El desfondadero
Por: Luis Velázquez
Si el gobierno de Veracruz está quebrado…
Y con una deuda pública de 49 mil millones de pesos que Javier Duarte, JD, heredará al sucesor…
Y con más del 50 por ciento de las participaciones federales comprometidas para ir pagando parte del débito, entonces, la pregunta de los 64 mil pesos es definir la estrategia con qué será financiado el Estado durante la mini/gubernatura.
Pero además, reducida al 90, 95 por ciento la posibilidad de que el Congreso local autorice más empréstitos, toda vez que la secretaría de Hacienda y Crédito Público suele descontar de las participaciones federales el abono mensual para cubrir a los bancos la deuda pendiente, y el tope ya fue rebasado.
Tal cual, diríase que el gobierno de Veracruz está descarrilado por culpa de JD, el flamante doctor en Economía graduado en la Universidad Complutense de España.
Peor tantito si se considera que al momento lleva 6 secretarios de Finanzas y Planeación, entre ellos, el genio del SAT, Tomás Ruiz González, y ninguno ha tenido la entereza para poner un alto al desfondadero.
Y, por el contrario, algunos han preferido irse (según las versiones, Tomás Ruiz y Fernando Charleston junior), antes de enfrentar la realidad, quizá, acaso, porque JD a nadie escucha ni menos, mucho menos, se deja aconsejar argumentando que él fue subsecretario y secretario de Finanzas con el fogoso y el barco llegó a destino seguro.
En la lógica de Tomás Ruiz, manejar el gobierno de Veracruz se parece a llevar las finanzas en una familia.
Y si la familia descarrilla con el gasto corriente y créditos por todos lados y de pronto ha de vender su patrimonio (casa, terrenos, unidades móviles, etcétera) para salir del bache, con riesgo de quedar en la jodidez, de igual manera sucede con un gobierno.
Por eso, si como ha dicho JD le “tocó bailar con la más fea”, el mini/gobernador bailará con la escoba como un loquito y con una sonrisa de enano sin dueño.
ADMINISTRAR LA ESPERANZA
Ene número de veces el Yunes rojo y el Yunes azul han cacareado que si ganan en las urnas, encarcelarán, si es necesario, a Javier Duarte y a los duartistas “pillos y ladrones”.
Pero además, que los obligarán a “devolver el dinero robado”.
Ok.
Pero aún así, devolviendo el dinero sustraído sería insuficiente para que “el mini” lance un programa de obra pública.
Además, si tal fuera, incluso ya en la cárcel JD y/o algunos de los suyos, devolver el dinero significaría un proceso penal y administrativo que mucho tiempo llevaría.
Y más, teniendo a Luis Ángel Bravo Contreras como Fiscal, a menos que el Yunes rojo y azul apliquen la cuchilla de Juan Sabines que como gobernador de Chiapas destituyó al Fiscal de 9 años de su antecesor Pablo Salazar Mendiguchía, Herrán Salvatti, lo transfirió a otro cargo mientras lo investigaba para evitar se le escapara y lo encarceló.
De lo contrario, si devolvieron la lana oficial robada implicaría varios meses, quizá más de los 24 de la minigubernatura.
Y en contraparte, si los créditos autorizados sin ton ni son por la 63ª. Legislatura del cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, a JD, han cercado por completo las participaciones federales, el mundo que viene será peor que el Apocalipsis, el día del Juicio Final y el diluvio, todo junto.
El mini será, entonces, un simple administrador de la miseria y la pobreza y se llevará el tiempo en apapachos, a menos que con previo arreglo en la secretaría de Hacienda y Crédito Público negocie más créditos.
Y/o en todo caso que el presidente Enrique Peña Nieto se apiade del Veracruz que dejará Javier Duarte y le entre con billete fresco.
UN MINI/GOBERNADOR SIN CAPACIDAD DE MANIOBRA
Por lo pronto, y a excepción del primer círculo del poder duartista, nadie conoce el destino social de los préstamos millonarios, aun cuando ha trascendido que una parte fue ocupada para pagar intereses bancarios.
De por medio está el destino de los 35 mil 421 millones 8700 mil pesos que se suman de los años 2011 a 2014, todavía sin aclarar.
Y de paso, las irregularidades millonarias detectadas por la Auditoría Superior de la Federación y en que varios duartistas, entre ellos, Adolfo Mota, Jorge Carvallo Delfín, Alberto Silva Ramos, Arturo Bermúdez Zurita y hasta Juan Antonio Nemi Dib, están involucrados, según consta en los documentos.
Y, bueno, si por un lado hay créditos espantosos que han ahorcado la fluidez de las participaciones federales, y por el otro, el sospechosísimo con los fondos federales, y por el otro, cero obra pública trascendente, y por el otro, pagos pendientes por todos lados, entonces, la gran interesante es la misma de hace rato:
¿Dónde está el dinero, incluso, y pensando mal, en qué bolsillos y cuentas bancarias personales y/o inversiones pararon y/o jineteo bursátil?
Así, con todo “el desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política” de la que habla el senador Pepe Yunes Zorrilla, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, y amigo del secretario Luis Videgaray Caso, la maniobra financiera y económica del mini/gobernador será menos que cero.
Un padre de familia, por ejemplo, puede vender hasta su casa para salir del bache, pero en el caso, el Instituto de Pensiones se resiste a aceptar en venta el estadio Luis “Pirata” de la Fuente que Javier Duarte ha ofrecido para subsanar el otro atolladero, luego de que según la fama pública dispusieron hasta de la millonaria Reserva Técnica.