domingo, septiembre 29, 2024

Expediente 2015

Los días desventurados

Luis Velázquez

En los cuatro años con casi diez meses del duartismo hay cositas que le han pegado duro y tupido al jefe máximo del priismo.

Entre ellas, las siguientes.

Uno. El grito callejero en Xalapa y el Distrito Federal de “Duarte, asesino” para referirse a la muerte del fotógrafo Rubén Espinosa y de la activista Nadia Vera.

Tal cual, el jefe reviró en El Universal en portada, a 8 columnas, con dos planas interiores, para reiterar una y otra y otra ocasión que es inocente.

Dos. La frase bíblica de que quien gobierna está en palacio, pero quien manda en la avenida Río Pánuco, en el DF, donde el góber fogoso y gozoso tiene su despacho, dice él, de asesoría política.

Incluso, y por eso mismo, en el informe en el castillo de San Juan de Ulúa, la cárcel privada de Porfirio Díaz Mori, acuñó el siguiente palabrerío político:

“Este es un gobierno que ve hacia adelante.

Un gobierno que no está cercado por el pasado.

Un gobierno que rechaza el populismo y la demagogia’’.

Tres. El tuit de Rosa Margarita Borunda de Herrera revelando que había enviado un correo al gobernador, sin respuesta, para rescatar al equipo de basquetbol “Los Halcones” y que bastó para reaparecer en el escenario deportivo.

Todo, porque “Los Halcones” fue creado por la esposa del góber, como parte de la nostalgia de su pueblo, Chihuahua.

Cuatro. El descarrilamiento del Pacto México, a partir de la frase bíblica de Salvador Manzur, entonces titular de la SEFIPLAN: los programas sociales de la SEDESOL significan “oro molido” para ganar elecciones.

Así, Manzur fue despedido, luego de muchas vueltas, pues el compadrito querido era el favorito del góber para la sucesión; pero el CEN del PRD y PAN se impusieron en Los Pinos.

Cinco. La derrota en las urnas de Ana Guadalupe Ingram como candidata a diputada federal por el distrito de Veracruz urbano.

Tan es así que un par de funcionarios municipales del alcalde Ramón Poo Gil fueron despedidos porque, como “políticos enanos”, ellos solitos habían despeñado a Ana Guadalupe, de la que ahora, por cierto, ya nadie se acuerda.

Seis. El silencio de los senadores Pepe y Héctor Yunes ante la intervención parlamentaria de su homólogo, el panista Fernando Yunes Márquez, solicitando juicio político al góber por las irregularidades en las participaciones federales.

Incluso, dolió tanto que hasta los llamó a compartir el pan y la sal en la Casa Veracruz solo para reprochar su actitud.

Siete. El discurso reiterativo del diputado federal, Miguel Ángel Yunes Linares, en su contra en contra de todo y que lo ha llevado a concluir que de un perro feroz que era en el fidelato, un doberman, ahora es un perrito chihuahueño que grita y grita, ladra y ladra, el mismo sonsonete, la misma cantaleta, para ser tomado en cuenta.

Ocho. La derrota de Enrique Peña Nieto como candidato presidencial ante la panista Josefina Vázquez Mota en el estado de Veracruz, mientras en otras latitudes ganó y de calle.

Y más porque significó el regreso triunfal del PRI a Los Pinos, luego de doce años, la Década Perdida, de un par de panistas, Vicente Fox y Felipe Calderón, en el trono imperial y faraónico.

CUANDO EL PODER SE SUFRE…

Nueve. La salida de Fernando Chárleston junior de la secretaría de Finanzas y Planeación, cuando constituía el plan “B” para la sucesión de gobernador.

Diez. La obligada renuncia de Édgar Spinoso Carrera y Gabriel Deantes Ramos bajo sospecha de enjuagues en el manejo de los recursos federales, lo que llevó al jefe máximo a su renuncia a 8 columnas en la portada del Diario de Xalapa.

Claro, pasado el huracán los restituyó y hasta les fue mejor. El primero, diputado federal, y el segundo, secretario de Trabajo y Previsión Social.

Once. La derrota en las urnas de Elizabeth Morales García, la tía de las barbies, como candidata a diputada federal por el distrito de Xalapa.

Más porque fue rebasada por el militante de MORENA, Cuitláhuac García.

Y porque no obstante la inversión pública en su campaña ni una casilla, ni en la suya, ganó.

Doce. La denuncia penal de la Auditoría Superior de la Federación ante la procuraduría General de Justicia de la república por irregularidades millonarias en los fondos federales entregados a Veracruz, sobre todo, para educación y salud.

Trece. El descubrimiento del gran viaje de “Las maletas voladoras” de Xalapa a Toluca, transportando 25 millones de pesos, en denominaciones de 500 y mil pesos, billetes nuevecitos, amarrados por ligas, por culpa de “El chileno” Vicente Benítez, a quien le faltó malicia.

Catorce. Aun cuando en la elección del 7 de junio, el PRI duartista ganó 16 diputaciones federales, más cinco pluris, y no obstante haber derrotado en las urnas a la mayoría de candidatos panistas, en ningún momento pudo evitar que Miguel Ángel Yunes Linares fuera ungido legislador pluri, que le ha permitido una trinchera nacional para rafaguear al duartismo.

Quince. Los días turbulentos y revueltos cuando encarceló a la reportera y activista social Maryjose Gamboa en el penal de Tuxpan.

Tales son, entre otros, los episodios más desventurados en la tarea de gobernar y el ejercicio del poder del llamado sexenio próspero.

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