lunes, mayo 6, 2024

Expediente 2017

Un político peligroso

Por Luis Velázquez

Fidel Herrera Beltrán sirvió un vaso con agua al ingeniero Francisco Ávila Camberos, FAC, y luego de sentarse en el sofá en su departamento en el edificio frente al Golfo de México, en Boca del Río, le dijo:

–¿Cuánto quiere (por apoyar a Carolina Gudiño como candidata a la curul): 30 millones, 40 millones, 50 millones?

FAC, quien dejó la presidencia municipal con la fama pública de un político ferozmente honesto y trabajador, sopesó la pregunta, al borde, digamos, de la prudencia y la paciencia, que sólo un hombre alcanza la plenitud espiritual cuando domeña sus pasiones. Y contestó:

–Yo apoyo, y sin dinero de por medio, a la persona que esté para servir a Veracruz. Y no es el caso.

Fidel, con fama de un seductor de la política y de las pasiones desaforadas y reposadas, insistió:

–¿60 millones, 70 millones?

Entonces, el ingeniero, quien todavía militaba en el PAN, se puso de pie y se despidió.

Minutos después, Fidel Herrera exclamaría la siguiente frase bíblica:

“¡Este hombre es peligroso! ¡No tiene precio!”.

Tres, cuatro minutos después se le salió la siguiente enseñanza bíblica:

“¡Yo le fajé y me chingué a Buganza, si no, él sería gobernador!”.

Una Barbie que andaba por ahí quedaría sorprendida. Atónita, dijo:

“¡Desde hoy soy fans de Ávila Camberos!”.

Y es que el ingeniero, quien luego de la presidencia municipal sería diputado federal y después coordinador de Puertos y Marina Mercante, es uno de los pocos, excepcionales políticos y técnicos con una honestidad “a prueba de bomba”.

Por ejemplo, luego de los cargos públicos desempeñados y regresar a la vida privada siguió viviendo en la misma casa y él mismo maneja su automóvil y su esposa barre el frente de su casa y pasa sus días con una austeridad republicana, hasta el día de hoy en que las tribus priistas tocan a su puerta para ver si acepta la candidatura externa del PRI a la alcaldía jarocha.

CAMINA LA CANDIDATURA DE FAC

Cincuenta priistas integraron un frente común, conscientes de que son partido de oposición en Veracruz y necesitan reorganizarse para defender la casta tricolor.

Entonces, lanzaron una encuesta para evaluar tantos a los priistas que han registrado como precandidatos como a uno que otro ciudadano que ocupado y preocupado por la vida pública y el destino social figurara como candidato externo del PRI.

Y de todos, Ávila Camberos emergió invicto como puntero único y absoluto.

Uno. El ex alcalde más honesto en la historia política de Veracruz.

Segundo. El más trabajador.

Tercero. Con una excelente obra pública.

Cuarto. Indicativo y significativo, sigue viviendo en la misma casa.

Ahora falta el siguiente paso en los próximos días como es definir si acepta y por eso el mismo ingeniero cabildea, primero, con su familia, y luego evalúa y calibra posibilidades.

Entre ellas, las siguientes:

De ser así, queda prohibido comprar votos a través de láminas, despensas, gorras y camisetas. Sería una campaña electoral lo más limpia posible apostando a la respuesta social en las urnas.

Otra: en caso de aceptar, nada de presiones ni represiones para imponer funcionarios ni de elección popular (el síndico y regidores) ni de confianza (en el Ayuntamiento), pues desea gobernar con los mejores.

Hasta donde se sabe si bien se sabe, las elites priistas aceptaron en la primera y la segunda ronda.

Entonces, dieron el segundo paso.

Y el martes 7, Ávila Camberos se entrevistó en el palacio de Bucareli en la Ciudad de México con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, su antiguo compañero en el Congreso de la Unión como diputados federales en la LIX Legislatura.

Y durante sesenta minutos hablaron a solas y en corto.

Voy de candidato externo del PRI, pero…con todas las garantías para que la población electoral decida en las urnas.

La candidatura va caminando.

LA POBLACIÓN VOTARÁ POR LA PERSONA…

Según las versiones Un día en la semana que termina, Ávila Camberos recibió un telefonema. Miguel Ángel Yunes Linares estaba en el otro lado del bejuco telefónico.

El objetivo fue uno solo: ofrecerle un cargo público en el gabinete legal del gobierno de Veracruz.

Gracias, reviró el ingeniero, ex panista, dedicado a la iniciativa privada, y de paso, articulista y conductor radiofónico.

Días después, el senador Fernando Yunes Márquez, registrado como precandidato del PAN a la alcaldía jarocha, llamó al timbre de su casa y tomaron cafecito y platicaron.

El senador, igual que las sirenas a Ulises camino a Itaca, lo quiso tentar, lo tentó, insistió en la tentación, y la respuesta fue la misma.

Gracias, gracias, dijo Ávila Camberos, mostrando el más alto ejercicio de la libertad, y por supuesto, sin ceder.

Los días corren y en tanto el ex alcalde pronuncia las últimas palabras, los priistas que se registraron para la nominación (Gustavo Sousa, Fidel Murga, Oliver Olmos, Pedro Morando y Fernando Arteaga, “El güevo”) habrían ya perdido la esperanza…, que por otro lado, nunca tuvieron.

Un priista resume los hechos:

La población electoral vota por la persona, más, mucho más allá que por los partidos políticos.

Y Ávila Camberos significa una garantía fuera de serie y de duda.

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