- Miedo a decir la verdad
- 18 reporteros ejecutados
- Muchos, ligados a narcos
Luis Velázquez
EMBARCADERO: Ante los ojos del mundo, Veracruz es “el peor rincón” del planeta para el ejercicio reporteril… Pero también, “el cementerio de migrantes más extenso y largo del país”… Y de igual manera, el segundo lugar nacional en fosas clandestinas… Y ni se diga, quizá, acaso por omisión y/o indolencia, y/o intereses, el reino de la impunidad… Pero como en el caso de los 18 reporteros y fotógrafos asesinados en los últimos cuatro años con ocho meses y doce días, el fondo de la olla es que al gabinete policiaco, de seguridad y de justicia le ha faltado probidad para, simple y llanamente, decir la verdad de los hechos y circunstancias… Incluso, y aun teniendo los expedientes en la mano, nunca, jamás, se apegaron a la verdad, por más sórdida y cruda que sea, para hablar con claridad y sin rodeos a la población… El primero, el segundo, el tercero, etcétera, crimen, empezó a suceder y no obstante, se fue dejando al silencio y lo peor, a la subjetividad, la interpretación y la comprensión de la tragedia que se miraba venir, y el gabinete policiaco apostó al silencio… Muchos meses después ahí está el resultado, de igual manera como en el caso del ene número de personas secuestradas, desaparecidas, ejecutadas y sepultadas en fosas clandestinas, y hasta con el tiro de gracia… Ahora, el destino alcanzó a la generación en el poder y revertir tal movimiento mediático, tal percepción ciudadana, tal imaginario colectivo, está en esperanto… Pero en fin, todavía quedan 14 meses con 18 días para enderezar el barco sexenal y sacudirse, ojalá se pudiera, y por Veracruz, el descrédito en que estamos atrapados, y sin salida…
BALAUSTRADAS: Y faltó decir la verdad en el caso de los trabajadores de la información asesinados por el siguiente dato: lo dice el reportero Ricardo Ravelo Galo, autor de 6 libros sobre la delincuencia organizada, varios de ellos, best sellers, la mayor parte de los reporteros asesinados han tenido relaciones peligrosas, es decir, ligas con los carteles, los señores de la droga… Unas veces, amistades riesgosas… En otras, incluso, hasta fungían como jefes de prensa de los capos, y ellos pastoreaban a sus colegas del oficio periodístico… Por ejemplo, les ofrecían desde orgías gastronómicas con mariscos y carnes y alcohol hasta el embute… Y por tanto, decidían las notas informativas a publicarse como también el enfoque, es decir, lo publicable y lo censurado… Lo peor del asunto es que tal circunstancia nunca fue desconocida ni por los colegas ni tampoco por la autoridad… Peor tantito: la fama pública, que consta en los expedientes, era que en unos casos los colegas llegaron a sentirse tan poderosos, tan invencibles, tan fregones, que un día trabajaban para un cartel y meses después para otro… Es decir, que de por medio se atravesó la traición… Y más, porque el mundo sabe que si alguna persona entra al sórdido mundo de los carteles, nunca, jamás, sale por las buenas… Hay un momento de entrada, nunca existe fecha de arrepentimiento para decir hasta aquí llegué… Así, y cuando en Veracruz la tragedia inició, y peor aún, se volvió una constante, por alguna razón inexplicable el secretario de Seguridad Pública apostó al silencio, a la evasiva, a insinuar las cosas, soslayando lo que el ex procurador de Justicia de la nación, Jesús Murillo Karam, ha definido sobre el caso de Ayotzinapa como “la verdad histórica”… Y la verdad histórica fue ocultada, cuando siempre aquí y en el otro extremo del mundo es preferible decir la verdad, conscientes y seguros de que la verdad verdad es…
ESCALERAS: Bastaría referir el último asesinato de un reportero sucedido en una cantina de Orizaba, en la madrugada lluviosa y fría, nublada quizá, asesinado cuando se echaba unos tragos con el jefe narco de la región y sicarios… Su fama pública eran las ligas con la delincuencia organizada, de la que era jefe de prensa… Y sin embargo, y aun cuando por ahí en uno que otro medio, escasos por cierto, publicaran los hechos, citaron sus malas amistades… Pero del lado del gabinete policiaco y de justicia, ni una palabra… Una vez más, la evasiva… Es decir, el medio a la verdad, ellos que han de tener como máxima la Constitución Política, que es la columna vertebral del sistema político… Ahora, se vive y padece un infierno llamado Veracruz, mirado así desde el resto de la nación y el resto del mundo… Jamás, pues, en el viaje sexenal los ex directores de Comunicación Social, María Georgina Domínguez, Alberto Silva Ramos y Juan Octavio Pavón, han cabildeado lo suficiente para que desde el gobierno de Veracruz se hable con la verdad, pues por encima de todo está Veracruz, hundido, se insiste, en el descrédito mundial… Es más, hasta se establecería la hipótesis de que el trío pudo apostar al menosprecio por la verdad… Con todo y que el director de TV Más conductor del noticiero estelar, Jorge Faibre, se cortó las venas la noche del jueves 10 de septiembre por la obligación incuestionable de los reporteros a la verdad desnuda basado en una conferencia del filósofo Fernando Fernández Savater-Martín en la ciudad de México… Incluso, hasta con una sonrisita maliciosa que se le dibujó en el labio superior, tipo Jacobo Zabludovsky en “24 horas”, el mínimo gesto significaba una editorial…