ANIMALIA

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Rodolfo y Luna

Maricarmen García Elías

En semanas pasadas se dio a conocer el caso de Rodolfo, un perro en situación de calle que fue asesinado en la vía pública por un  sujeto iracundo y de Luna una perra enterrada viva por su propia dueña el pasado 24 de diciembre. Lo que ocurrió después de estas muertes dio muestra de la sociedad compasiva hacia la que estamos transitando y la sensibilidad de las autoridades en el tema ya sea por presión social o por convicción.

Rodolfo vivía en Los Mochis, Sinaloa,  la gente lo quería, acostumbraba a estar cerca de comercios de comida donde los comensales le aventaban un taquito, los comerciantes también le guardaban las sobras del día y los vecinos refieren que el perrito era muy tranquilo, tan querido era que le habían dado un nombre Rodolfo corazón.

Un día pasó una joven por ahí a la que supuestamente Rodolfo mordió, la joven fue y le platicó a su novio por lo que este vino con machete en mano y le dio tantos machetazos al can hasta que el brazo le dolió y hasta que el animalito murió en forma por demás brutal, la gente le gritaba que lo dejara en paz pero el sujeto estaba tan encolerado que no se detuvo y la gente tan asustada que no pudo hacer nada.

El caso de Rodolfo no es único, yo misma conocí a una gatita inofensiva asesinada a golpes por un vecino por el mismo motivo que Rodolfo y que unas semanas atrás compartí en este espacio donde a pesar de que se presentó la denuncia en marzo de 2020  la Fiscalía de Veracruz no ha hecho nada, no ha llamado al violento tipo  a declarar.

Animales en situación de calle como Rodolfo abundan en todo el país, pero está demostrado científicamente y en base a los estudios hechos a perros y gatos que éstos –tengan dueño o no- no atacan por atacar a menos que estén bajo las siguientes condiciones: 1.- Que sean agredidos, 2.- Que se les invada su territorio, 3.- Que defiendan su comida y 4.- (en el caso de los animales con dueño) Que no hayan sido bien socializados de pequeños o estén sometidos a maltratos físicos en sus hogares lo que les causa un temperamento de inseguridad y permanente defensa. Fuera de estas situaciones es difícil imaginar que un animal de poco más de 6 kilos como era Rodolfo o de 2 kilos como la gatita  pudieran causar lesiones serias que pongan en peligro la vida de una persona.

Esta semana revisando redes sociales me encontré con al menos cinco casos así en Xalapa, personas que ayudan al perrito o gatito de su colonia, que le dan de comer, que se unen en grupos de vecinos para llevarlos a esterilizar, para ponerles placa, para comprarles casita y protegerlos del clima y no falta el vecino que está inconforme o que alega que va a matar al perro porque “mordió” a su niño.

Uno de estos casos  me llamó la atención y me causó impotencia, una joven y su mamá subieron el video donde se aprecia que la policía llega en dos camionetas a amedrentarlas por haber denunciado a un señor que amenazó con matar al perro de la colonia porque “mordió” a su chamaco, se infiere que ellas fueron a la FEDAYCA a denunciarlo pues el chamaco no está educado al igual que el padre en respetar a los animales (recordemos que la violencia viene en cadena por eso debe combatirse desde la infancia) y él “les echó” a la policía y lo peor la policía se presta al tipo para asustar a las mujeres, afortunadamente con las redes sociales este tipo de abusos pueden frenarse y darse a conocer, el hombre del video es un hombre que al igual que los maltratadores se muestra violento, con lenguaje vulgar, expresiones corporales corrientes y amenazas, un sociópata que debería estar vigilado.

Sin embargo y a pesar de lo desgastante que pueda ser lidiar con personas así en nuestra sociedad, yo rescataría el buen corazón de cientos de personas como estas mujeres que enfrentan a ese vecino con valentía por defender al perrito, el buen corazón de una sociedad cada vez más compasiva que alimenta a los animales en situación de calle día a día, los comerciantes que les ponen agua a los perros en la banqueta, los vecinos que se unen en causas tan nobles como el respeto a los animales.

Las mega marchas para que se hiciera justicia por Rodolfo y Luna, en sus respectivos estados fueron históricas, miles de personas, activistas y artistas salieron a manifestarse no solo en Sinaloa, en todo México, en Alemania, Francia y Estados Unidos, cansadas de la violencia hacia los animales, entendiendo que la violencia que sufre un animal y la que puede sufrir una persona por el mismo maltratador solo está separada por una línea ultra delgada. En el caso de Rodolfo luego de esta mega marcha las autoridades estatales en forma express crearon los mecanismos legaloides para aplicarle al tipo la responsabilidad penal y hacer justicia porque además había gente afuera de la casa del sujeto dispuesta a lincharlo, en el caso de Luna la denuncia ya había sido interpuesta en desde diciembre pasado pero la Fiscalía de Los Cabos  no había hecho nada, con la mega marcha que se les vino encima las autoridades de Baja California  se volvieron agiles  y detuvieron a la señora que mató a la perrita.

Una muestra de que esta causa une a  la sociedad, de que la sociedad rechaza la violencia en todas sus formas y vamos hacia una sociedad compasiva donde más temprano que tarde  las personas con pensamientos obsoletos, arcaicos o retrógrados no tendrán cabida y tendrán que sumarse a este cambio de conciencia evolucionado sí o sí y aplicar la ley a favor del respeto a  los animales.