miércoles, junio 26, 2024

Gran decepción en reformas

Ciudad de México.-México podría deslizarse hacia una rebaja de la calificación de crédito por la falta de crecimiento, el aumento de la deuda y la decepción de las reformas estructurales podrían frenar la economía mexicana, pública hoy un medio periodístico.

La semana pasada, la calificadora Standard & Poor’s bajó a negativa la perspectiva de las calificaciones de largo plazo de México, dejando una posibilidad de una en tres de que rebaje la nota crediticia en los próximos 24 meses si el nivel de deuda o la carga de intereses presenta un deterioro mayor a lo esperado.

S&P señaló en un comunicado que México ha llevado a cabo más reformas estructurales en comparación con la mayoría de los países de mercados emergentes, pero su tasa de crecimiento ha sido decepcionante, debido parcialmente a factores no económicos.

En marzo, Moody’s ajustó la perspectiva de la calificación de México de estable a negativa. La razón, dijo entonces, era porque el débil rendimiento económico y las continuas dificultades externas, así como la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), aumentaron el riesgo de que la deuda no se estabilice por encima del horizonte de calificación e inclusive aumente más del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Mientras que Fitch, la tercera de las tres grandes agencias de calificación, todavía ve la calificación de México en “estable”, pero también advirtió en julio la posibilidad de riesgos con respecto a la economía y la consolidación fiscal.

Detrás de esto, dice el diario, “reside la gran decepción de las reformas estructurales promulgadas por el Presidente Enrique Peña Nieto, que hasta ahora, no han servido para impulsar la economía como se tenía previsto”.

La situación más evidente del deterioro económico se hizo observable en las cifras que la semana pasada presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y que reportaron que la economía se contrajo 0.2 por ciento en el segundo trimestre, su primera baja en 12 trimestres, sobre una base anual donde México creció sólo un 1.5 por ciento, muy lejos del 4 por ciento que prometían las reformas.

El diario menciona que aunque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) redujo rápidamente su estimación de crecimiento para 2016 a un rango de entre 2.0 y 2.6 por ciento, desde un previo de entre 2.2 y 3.2 por ciento, todavía es más alta que la predicción del 2 por ciento de S&P.

El pasado 11 de agosto, el Banco de México (Banxico) decidió mantener sin cambio la tasa de interés en un nivel de 4.25 por ciento.

Sin embargo, dijo, seguiría muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor.

La trayectoria del Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, “está en peligro serio”. Recuerda el castigo aplicado por Standard & Poor’s el martes pasado, cuándo revisó las perspectivas del país a negativo y alertó que hay, al menos, una posibilidad entré tres, de que se le aplique a México otra rebaja en los próximos dos años si se incrementa la deuda más de lo previsto. “Fue la segunda vez en los últimos cinco meses que una importante calificadora de riesgo bajó la perspectiva de la nación. La tendencia se ha reflejado en el mercado de swaps, dónde México es visto con menor solvencia crediticia que Perú, así como con menor calificación que Panamá”.

Señaló que Peña Nieto, “cuyo récord de aumento de las calificaciones se remonta a sus días como Gobernador del estado más grande de México [Edomex], también ha presidido un aumento de la deuda del país cómo Presidente. Una medida del aumento de esa deuda, es que los niveles actuales no se veían desde el Efecto Tequila de mediados de la década de 1990, cuándo el país necesitó un rescate de Estados Unidos.

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