•Flaqueza de Cuitláhuac

•Caerá Fiscal Wínckler

•Sería victoria pírrica

Luis Velázquez

02 de febrero de 2019

UNO. Flaqueza de Cuitláhuac

Luis Ángel Bravo Contreras fue elegido Fiscal en el Duartazgo por la LXIV Legislatura para un periodo de nueve años.

Pero Miguel Ángel Yunes Linares se le atravesó como gobernador panista, el primero en la historia local, y dada su fama pública de peleador callejero, conocimiento de la ley, experiencia, estrategia y mañas en un dos por tres lo estremeció.

Y Bravo Contreras renunció.

Y de ñapa, Yunes Linares lo encarceló en el penal de Pacho Viejo acusado de desaparición forzada.

Jorge Wínckler fue el ganón…pero a Wínckler se le atravesó Cuitláhuac García Jiménez, para su fortuna, con muchos resbalones y como el dinosaurio de Tito Monterroso, muchas semanas después, ahí sigue.

DOS. “Lo que el viento a Juárez”

La Cuitlamanía ha recurrido a todo para destituir a Wínckler, pero, digamos, “ha topado con pared”.

“Hueso duro de roer” diría el viejito del pueblo.

Tres meses después, la LXV Legislatura, con mayoría simple de la izquierda de Morena, PT y PES, de nada ha servido todo el aparato gubernamental para descarrilar al Fiscal.

Incluso, todavía en la semana que concluye, en la cancha política, social y mediática otros actores sociales siguieron trepados en la cresta de la ola bombardeándolo, sin ningún resultado.

El mismo día, por ejemplo, que la Cuitlamanía publicó en la Gaceta Oficial la ley AntiWinckler, una abogada feminista, Esmerada Leclut Ferreira, tronó contra el Fiscal.

TRES. Caerá “tarde o temprano”

Incómodo e indeseable para el gobernador, nadie duda de que “tarde o temprano” el Fiscal caerá.

Así sea dentro de un año, como establece, digamos, el ritual en el Tribunal Superior de Justicia y que, bueno, también podría dictaminar ahora cuando le pasen el juicio político en una semana, en un mes, en un semestre.

Pero mientras, se diría que el Fiscal, igual que el auditor general del Orfis, Organo de Fiscalización Superior, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, también está protegido por Dios.

Solo así podría, acaso, entre los pobres humanos entenderse y explicarse el fracaso de un gobernador y su secretario General de Gobierno y su mayoría simple en el Congreso para tumbar al Fiscal que llegó de Oaxaca.

CUATRO. Victoria pírrica

Caerá el Fiscal, pero al mismo tiempo, será una victoria pírrica para la Cuitlamanía, pues quedará cien por ciento desgastada.

Y desgastada por lo siguiente:

La LXIV Legislatura eligió a Bravo Contreras Fiscal por 9 años y a Yunes Linares le valió pasar encima y de forma atropellada por el Poder Legislativo y tumbar al Fiscal de Javier Duarte.

Ahora, con todo el aparato gubernamental, el primer sexenio de izquierda en Veracruz topó con pared.

Y cada día que transcurre, cada semana, cada mes el Fiscal en su palacio, con todo y que fuera sitiado por el Solecito, “crece al castigo”.

La Cuitlamanía adolece de operadores políticos. Y de políticos de hierro, firmes, inalterables, determinantes.

CINCO. Desgaste innecesario

Los expertos dicen que el Fiscal pudo caer, por ejemplo, rastreando la pista de su ambigüedad en el cargo y litigante, pues se concitó el tráfico de influencias y el conflicto de intereses.

Por un lado, era Fiscal. Y por el otro, litigaba. Y presionaba a los agentes del Ministerio Público y los jueces.

Pero, bueno, así lo quisieron y el desgaste de la figura política, social y moral del gobernador es manifiesto.

Más desgaste en la LXV Legislatura, donde nada puede esperarse de un jefe máximo de la Junta de Coordinación Política que se ganó la vida vendiendo automóviles y ahora pastorea a 49 diputados locales y de un presidente de la Mesa Directiva que antes fuera priista, panista y perredista