El Mercedes-AMG GT Roadster es un deportivo descapotable, biplaza, con un motor de ocho cilindros en uve de gasolina colocado en posición delantera-central, con cambio automático y tracción trasera. Hay tres versiones: GT de 476 CV, GT S de 522 y GT C de 557 CV (hasta mayo de 2018, la versión S no estaba disponible en esta variante descapotable). He probado el GT C y me ha parecido que su conducción al límite es más difícil que la de un Audi R8 Spyder y un Porsche 911 Turbo, pero también más excitante por la facilidad que da para hacer que el eje trasero de ruedas deslice y por la progresividad con la que reacciona en esas circunstancias. El motor acelera con mucha fuerza a cualquier régimen y los frenos tienen buena potencia.
El GT C, además de ser más potente que el GT y el GT S, tiene una carrocería más ancha, un ancho de vías mayor, un eje trasero direccional, unos amortiguadores de firmeza variable, unos frenos más grandes, un sistema de escape más ruidoso y un diferencial trasero controlado electrónicamente (también en el GT S; en el GT es mecánico). La caja de cambios es siempre de doble embrague y siete relaciones y la tracción en las ruedas traseras. No hay planes para que haya versiones de tracción total.

En el GT Roadster es posible elegir entre tres modos de conducción —C (Comfort), S (Sport) y S+ (Sport Plus)—, más uno adicional llamado I (Individual) que el conductor puede configurar a su gusto. En los GT S y GT C Roadster hay un modo más, llamado RACE. La selección de uno u otro se hace con un mando giratorio que hay en la consola (imagen). Los GT S y GT C Roadster, al tener amortiguadores de dureza variable (AMG RIDE CONTROL), permiten elegir entre tres niveles de firmeza —Comfort, Sport y Sport+; imagen del botón— con independencia del modo de conducción elegido.
La capota tiene un mecanismo eléctrico que la quita y la pone en 11 segundos, una operación que se puede realizar con el vehículo en movimiento, siempre que circule a velocidades de hasta 60 km/h. La parte textil de la capota está compuesta por tres capas de lona y se puede elegir en tres colores: negro (imagen), rojo (imagen) y beis. Para suplir la falta de rigidez causada por la eliminación del techo, Mercedes-AMG ha reforzado algunas partes de la estructura. Como resultado, el peso total del GT, el GT S y del GT C es 55 kg en los dos primeros y 35 kg mayor que el de sus homólogos con carrocería cupé.

El habitáculo es idéntico al del AMG GT Coupé (impresiones del interior de este modelo). Es amplio en todas las cotas, en especial en anchura. El espacio para la cabeza también es bueno y personas de en torno a 1,90 metros de estatura se pueden sentar sin rozar con el techo. El maletero es pequeño, 165 litros (imagen), aunque es más grande que el del R8 Spyder y el 911 Turbo Cabrio, que tienen 110 y 115 litros respectivamente. El volumen del maletero es el mismo con independencia de la capota. La visibilidad de la carretera desde el puesto del conductor es mala, peor que la de las dos alternativas citadas.
