Barandal

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•Yunicidad, torre de Babel

•Por un lado, choques frontales

•Y por el otro, salvar el pellejo

Por Luis Velázquez

PASAMANOS: Hay cositas fuera de control en la Yunicidad y que desconciertan y siembran la duda. Entre otras, las siguientes:

Durante 5 años, el titular del ORFIS, Antonio Portilla, fue omiso y occiso ante el duartazgo. Calló. Y por tanto, fue cómplice según la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos.

Ahora, oh sorpresa, se ha vuelto un lenguaraz. Mejor dicho, un paladín de la honestidad, la ley y la justicia, denunciando irregularidades.

Y de paso, olvidando la lealtad que debe a su par de padrinos en el duartazgo, a saber, los ex Contralores, Iván López y Ricardo García Guzmán, uno y otro que terminaron, por cierto, enfrentados.

Claro, en el sexenio anterior, por ejemplo, sus hijos trabajaban con Antonio Gómez Pelegrín, el último secretario de Finanzas y Planeación, aquel que confesó que “yo le decía a Javier Duarte que estaba mal desviara los recursos, pero no me hacía caso”.

Y si Pelegrín tuvo como empleados a dos hijos de Portilla, quizá, incluso, desde antes, se debía a Duarte.

Ahora, en el gobierno azul destapó la cloaca, todo indica, más allá de la delación y la complicidad para salvar el pellejo.

Por ejemplo:

Javier Yáñez Vásquez fue procurador Fiscal con Pelegrín en SEFIPLAN.

Es más, Yáñez fue, o es, abogado de Pelegrín, el mismito que en SEFIPLAN, quizá cuando estaba en la Contraloría con Ricardo García Guzmán, compró tres mil metros cuadrados en el fraccionamiento “Las ánimas” para la escuela de una de sus hijas.

Ahora, apenas antier, Yáñez fue relevado por David del Ángel Moreno, cuando, digamos, todo pudo despepitar, y una vez utilizado desechado como producto político.

En el pasillo político y policíaco se describe la felicidad y tranquilidad de Arturo Bermúdez Zurita, preso en el penal de Pacho Viejo.

Varios corren la versión que Bermúdez ya pactó con el Yunes azul… a cambio de información confidencial, relevante, en contra de Javier Duarte.

Por eso, incluso, el senador Héctor Yunes Landa dice que perdonando a delatores nunca, jamás, se aplica la ley ni la justicia ni tampoco se garantiza la seguridad en la vida y en los bienes.

BALAUSTRADAS: Quizá por su vocación caciquil hay un pleito entre Joaquín Guzmán Avilés, secretario de Desarrollo Agropecuario, y Ricardo García Guzmán, el mandamás de Pánuco, ex alcalde, ex diputado local, dos veces Contralor, quien ahora de nuevo busca la candidatura a la presidencia municipal.

El día cuando los García Guzmán se “tendieron al piso” del Yunes azul en Pánuco, García Avilés se enceló y hasta reprochó al gobernador.

El góber, se afirma, lo contentó con la siguiente frase bíblica:

“En dos, tres meses, lo encarcelaré”.

Pero ahora cuando García Guzmán busca la candidatura a la alcaldía, “El chapito” dijo lo siguiente:

“Si va de candidato…voy por él”, es decir, lo descarrilará.

En tanto, su hermana, la diputada local, alista maletas para asumir la senaduría cuando Fernando Yunes Márquez renuncie para la candidatura a presidente municipal jarocho.

Gabriel Deantes Ramos, el genio, mejor dicho, el operador electoral de Javier Duarte, incurrió en tantos desvíos que el exfiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, expidió una orden de aprehensión por enriquecimiento ilícito, todavía incumplida por el sucesor.

Por ahora se moviliza una camioneta Infiniti que cuesta aproximadamente un millón 200 mil pesos.

Claro, pudiera escribirse que la compró con los 39 millones de pesos que, alardeaba, su padre le heredó.

Pero, bueno, la duda parte de que Jorge Winckler ha de tener mucha, demasiada chamba encarcelando a otros duartistas, ajá, y por eso Deantes…desde antes sigue libre.

A menos que como otros, entre ellos, Moisés Mansur Cisneiros, y según las versiones, haya despepitado.

Además de que parte de la felicidad del Yunes azul se multiplica cuando tiene doblegados y arrodillados a los demás, llenos de miedo, temor, horror, incertidumbre y zozobra.

ESCALERAS: En SEDARPA hay un conflicto de intereses entre el titular, Joaquín Guzmán, y el subsecretario, el ex diputado local, Jorge Vera, uno y otro panistas, el par del norte de Veracruz.

Y más, porque Vera soñaba con la secretaría de Desarrollo Agropecuario.

Por eso, y de acuerdo con las versiones, se estaría dando una salida salomónica: Jorge Vera será lanzado de candidato a presidente municipal de Álamo para evitar la explosión de la bronca.

El secretario de Salud, el ideólogo pedagógico, Enrique Pérez Rodríguez, enfrentado con el Oficial Mayor, Abel Cuevas Melo, y en medio, la coordinadora de las delegaciones, Claudia López Benítez, digamos, como “manzana de la discordia”, pues ella, además, es jefa máxima con derecho de picaporte, casi casi la Xóchitl Adela Osorio, la Dominga Xóchilt Tress.

El secretario de Salud denunció en la Fiscalía a sus antecesores por el caso de las medicinas clonadas y el agua destilada para curar a los niños enfermos de cáncer como si fuera el último descubrimiento científico de quimioterapia.

Sin embargo, nunca, jamás, incluyó en la denuncia al titular del ORFIS, Antonio Portilla Vázquez, quien de acuerdo con la ley todo, absolutamente todo, debía checar y fiscalizar.

Tan es así que cuando era diputado local, miembro de la Comisión de Vigilancia del Congreso, Julen Rementería del Puerto, secretario de Infraestructura soñando con la candidatura a Senador de la república, se fue a la yugular de Portilla Vázquez porque nunca encontraba las irregularidades que la bancada panista descubría en la Cuenta Pública.

La yunicidad sigue, digamos, apretando tuercas en nombre de la ley para convalidarse en la población de cara a los primeros cien días.

Y aun cuando en Roma, a las acciones políticas anteriores le llamaban “El vómito negro”, de acuerdo con el relato bíblico Judas siempre han existido, y más cuando se ha entrado a una sicosis donde lo único importante es salvar el pellejo.