- Los gobernadores y su lugar de nacimiento
- La mayoría nació en el centro de Veracruz
- El norte siempre ha estado olvidado…
Luis Velázquez
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De Fernando López Arias, 1962/1968, a la fecha, hemos tenido en Veracruz un par de gobernadores originarios del sur, dos del norte, 3 del centro (considerando Xalapa y el puerto jarocho) y otros 3 del este, ubicando a la región Córdoba-Orizaba.
Por ejemplo:
López Arias y Miguel Alemán Velasco nacieron en el sur de Veracruz. El primero en Jáltipan y el segundo en Sayula de Alemán.
Rafael Hernández Ochoa y Patricio Chirinos Calero, en el norte de la entidad. El primero, en Vega de Alatorre, y el segundo en Pánuco, aun cuando también tiene otra acta de nacimiento en Tamuín, San Luis Potosí.
Rafael Murillo Vidal, Dante Delgado Rannauro y Javier Duarte nacieron en Córdoba, aun cuando el último también tiene otra acta de nacimiento en el puerto jarocho.
En tanto, el nacimiento de Fernando Gutiérrez Barrios, Agustín Acosta Lagunes y Fidel Herrera se ubica en la región centro, que va de la Cuenca del Papaloapan al puerto jarocho y Xalapa.
Tal cual, diríase que hay demarcaciones olvidadas de la mano de Dios y de las elites políticas, pues nunca, jamás, ha existido un gobernador en el segundo tramo del siglo XX a la fecha, digamos, y por ejemplo, nacido en la sierra de Zongolica y/o en la montaña de Huayacocotla y Chicontepec y/o en el Valle de Uxpanapa.
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Incluso, en la contienda interna de los partidos políticos la tendencia geográfica que ha caracterizado a los gobernadores anteriores sigue reproduciéndose.
Pepe Yunes, por ejemplo, nació en Perote, en tanto Héctor Yunes Landa en Paso del Macho y Miguel Ángel Yunes Linares en Soledad de Doblado.
El panista Juan Bueno Torio nacido en Córdoba, igual que Gerardo Buganza Salmerón, el candidato independiente del señor Javier Duarte.
Renato Tronco, que se ha lanzado como independiente, nacido en el sur de Veracruz, en Las Choapas, de donde fue presidente municipal y es diputado local.
Tomás Ruiz González, quien también ha levantado la mano, nacido en Coatzacoalcos, en tanto Érick Lagos, destapado por el diputado Juan Cruz Elvira, nacido en Isla, hacia el sur del territorio jarocho.
Si la lista se amplía mientras la moneda continúe en el aire, Jorge Carvallo Delfín, nacido en el estado de México; pero como es hijo de madre y padre nacidos en Veracruz, la Constitución Política lo vuelve candidateable.
Adolfo Mota nació en Coatepec y Alberto Silva en Tuxpan.
Las ciudades urbanas de Veracruz siguen reproduciéndose como la tierra pródiga de políticos con vocación, digamos, de Estado.
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En el juego de tales barajitas siempre ha existido un lamento en el norte de Veracruz.
Todos los gobernadores olvidan en los hechos y los resultados aquella porción geográfica, no obstante que, por ejemplo, cada candidato suele rasgarse las vestiduras, asegurando que “ha sonado la hora del norte de Veracruz”.
Ni siquiera, vaya, con Patricio Chirinos, que deseó haber nacido en Pánuco, miró en su sexenio hacia aquellas latitudes, aunque, bueno, tampoco a otras latitudes, porque la mayor parte del tiempo la pasó en Los Pinos con su amigo Carlos Salinas, de quien era asesor económico.
Incluso, ahora con el señor Javier Duarte el norte sigue igual de olvidado, como queda testimoniado con la primera y única piedra que puso de la autopista de Tuxpan a Tampico Alto, que nunca fue construida ni será, quedando como un anuncio mesiánico y populista.
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Así como está el mosaico de posibilidades electorales para los candidatos partidistas al trono imperial y faraónico de Veracruz, una vez más la tendencia histórica se arraigará, excluyendo a grandes regiones cuyos hijos ilustres pudieran llegar a la silla embrujada de palacio.
Incluso, el mismo esquema suele repetirse con el gabinete legal y ampliado del gobernador en turno, dando pie a la insólita marginación social, económica, educativa, de salud y de seguridad.
La llamada geopolítica en toda su expresión, como aquel fenómeno de que hacia el lado norte del mundo están los países industrializados y hacia el lado sur los más jodidos y miserables.