- Jornaleros, en campos porfiristas
- Inicua explotación en Coahuila
- Todos, originarios de Veracruz
Luis Velázquez
EMBARCADERO: Meses anteriores, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, aseguró que su entidad federativa está plagada de jornaleros agrícolas de Veracruz… Y, si alguna duda existiera, los soldados del Ejército descubrieron ahora otro campo agrícola, ahora en el ejido Huachichil, de Coahuila, donde existían 54 campesinos, originarios la mayoría de Veracruz, Hidalgo y Nuevo León… Todos, en las peores circunstanciales sociales, económicas, médicas, de seguridad y educativas para sus hijos… Todos, peor que en una hacienda porfirista, tiempo aquel cuando el joven Pancho Villa tomó una pistola y disparó al hacendado que intentó ultrajar a su hermana… 54 jornaleros, todos, viviendo en las peores condiciones de insalubridad que nunca, jamás en su vida, han tenido ni padecido, por fortuna, ni el secretario de Desarrollo Agropecuario del gobierno de Veracruz, Ramón Ferrari Pardiño, ni tampoco el secretario de Desarrollo Económico, Érik Porres Blesa, ni de Trabajo, Gabriel Deantes Ramos, ni tampoco el nuevo dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias, Juan Carlos Molina Palacios… El rancho, donde empacan manzanas, se ubica en el kilómetro 206 de la carretera 57, en el municipio de Arteaga, a unos 40 kilómetros de Saltillo (La jornada nacional, Leopoldo Ramos, 12 de septiembre, 2015)… Se trata, pues, del tercer campo agrícola, el primero hallado por los militares, donde la vida ha sido reducida a la humillación y degradación humana ante la indiferencia del duartismo…Y ante la indolencia del duartismo porque ha sido incapaz de alentar la creación de fuentes de empleo en las regiones indígenas y campesinas y obreras de Veracruz… Pero más aún, de impulsar la creación de trabajo pagado con justicia económica y social, pues el mismito CONEVAL ha sostenido que si Veracruz ocupa el segundo lugar nacional de pobreza y pobreza extrema, el nuevo nombre de la miseria, se debe, entre otras cositas, a los mendigos y desgraciados salarios de hambre…
ROMPEOLAS: Los 54 jornaleros que, claro, fueron “por voluntad propia”, como dijo el presidente municipal de Arteaga, Jesús Durán Flores, para lavarse las manos como Poncio Pilatos, sin explorar la posibilidad sociológica, es decir, el hambre y el desempleo y la miseria que los llevó al otro extremo del país… Todos ellos “vivían en una bodega que servía de dormitorio, una regadera y sanitario”, o sea, en el extremo de la degradación, tal cual como viven, quizá, algunos, en sus demarcaciones indígenas y rurales… Pero, además, las hijas de los compas preparaban los alimentos “para todas las cuadrillas”, pues significan una fuente de ingreso más, aunque sea raquítica; pero de algo sirve… Ellos fueron a la pizca de manzana y a empaquetarla en cajas de madera…Pues bien, tal realidad social por ninguna razón interesa al trío de secretarios duartistas (Ferrari, Porres y Deantes, apellidos todos, digamos, de abolengo y prosapia), quienes han vivido en el paraíso político… Simple y llanamente menosprecian las circunstancias que les han tocado vivir, porque así son las buenas conciencias, la gente bonita, la gente VIP… Y, en contraparte, el gobernador de Hidalgo, una de las entidades federativas de donde también son originarios los jornaleros, Francisco Olvera Ruiz aseguró en el quinto informe que velaría por la seguridad y el bienestar de los trabajadores agrícolas “que cada año llegan a la entidad al cultivo del ejote”… Pero sin aterrizar su palabra en los hechos y resultados… Es decir, la demagogia pura… Lo más terrible, entonces, es que en el gobierno de Veracruz priva la indolencia… Se vive, pues, el tiempo del menosprecio y el desprecio, como intitulara Andrés Malraux a una de sus novelas estelares…
ASTILLEROS: La fama pública registra que al dentista Ramón Ferrari Pardiño le ha dado en la SEDARPA por delegar todos los asuntos y pendientes que le llegan… Así, con el simple hecho de transferir responsabilidades, siente, está seguro, de entrada, que los problemas fueron resueltos… Y segundo, se ocupa de cosas superfluas, mientras su pitcher y cátcher, Rafael “El negro” Cruz, ordeña la vaca fijando, más que el diezmo y el doble diezmo, hasta el quíntuple diezmo, pues goza de toda la impunidad del mundo… Pero más aún: Ferrari cabildea la candidatura a diputado local para su hijo Antonio Ferrari Cazarín, director de Patrimonio, a quien el gobernador ya ungió directo del COBAEV y también secretario de Finanzas y Planeación en el fidelato… Además, de una notaría pública para su hija y obra pública para su compañía constructora… Es decir, como afirmaba Fidel Herrera Beltrán, Ferrari “no tiene llenadera”… Y, bueno, tal cual continúa en el pandero político y por alguna razón ha de ser… Quizá sea productivo para los intereses superiores… Acaso se sienta blindado por su padrino, Juan Carlos Molina Palacios, quien en su discurso camino a la CNC de Veracruz (cuya constancia recibirá el día de hoy) tendrá la oportunidad histórica de ocuparse de los jornales agrícolas de Veracruz en los campos porfiristas del norte del país, toda vez que a Ramón Ferrari y su pandilla les ha interesado un soberano cacahuate…