Google lo anunció en junio, pero es en este mes de septiembre que su medida entra en vigor oficialmente: el navegador Chrome comenzará a bloquear por defecto el contenido en Flash de las páginas web, como vídeos que se reproducen de forma automática o anuncios animados. Es un clavo más en la tumba de Flash, que lleva años agonizando pero que hoy se enfrenta a un revés casi definitivo: desaparecer del navegador que utiliza casi el 30% de usuarios. Y sí, es una gran noticia.
La batalla de media internet contra Flash no es nueva. Quizás el capítulo más memorable de los útimos años fue el protagonizado por Steve Jobs en 2010 con su reivindicativa carta contra el programa. «Los nuevos estándares creados en la era del móvil, como HTML 5, ganarán en los móviles (y también en el PC). Tal vez Adobe debería centrarse en crear buenas herramientas para HTML5 en el futuro, y menos en criticar a Apple por dejar el pasado atrás», vaticinó Jobs.
Flash solucionó en su momento una necesidad en torno al vídeo, pero hoy ya no tiene sentido. La decisión de Google es la correcta.
El tiempo le ha dado la razón… a medias. Cinco años después de esa carta, Flash sigue vivo aunque el paso que da hoy Google con Chrome puede ser el comienzo del final definitivo del programa.
Flash ya no es necesario
«Flash es como ese amigo con el que te vas de fiesta, se acaba emborranchando sin control y lo tienes que acabar mandando a casa. En su momento el programa solucionó un problema, sobre todo en torno al vídeo, pero hoy ya no tiene sentido. La decisión de Google es la correcta y creo que va a mejorar mucho la experiencia de usuario», explica Alex Martín, desarrollador web en la compañía Avature.
Por «experiencia de usuario» Martín se refiere a uno de los grandes problemas de Flash: el alto consumo que realiza de recursos del sistema, especialmente de la RAM y, por tanto, la ralentización de la navegación para el usuario. Todo va más lento. Y no solo eso: en tabletas y portátiles, la duración de la batería también se reduce considerablemente si se visitan muchas páginas intensivas en Flash.
Para evitar esto, Google ha decidido algo muy sencillo: bloquear por defecto los contenidos con Flash de las páginas, siempre y cuando no sean críticos para la misma. Por ejemplo, si se trata de una web de contenidos variados (no solo vídeo), Chrome pausará por defecto los vídeos automáticos. Si queremos verlos, tendremos que hacer clic para reproducirlos. El bloqueo hará que navegar por estas páginas sea mucho más rápido.
En el móvil Flash ha dejado de ser un problema desde hace tiempo. iOS y Android lo bloquean por defecto. En la web, de momento, no ocurre lo mismo.
En el móvil Flash ha dejado de ser un problema desde hace tiempo. iOS y Android lo bloquean por defecto y, como usuarios, ni siquiera nos hemos enterado. En la web, de momento, no ocurre lo mismo. Javier Arévalo, desarrollador de videojuegos, reconoce que también lleva años deseando la «muerte» de Flash. «La cantidad de problemas de seguridad que se han producido usando el plugin de navegador de Flash es cada vez mayor. Además, Flash es una tecnología muy cerrada. Desde la iniciativa de estandarizar HTML5, la necesidad del plugin de Flash es cada vez menor. Ahora los contenidos se pueden mostrar en webs, juegos y aplicaciones móviles usando otros sistemas», explica.
¿Un problema para anunciantes?
Google es la primera compañía que decide bloquear Flash de forma tan directa en su navegador. El pasado julio Firefox dio el mismo paso, pero solo durante un par de días. Adobe parcheó el problema de seguridad por el que había sido bloqueado y, una vez solucionado, Firefox volvió a pemitirlo. Ahora es diferente. Salvo que le digas lo contrario, Chrome bloqueará siempre por defecto contenido en Flash no crítico en la página, y eso incluye anuncios y banners. Algo que no hará mucha gracia a anunciantes y todo tipo de páginas.
Los anunciantes no deberían tener problema, es posible montar anuncios en HTML, no es necesario matar moscas a cañonazos.
Hoy en día muchas agencias digitales y marcas siguen utilizando Flash para mostrar anuncios online. Algunas cifras señalan que durante el primer trimestre del año se sirvieron 5.350 millones de anuncios online con Flash a nivel mundial, frente a 4.250 con HTML5. Con Chrome, buena parte de esos 5.350 millones de anuncios serán «invisibles». El problema: si los usuarios no ven los anuncios, los anunciantes no ponen dinero sobre la mesa. Internet dejaría de ser un buen escaparate, un buen negocio. Algo que, por otra parte, ya ocurre porque cada vez más usuarios utilizan bloqueadores de anuncios online.
Según Alex Martín, la decisión de Chrome no debería perjudicar a los anunciantes ni a las páginas web. «Pueden serguir anunciándose, solo tienen que utilizar otras tecnologías menos invasivas. Es posible montar sin problema anuncios en HTML, no es necesario matar moscas a cañonazos».
¿Desinstalar o seguir utilizando?
Llegados a este punto, los usuarios tenemos dos opciones. Bueno, tres, pero una no cuenta: seguir utilizando Flash. Lo ideal es o desinstalarlo o pasarse a Chrome (si aún no lo utilizas) para que, al menos, el navegador lo bloquee de forma preventiva. Si prefieres optar por lo primero, por desinstalar, es sencillo. En Windows tendrás que ir a la zona de Desinstalar Programa y eliminar para siempre Adobe Flash Player. En OSX, puedes utilizar este deinstalador oficial.
Además, tendrás que borrar los plugins del navegador que utlices. En Chrome, tendrás que teclear chrome://plugins/ en la barra de direcciones e inhabilitar la opción de Adobe Flash Player. En Firefox, tendrás que ir al menú de plugins de la pestaña Add-ons y desactivarlo. Y en Internet Explorer tendrás que ir a la opción de ajustes, luego a administrar complementos > mostrar todos los complementos > deshabilitar. Y adiós a Flash. Para siempre.
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