Diario de un reportero

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  •  El viejo sabio…
  • De Hoy a Siempre!
  • De Por qué? a Por esto!

 Luis Velázquez

DOMINGO

El viejo sabio…

En la primavera del año 2009, el diputado federal, José Tomás Carrillo Sánchez, entró a una librería Gandhi en la ciudad de México a buscar libros sobre ciencia política.

Entonces, en un pasillo hojeando un texto su espalda chocó con otra espalda. Era Agustín Acosta Lagunes, exgobernador de Veracruz.

Tomás Carrillo sintió que Dios le hablaba y se presentó.

–Soy de la Cuenca del Papaloapan, le dijo contento y festivo, orgulloso de su pueblo.

Y don Agustín le reviró de la siguiente manera:

–¿Qué hace un cuenqueño en una librería?

–Lo mismo que usted, don Agustín, buscando libros.

Tal cual, platicaron. Intercambiaron barajitas sobre los libros que cada una tenía en sus manos, listos para la compra. Hablaron de paisanos y amigos comunes. Mariano Ramos Zarrabal, el cosamaloapeño más cercano a don Agustín. Entonces, como san Pablo camino a Damasco, don Agustín sintió un resplandor y doce meses antes de la sucesión de gobernador en Veracruz, dijo a Tomás Carrillo:

–Javier Duarte será el candidato priista.

Tomás Carrillo tomó nota. Guardó el dato en su libro de memorias que escribe. Y esperó.

Y la profecía se cumplió.

Viejo sabio aquel…

LUNES

Un político puesto a prueba

Gobernador electo, Javier Duarte invitó a Tomás Carrillo a desayunar un día de aquellos días festivos en su casa.

Diputados federales ambos que compartían la curul cerca de la curul del diputado federal, Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público, Duarte invitó a Tomás a incorporarse a su gabinete como secretario de Desarrollo Agropecuario.

–Gracias, Javier, dijo el cuenqueño que en su adolescencia se iba con su padre a vender periódicos y revistas a la salida de los obreros del ingenio San Cristóbal.

Hacia el final del desayuno, Duarte pidió el siguiente favor a Tomás:

–Ve a México para platicar con don Agustín Acosta Lagunes.

Y Tomás Carrillo Jr. asistió a la cita con el destino, el gobernador cuyo sexenio declaró a Veracruz “el granero y yunque de la nación”.

Durante horas y horas platicaron. De hecho y derecho, se trataba de un examen, mejor dicho, el visto bueno, o malo, de Acosta Lagunes al futuro secretario de Desarrollo Agropecuario. Un examen como para doctorado.

Y, bueno, Tomás aprobó el examen doctoral. Y durante un ratito del viaje duartista lo fue.

 MARTES

De Hoy a Siempre!

Sergio Flores Armida, de la dinastía de Cotaxtla, fue amigo de José Pagés Llergo y don Francisco Martínez de la Vega, ambos fundadores de la revista Siempre! el 27 de junio de 1953, Adolfo Ruiz Cortines presidente de la república.

Flores Armida cuenta el sentido periodístico que Pagés Llergo imprimió a sus revistas, de igual manera como por ejemplo, Mario Menéndez Rodríguez, el otro legendario reportero mexicano.

Pagés Llergo, recuerda, era director del semanario Hoy, donde había escalado desde el gran cronista de la Segunda Guerra Mundial que entrevistara en exclusiva a Adolf Hitler.

Entonces, el 25 de abril de 1953 publicó en plana entera, página 5 de Hoy, una fotografía sensacional, donde la hija del presidente Miguel Alemán Valdés, Beatriz Alemán de Girón, estaba de luna de miel en París con Carlos Girón y aparecían en un centro nocturno.

Y en el centro nocturno Carrolls una joven mujer bailarina de nombre Simone Claris, cuya única vestimenta era un delicado velo que dejaba transparentar su torneado y escultural cuerpo, pasó frente a la mesa del matrimonio y, seducido por el encanto hedonista, el esposo se puso de pie clavando la mirada lujurienta en la chica aquella.

Semanas después, José Pagés Llergo era renunciado al semanario Hoy para fundar la revista Siempre!, que salió publicado dos meses después.

Tal cual, Flores Armida describe la connotación del mensaje periodístico. De Hoy Siempre!, como fue el caso de Mario Menéndez Rodríguez.

MIÉRCOLES

De Por qué? a Por esto!

Era el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, quien ya tenía en la cárcel a David Alfaro Siqueiros, Demetrio Vallejo, el gran líder ferrocarrilero opositor, y a los médicos del ISSSTE.

Mario Menéndez Rodríguez dirigía la revista Por qué?, y en donde reporteaba el joven antropólogo xalapeño Félix Báez Jorge.

Cada número estremecía por sus denuncias en las entrañas del presidente Díaz Ordaz.

Entonces, el director de la Federal de Seguridad, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios cumplió la orden superior.

Una madrugada, las instalaciones del semanario Por qué? se incendiaron, en tanto Menéndez Rodríguez era trepado a un avión con destino al exilio.

Muchos años después, parece más de quince, Mario Renato Menéndez permaneció en Cuba y hasta se  afirmó que andaba en los movimientos guerrilleros de América Latina.

El caso es que cuando años después regresó a México en Yucatán, su tierra, fundó un periódico con el siguiente nombre cabalístico.

Por esto!

Así, continuaba la gran tradición periodística de aquellos años.

Pagés Llergo, de Hoy Siempre!

Y Mario Menéndez, de Por qué? Por esto!

JUEVES

La venganza de un reportero

En su vida política intensa, Sergio Flores Armida anduvo por ahí al lado de su maestro y tlatoani, Mario Vargas Saldaña, exalcalde jarocho, cuatro veces diputado federal, delegado del CEN del PRI y gurú de don Jesús Reyes Heroles.

En Mérida, Flores Armida vivió un hecho político singular.

Era histórico el pleito en Yucatán entre Carlos Loret de Mola, además de gobernador, escritor y periodista, y el cacique yucateco, Víctor Cervera Pacheco, también mandatario y secretario de la Reforma Agraria.

Un día, en un mitin priista, Cervera Pacheco le armó un desaguisado a Loret de Mola, que presidía el evento, y ante la turba, Loret de Mola debió salir de huida.

Un amigo, que iba atrás de él, cuidándolo, le preguntó:

–¿Por qué corre, don Carlos?

–Corro, porque no sé volar, cabrón.

 -Cervera Pacho manipuló el caos.

–Sí, está claro. Pero ya verás mi venganza. Le publicaré todo lo que sé, más todas las cosas que le inventaré.

VIERNES

Las vaquitas perdidas

El tercer fin de semana del mes de julio, Mario Tejeda Tejeda, líder estatal del Viagra, y su fundador, Felipe Amadeo Flores Espinosa, cabalgaban en sus caballos en el rancho de Flores Espinoza, herencia familiar, en Cotaxtla, de nombre “La chicharra”.

Durante un rato anduvieron por ahí, trepado Flores Espinoza en su caballo preferido, Pico blanco, y Mario Tejeda en el caballo El charrito de oro, buscando cinco vaquitas que se habían desaparecido, y como la región es tierra de caciques, abigeos, ladrones y pillos, anexos, conexos y similares, el exprocurador de Justicia andaba ocupado y preocupado por sus animalitos.

Por fortuna, una, dos horas después encontraron las vaquitas, ansiosos ya, con el sol de los días que se viven, de un buen vasito con agua.

Alguien por ahí recordó que en otros tiempos, en vez de buscar las vaquitas en caballo, Flores Espinoza pudo reproducir la sabia enseñanza de Marlon Ramírez, quien como subsecretario General de Gobierno en tiempo de Gerardo Buganza Salmerón, cuando sus vaquitas se le perdían en el rancho de Papantla salía corriendo de palacio al aeropuerto de El Lencero para buscarlas… pero en helicóptero.

Tal cual lo cuentan algunos ganaderos de la sierra de Papantla, donde asegura el líder priista jarocha, Raúl Díaz Diez, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, diputado federal electo, también compró un ranchito, allá por lo más alto de la montaña, en Coyutla.