Expediente 2015

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Javier Duarte, tal cual

Luis Velázquez

El gremio reporteril de Veracruz y del país está en contra del gobernador de Veracruz, y más, a partir del asesinato del reportero número 18, el fotoperiodista Rubén Espinosa, acontecido al mismo tiempo que el asesinato de la activista social, la antropóloga Nadia Vera, y tres mujeres chicas más.

Lo señalan de la peor cacería humana en contra de los trabajadores de la información.

Se basan, incluso, en su discurso de Poza Rica, cuando dijo a los reporteros en el llamado día de la libertad de expresión que vendrían “tiempos peores” para el periodismo.

Pero también cuando aseguró que “caerían manzanas podridas” y, por tanto, en nombre del gobierno de Veracruz solicitó a los tundeteclas se porten bien.

Incluso, el articulista Jesús Silva Herzog expresó que tal cual se trató de una argucia para justificar los tiempos adversos que vendrían, en tanto la periodista Denise Maerker, dijo que con tales frasecitas todos los reporteros nos llenamos de miedo.

Se vive, pues, y padece en el territorio jarocho uno de los sexenios más polémicos y controvertidos.

Y por tanto, y en la lógica de Gregorio Marañón, el historiador acucioso de Tiberio, el emperador romano, habría de explorar su naturaleza humana para entender y comprender, en ningún momento justificar, la realidad aplastante de Veracruz.

Por ejemplo:

Los actores políticos y sociales saben, entre otras cositas porque él mismo lo ha dicho, que el gobernador es un fanático de Francisco Franco, el dictador español durante 33 años, y quien, igual que él, tenía la voz tipluda, además, claro, de su espíritu y vocación represora.

Además, el jefe máximo del priismo jarocho gusta de ver en televisión el programa de Bob Esponja y carcajearse como niño comiendo palomitas caseras.

Es animalista, pues tiene 6 perros mascotas en su casa con los que juega y a los que entrena.

Su refrigerador está lleno de Pingüinos, que tanto le encantan.

Adora el Internet y se ha declarado un amante del Twitter.

Se acuesta tarde y se levanta tarde, por eso mismo, rara extraordinaria ocasión le programan desayunos y/o eventos matutinos.

Su fama pública registra que suele llegar cuatro, cinco horas después a una cita, un evento, una ceremonia.

Su carácter es difícil. Joven, en proceso de madurez, y más si se considera que muchas ocasiones el ser humano llega, digamos, a la vejez, sin cuajar en una personalidad definida.

Algunos de su gabinete legal lo miran un hombre bipolar. Influenciable. Explosivo, a quien los rodeólogos manejan aprovechando las circunstancias que lo encienden.

Según afirman, rencoroso. También, vengativo.

Excedido de peso, porque tal cual es su constitución biológica, le molesta le tomen fotos desde ese ángulo.

UN VERACRUZ TURBULENTO Y REVOLCADO

Es el político conocido en el país como el ideólogo del no pasa nada.

También, el filósofo de las manzanas podridas que caerán y del pórtense bien.

De igual manera, el sociólogo de los políticos enanos y también el profeta, como dice el senador Pepe Yunes, del desorden administrativo, el colapso financiero y la corrupción política.

Por supuesto, odia las manifestaciones. Por eso, la ley Ampudia, que criminaliza con cinco años de cárcel a quienes bloqueen las vías de comunicaciones, contraviniendo, incluso, el espíritu constitucional.

Y la ley Bermúdez, que prohibía las marchas y en caso de darse, solicitar el permiso por escrito al secretario de Seguridad Pública para dilucidar si procedían, y en caso contrario, ni hablar, suspenderlas, a riesgo del ultraje a las garantías constitucionales para la libertad de expresión y la libertad de reunión y la libertad de la protesta pública.

Por tanto, también está en contra de los activistas sociales, 17 de los cuales, mínimo, han sido asesinados en el transcurso del sexenio.

Tampoco le agrada hablar de desaparecidos.

Y por eso mismo el gabinete policiaco, de seguridad y de justicia acuñó la frase bíblica que los hombres desaparecidos se encerraron en una granja etílica para curarse la adicción y en el caso de las mujeres se fugaron con el amante.

También, los oficiosos lo interpretan, y por eso mismo, para quedar bien, digamos, han golpeado a estudiantes como en aquella madrugada en Xalapa, y también a profesores de la CNTE, como aquella otra madrugada frente a palacio de gobierno.

En contraparte, otro termómetro para calibrar su concepción política es, y por ejemplo, los 80 cambios entre despidos y enroques de funcionarios públicos.

Pero además, la creación, indicativa y sintomática, de la subsecretaría de Fomento Ambiental para entronizar a una chiquilla de 23 años, sin perfil, sin experiencia, sin fogueo.

Además, el nombramiento de 60 juniors, hijos de políticos, en cargos públicos de primero, segundo y tercer nivel con sueldos excepcionales.

A partir de ahí, todo en su conjunto, habría de resumirse para encontrar el estilo personal de ejercer el poder del gobernador de Veracruz.

Un psicólogo, un terapeuta, un sociólogo, un antropólogo, un filósofo y un politólogo podrían en una mesa disciplinaria ayudar a la población electoral a descifrar el misterio del Veracruz tan revolcado y turbulento que vivimos y padecemos.