martes, abril 23, 2024

Expediente 2015

Los muertos que vos matáis…

Luis Velázquez

Parte 3

Sobre la muerte de los reporteros y fotógrafos en Veracruz, el gobernador dijo al reportero Carlos Benavides, de El Universal:

“Hay que decir las cosas como son: son personas que están vinculadas a medios, no necesariamente tienen que haber sido periodistas; son personas que de alguna u otra manera ejercieron el periodismo en algún momento y que por ende tendrían alguna vinculación y que en el momento en que fueron asesinados tuvieron una situación que privó su vida, no colaboraban, no trabajan como periodistas o en algún medio”.

Vayamos, entonces, al paredón reporteril:

Noel López Olguín, asesinado el primero de junio, 2011, reportero en activo en Horizontes, Noticas de Acayucan y La Verdad.

Miguel Ángel López Velasco, subdirector editorial de Notiver en el momento de su crimen.

Misael López Solana, hijo de Miguel Angel López, ejecutado cuando era fotógrafo de Notiver.

Yolanda Ordaz, asesinada cuando era reportera de Notiver.

Regina Martínez, degollada cuando era corresponsal de Proceso.

Gabriel Huge, fotógrafo, asesinado cuando laboraba en Notiver.

Guillermo Luna, asesinado cuando era fotógrafo en la agencia Veracruznews.

Esteban Rodríguez, asesinado cuando era fotógrafo del Diario AZ.

Víctor Báez, asesinado cuando era editor de la sección policiaca de Milenio, de Xalapa.

Gregorio Jiménez, asesinado cuando era reportero de “El Liberal”, de Coatzacoalcos.

Moisés Sánchez Cerezo, reportero, taxista, tendero y activista social, asesinado cuando dirigía el periódico “La Unión”.

Armando Saldaña, asesinado cuando trabajaba como conductor de radio en Tierra Blanca.

Juan Mendoza, asesinado cuando dirigía el portal escribiendolaverdad.com, desde Medellín.

Rubén Espinosa, fotógrafo, asesinado cuando buscaba chamba en el DF como fotoperiodista porque se había exiliado de Veracruz por miedo a que lo asesinaran.

Juan Heriberto Santos, asesinado cuando tenía un mes desempleado por un reajuste de personal en Telever, donde trabajó durante siete años consecutivos.

Gabriel Fonseca, desaparecido, cuando era reportero policiaco del Diario de Acayucan.

Ceceilio Rodríguez, desaparecido cuando era reportero del semanario Proyectos, de Chinameca.

Y Sergio Landa Rosado, desaparecido cuando era reportero policiaco del Diario de Cardel.

Todos, pues, 18, ligados al periodismo en el momento de sus muertes.

¿De dónde, pues, deriva el gobernador, que los muertos sólo estaban vinculados a medios y/o que “no necesariamente eran periodistas”?

Sabrán Jesús de Nazareth y los asesores del señor Javier Duarte en materia de comunicación que lo mal informan, se ignora si para quedar bien con el jefe y/o porque sus neuronas hasta ahí llegan para pintarle un mundito color de rosa.

Una, en todo caso, es la realidad del gobierno de Veracruz, y otra, la realidad real.

El adagio popular lo establece con claridad: Todo es de acuerdo con el color del cristal con que se mira, título de una novela del reportero y escritor, León Roberto García, quien lo fuera en el Excélsior del siglo pasado.

“EL QUE PAGA… MANDA”

El Universal pregunta al góber los casos de los reporteros con “una relación directa entre la muerte de la persona o el periodista y su actividad profesional”.

Respuesta:

“No te lo pudiera contestar porque obedece más bien a una investigación de la Fiscalía General”.

Pero, bueno, la Fiscalía General fue creada por el góber, incluso, modificando la Constitución Política local para perfilarla por nueve años.

Más aún, en vez de que el Congreso hubiera nombrado al Fiscal, el góber lo designó.

Y por tanto, resulta inverosímil, por un lado, sembrar la duda en la primera parte de la respuesta, y luego, satanizar de la siguiente manera:

“Uno de ellos trabajaba ya como soldador en un taller mecánico. Una de ellas, se dedicaba a vender avisos de ocasión en un periódico de Veracruz”.

¡Ah!

Lástima que el góber omita los nombres del reportero que mudó en soldador de un taller mecánico y la reportera que mudó en vendedora de avisos de ocasión, pues si se revisa la lista de los muertos por más que se han rastreado las pistas de su pasado inmediato por ningún lado aparecen.

Más todavía:

En la lista de los muertos solo hay dos mujeres, a saber, Regina Martínez, corresponsal de Proceso, y Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera policiaca de Notiver.

Ahora bien, si el góber se refiere a Irasema Becerra, una de las muertas cuando levantaran al trío de fotógrafos (Gabriel Huge, Guillermo Luna y Esteban Rodríguez), se recordaría lo siguiente:

Primero, nadie la ha enlistado en los 18 reporteros y fotógrafos ejecutados.

Y segundo, en el momento de su muerte era secretaria de El Dictamen, quizá, en la sección de anuncios económicos; pero, en todo caso, secretaria asignada a tal departamento.

Tal cual, diríase que el góber sorprendió al reportero Carlos Benavides, de El Universal, a quien le faltó investigar los hechos, aun cuando, dado que la noticia fue publicada en portada a ocho columnas en la edición del 15 de septiembre, con dos planas (las 14 y la 15) en interiores, con tres fotos con Duarte en sus mejores poses en media plana, más una cuarta foto a media plana, más la foto gigantesca en portada, como todo un político galán, significa que la entrevista es pagada.

Y por tanto, el que paga manda en el contenido.

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