Expediente 2015

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Económico, el pendiente de Veracruz

Luis Velázquez

Si en la transición de Agustín Acosta Lagunes a Fernando Gutiérrez Barrios, el gran pendiente social de Veracruz era la inseguridad, ahora, además del Veracruz turbulento y revolcado que se vive y padece, el problema número es el económico.

Nadie como el senador Pepe Yunes lo ha englobado con la siguiente frase bíblica:

“Desorden administrativo, colapso financiero y corrupción política”.

Miles de ancianos, 40 mil, esperando desde hace diez meses el pago de un apoyo mensual de 833 pesos para sus alimentos, el pago de la consulta médica y la compra de las medicinas.

Miles de pensionados del IPE rogando a Dios cada mes que su cheque tenga fondos.

Cientos de deportistas, 400, muchos discapacitados, esperando desde hace siete meses el pago de su ayuda mensual de 500 pesos.

Dueños de constructoras a quienes de plano les han planteado un trueque: terrenos y lotes por la deuda.

Decenas de magnates periodísticos esperando el pago de dos mil millones de pesos.

3 créditos millonarios solicitados por el gobierno de Veracru,z sin que nadie conozca el destino social.

Deuda de 1,650 millones de pesos a la Universidad Veracruzana, más 400 millones a la UPAV, Universidad Popular Autónoma de Veracruz.

El lodazal denunciado por la Auditoría Superior de la Federación que la llevó a una denuncia penal en la Procuraduría General de la República y a la Secretaría de la Función Pública.

Cero obra pública trascendental de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.

Etcétera.

Así, el problema número uno de Veracruz es el económico, sin omitir que la inseguridad ha sembrado el miedo y el terror y el temor y la zozobra en cada familia y en cada corazón ciudadano.

Por tanto, si el gran pendiente es el económico, entonces, el sucesor del gobernador ha de ser un político con experiencia y capacidad y relaciones económicas que le permitan sacar al buey de la barranca.

Y, en todo caso, si la inseguridad y la impunidad se han hermanado en Veracruz para crear la extraña y rara atmósfera de incertidumbre, entonces, que el nuevo gobernador entregue la secretaría de Seguridad Pública a la secretaría de la Defensa Nacional, para en todo caso, y de ser necesario, militarizar la tierra jarocha… a cambio de que una vez más se viva con tranquilidad.

EL CANDIDATO IDEAL

En el carril político para la sucesión hay demasiadas figuras, entre ellos, Gerardo Buganza Salmerón, Renato Tronco Gómez, Tomás Ruiz González y Érick Lagos.

También, Miguel Ángel Yunes Linares, Juan Bueno Torio, Dante Delgado Rannauro y Rocío Nahle, por MORENA.

De igual manera, los senadores Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla.

Y de todos ellos, el político ideal para resolver la gran coyuntura económica de Veracruz es Pepe Yunes.

Uno. Es licenciado en Administración de Empresas por el ITAM, Instituto Tecnológico Autónomo de México, y tiene la maestría en Administración Pública por la Universidad de Columbia, Estados Unidos.

Dos. Senador de la república, es presidente de la Comisión de Hacienda.

Tres. Es condiscípulo y amigo, con derecho de picaporte, del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso.

Cuatro. Por eso mismo, es el único legislador de Veracruz que ha cabildeado recursos federales, fresquecitos, para los presidentes municipales y productores en estas horas con vientos desfavorables para las finanzas públicas.

Así, al momento, ha bajado más de tres mil millones de pesos que han sido entregados en forma directa, sin intermediarios, por la Secretaría de Hacienda a los beneficiados.

Cinco. Como presidente municipal de Perote fortaleció las finanzas públicas con gran obra de infraestructura, sin robarse un solo centavo.

Seis. Tampoco como diputado local y diputado federal en dos ocasiones y como presidente del CDE del PRI traficó influencias con sentido patrimonialista ni favoreció a las barbies con privilegios y canonjías ni desvió dinero para cuestiones lícitas ni ilícitas. Su honestidad está a prueba de bomba.

Pero sobre todo, si el problema central de Veracruz es económico, nadie construido a imagen y semejanza para asumir el timón como gobernador de Veracruz.

No obstante, la realidad es avasallante como dijera Juan Maldonado Pereda, QEPD, de que en política nunca llega el más capaz, sino el que más conviene.

NADIE PIERDE, TODOS GANAN

Pero, bueno, si en política llega el que más conviene, entonces, habría de sopesarse tal ángulo.

Si en política llega el que más conviene, mientras Héctor Yunes, por ejemplo, conviene al proyecto político de Manlio Fabio Beltrones, Pepe Yunes conviene al proyecto político de Luis Videgaray Caso, ambos presidenciables.

Pero mientras Héctor Yunes conviene al proyecto de Beltrones, que ahí llega y queda, Pepe conviene al proyecto de Videgaray que llega a Enrique Peña Nieto.

Así, de Los Pinos emanará el humo blanco con el nombre del candidato priista a gobernador, y será en el altiplano, por tanto, donde habrá de darse la gran pelea por la sucesión en Veracruz.

Pero si la decisión es sabia y prudente, considerando la realidad económica y social de los 8 millones de habitantes de la tierra jarocha, entonces, y de entrada, el político ideal es Pepe Yunes para la candidatura de dos años, tiempo en que sanearía las finanzas públicas y prepararía el camino para que Héctor Yunes fuera gobernador de seis años.

Así, nadie perdería y todos ganarían.