*El adiós de un gran promotor deportivo
Kalunga
San Andrés Tuxtla, Ver.- La Liga Belén 84 y gente ligada al futbol y el deporte sobre todo el Infantil y Juvenil, lamenta el sensible fallecimiento del amigo Luis Miguel Díaz del Castillo Viveros, mejor conocido por sus allegados como “El Pelón Castillo”, el que fuera fundador y dueño del equipo Jicacal y además sub-director de la Comude de esta ciudad que se nos adelantó al viaje eterno, que Dios lo tenga en su santa gloria.
Entre sus logros deportivos que podemos destacar fueron la gran final que le ganó a los Brujos que eran dirigidos por el exfutbolista profesional y director técnico Pascual Ramírez Azaña, que quedó grabada en el futbol Infantil y Juvenil de la Liga Belén 84, donde además fungió como árbitro y siempre apoyando al deporte.
En su etapa como sub- director del deporte de este municipio, uno de sus logros más importantes fue con la Liga de Básquetbol que fundó en aquellos años.
Mientras tanto en su niñez practicó la charrería, deporte nacional, el cual fue preferido por sus familiares.
Aquí les dejamos unas de sus hazañas como charro el famoso equipo de los Caporales de San Andrés, narrado por su padre en el libro “Semblanzas y Recuerdos, Polvos de Aquellos Lodos” del autor Luis Miguel Díaz del Castillo Rodríguez, quien llegó a ser Premio Nacional de Oratoria.
Se celebraba en el mes de julio de 1976 una charreada en nuestro Lienzo Charro de Santiago Tuxtla para conmemorar las fiestas titulares del Santo Patrono, entre el público se encontraba de espectador un gran charro de las huestes de Don Salvador Cabada, el gran jinete de toros Procopio Mendoza. En esta ocasión a Luis Miguel le correspondía jinetear el toro, y Procopio había asistido a esta charreada porque le habían hablado mucho del “hijo del Licenciado Castillo” y quería ver con sus propios ojos lo que de él decían. Cuando salió el toro reparando con alto grado de dificultad para el jinete pues al elevarse casi se acostaba de lado en el aire y al caer reparaba también en el suelo, oí muy claro cuando gritó Procopio “aquí te quiero ver” y cuando el joven charro dominó al toro, de nueva cuenta comentó Procopio: “Mis respetos para el Pelón, es bueno el chamaco”.
En paz descanse “El Pelón Castillo” que dios lo tenga en su gloria.