Luego de calificar a los migrantes mexicanos como «criminales» y «violadores», el aspirante presidencial republicano Donald Trump confía en conquistar una cantidad numerosa de votos hispanos si llega a conseguir la candidatura de su partido; sin embargo, dice no estar preocupado por la posible falta de apoyo de la comunidad hispana.
«Los hispanos me aman», afirmó Trump, y dijo a MSNBC que emplea «a miles de hispanos».
Trump aseguró que no está preocupado por la posible falta de apoyo de la comunidad hispana y sostuvo que su llamamiento a reprimir la migración ilegal no lo ha perjudicado políticamente.
El empresario se niega a suavizar su retórica sobre migración, pese a un pedido del presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, de que baje el tono de sus denuncias.
A los republicanos les fue muy mal con el voto hispano en las elecciones presidenciales del 2012 ya que el presidente Barack Obama consiguió el 70% de ese sector.
Simultáneamente mientras otros aspirantes a la presidencia se esfuerzan por recaudar fondos, Trump no se cansa de repetir que tiene dinero de sobra.
La campaña del empresario prevé revelar en las próximas horas los detalles de su fortuna personal, que él mismo calculó en 9.000 millones de dólares el mes pasado cuando anunció su campaña por la candidatura republicana.
Esa cifra, de ser precisa, hace de Trump el hombre más rico que jamás aspiró a la presidencia, al superar de lejos a magnates como Ross Perot, herederos como Steve Forbes o inversionistas financieros como Mitt Romney, el candidato republicano en 2012.
Trump valoró su marca personal y acuerdos de mercadeo en tres mil 300 millones de dólares cuando anunció su candidatura. Pero la revista Forbes la valoró en apenas 125 millones de dólares. Y eso fue antes de que las declaraciones sobre los migrantes mexicanos le costaran la pérdida de sociedades con Macy’s, Univision y otras empresas.
Las insinuaciones de que no es tan fabulosamente rico como dice enfurecen a Trump. En 2009 demandó al escritor Timothy O’Brien por difamación, porque escribió que su patrimonio neto no superaba los 150 millones de dólares.
Trump perdió el juicio y la apelación. El tribunal de apelación tomó nota de que Trump había reconocido que sus declaraciones públicas dependían en parte de su estado de ánimo.
«Mis propios sentimientos afectan la valoración de mí mismo», dijo Trump.