legal y ampliado, donde unos y otros andan como tirios y troyanos, disputando entre sí las parcelas del poder… Y aun cuando “la ropa sucia se lava en casa”, una vez más ha aflorado la vieja y mítica rebatinga por el espacio público, cuando, caray, de por medio existe un proyecto político de la Yunicidad que necesita la unidad “a prueba de bomba”… Nadie dudaría que se trata de un estilo personal de ejercer el poder, de igual manera que en la Fidelidad, cuando el jefe de la dependencia siempre tuvo a un contrario, a un adversario, incluso a un enemigo, como el segundo de abordo… Y bajo el lema universal de “divide y vencerás” aquel sexenio caminó “en el proceloso mar de la política” como solía afirmar Juan Maldonado Pereda, qepd, el político más culto y honesto que ha caminado en la historia local…
ROMPEOLAS: Por ejemplo, entre los trascendidos están las diferencias sustanciales, fuera de control, entre el Fiscal Jorge Winckler y la diputada local, la aguerrida y combativa Maryjose Gamboa Torales… Y las del director del Instituto de Pensiones, IPE, Hilario Barcelata, con los líderes sindicales que forman parte del Consejo de Administración… Y el bombardeo mediático de la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón, (y más ahora cuando ha anunciado que buscará, como es natural, la reelección, contemplada en la ley) sobre el pendiente de pago de los más de 2,600 millones de pesos correspondiente a los subsidios federal y estatal que le fue retenido en el sexenio anterior… Y el duelo, y a muerte según parece, entre el secretario de Educación, Enrique Pérez Rodríguez, y el Oficial Mayor, Abel Cuevas Melo, y cuyos signos fueron, entre otros, con el caso de “las minifaldas” en la burocracia femenina de la SEV y con el mando supremo ejercido por la coordinadora de delegaciones, Claudia López Benítez, sin cuyas órdenes nada se mueve en la dependencia… Y aun cuando, digamos, hay la voluntad expresa de pacificar Veracruz donde los carteles y cartelitos han sido jefes máximos durante los últimos doce años, el río de sangre y el valle de la muerte sigue imperando de norte a sur y de este a oeste… Y se debe, entre otras cositas, a que si bien el secretario de Seguridad Pública fue cambiado como resulta lógico y natural, los mandos medios y los mandos bajos y las corporaciones policías son las mismas… Y por tanto, el jefe supremo será otro, pero los operadores y ejecutores de las acciones oficiales para garantizar la seguridad en la vida y en los bienes son los mismos del sexenio anterior… Y por eso mismo podría, digamos, explicarse, en ningún momento justificarse, la interminable lista de secuestrados, desaparecidos y asesinados, y más a partir de que en el duartazgo la vida se llenó de desapariciones forzadas, en que los policías y sus jefes estaban al servicio de los malandros… Desde luego, la Yunicidad tendrá su tiempo político, pero dadas las circunstancias se antoja necesario que los soldados y marinos asumieran la titularidad de las corporaciones policiacas en el territorio jarocho, con mano firme, para que la vida cambie…
ASTILLEROS: Se entiende: se viven y padecen tiempos difíciles y peores, incluso, a partir de que el saqueo fue inverosímil y las arcas están vacías… Además de que Javier Duarte cumple 116 días “a salto de mata”… Y ni hablar, está claro, digamos, que la rectora de la UV esté en su papel de seguir reclamando el pago pendiente… Y que los ajustes en Seguridad Pública se están dando porque “apenas llegamos” y todos han de seguir teniendo paciencia concediendo tiempo al tiempo… Pero a menos que las diferencias entre el Fiscal y la diputada y el director del IPE y los dirigentes sindicales y entre los titulares de la SEV sean para “dar sabor al caldo”, caray, nada daña tanto al proyecto político que la pelea sórdida por el ejercicio del poder… Más, mucho más allá del “divide y vencerás” y que significa una fórmula infalible desde los césares romanos… Es ahí donde el manotazo con el puño ha de sentirse y expresarse hacia afuera… Y más, porque el tiempo de la Yunicidad sólo es un bienio, de los cuales han transcurrido dos meses y diez días, sin ningún resultado social concreto y específico… Pronto será carnaval y luego Semana Santa y después las campañas por las municipales, y el primer semestre se habrá ido “sin pena ni gloria”, y todavía de ñapa, con la rebatinga trascendida… Mal fario, mal karma…
