Mundo color de rosa
Luis Velázquez
Parte 2
Otra vez el gobernador de Veracruz se ocupa de que Veracruz es tierra pródiga en medios de comunicación y reporteros, pues la patria un periodista en cada hijo nos dio.
Así, en la plática con El Universal rechaza que la tierra jarocha sea “el peor estado para ejercer el periodismo… cuando es la entidad de la República Mexicana en la que más periodistas existen y más medios”.
Por ejemplo, ha venido insistiendo que “entre periodistas, locutores, reporteros, fotógrafos y demás trabajadores de los medios hay alrededor de ocho mil personas.
Hay más de mil medios de comunicación locales.
Tan sólo en radio tenemos 159 estaciones.
Tenemos más de 500 medios impresos, locales, regionales y estatales.
Más de 500 sitios web, páginas de Internet que publican diariamente noticias.
70 televisoras: tres con programación abierta y 67 televisoras por cable”.
Desde luego, lo anterior en ningún momento significa que Veracruz haya dejado de ser, sea, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” como nos han calificado varias ONG, entre ellas, Artículo 19, Reporteros Sin Frontera y la Comisión de Protección a Periodistas de Washington.
Por el contrario, significa, de entrada, y considerando que la mayor parte de medios viven del subsidio oficial, que la corrupción del gobierno, en alianza con la mayor parte de los medios, es altísima.
Por una sola razón: un 95 por ciento de los medios viven del erario, en ningún momento de la circulación ni tampoco de la publicidad comercial, que son las fuentes de ingreso básicas.
Y más cuando se afirma que hay “más de mil medios de comunicación locales”.
Y, bueno, ojalá que la dirección de Comunicación Social del gobierno de Veracruz enlistara esos “más de mil medios”.
Sería interesante, como estudio sociológico, conocer la lista tanto para los académicos e investigadores como para el contribuyente, el ciudadano y la población electoral.
Y también que la vocería diera a conocer la lista de los más de 500 medios impresos de los que habla el gobernador con el reportero Carlos Benavides, de El Universal, el martes 15 de septiembre, 2015.
Y, de igual manera, la lista de los más de 500 sitios web, páginas de Internet, portales noticiosos, “que todos los días publican noticias”.
De entrada, significa una exageración.
Mejor dicho, un pitorreo sobre los medios.
Una burla, una ironía, digamos, fina y exquisita.
Pero si tal fuera cierto, entonces, lo honesto y congruente es revisar con lupa su forma de vivir y subsistir.
Y de ser así, veinte y las malas a que el 95 por ciento, quizá más, vivan, circulen, existan, porque hay subsidio del gobierno estatal y de los gobiernos municipales.
Además, de la elite política.
Y más cuando está claro que algunos medios han nacido alentados desde adentro del gobierno para servir a intereses políticos, sin detenerse, nunca, jamás, en el bienestar social.
SOSPECHOSA CIRCULACIÓN DE LOS MEDIOS
Lo peor del asunto es lo siguiente:
La fama pública, a reserva de una auditoría que ha de aplicar el gobierno cada vez que otorga un subsidio, de que el 95 por cientos de los medios impresos, hablados y digitales sólo circulan en las oficinas del gobierno y en el caso de los medios impresos en uno que otro estanquillo para, digamos, tener presencia.
Habría de checar con auditoría rigurosa y con lupa el rating de los noticieros de radio y televisión.
Y también la navegación de los más de 500 portales noticiosos, la mayoría al servicio del mejor postor, que es el gobierno, y por añadidura, al servicio de los intereses políticos.
Por eso mismo, ahora cuando las arcas de la SEFIPLAN están abiertas a plenitud para unas cosas y cerradas para otras, y cuando la oposición asegura que el dinero público es jineteado en el mundo bursátil, un número significativo de medios impresos y digitales está cerrando.
Otros han achicado sus ediciones, cerrado corresponsalías y despedido personal.
Otros, extienden la mano a la SEFIPLAN para que les paguen la deuda que algunos calculan en más de dos mil millones de pesos… sólo a los medios.
Otros, cabildean y trafican relaciones políticas para que el gobernador se compadezca y les abra las llaves.
Y es que la mayoría viven del subsidio.
Y si en Veracruz hay el número de periódicos impresos, noticieros de radio y televisión y portales, en ningún momento se debe a la libertad de expresión ni tampoco a que Veracruz sea un territorio tranquilo, confiable y seguro para el periodismo, sino al billete fácil proveniente del gobierno.
Un gobierno que necesita de tales medios.
Pero, además, de forma sórdida y denigrante, pues en ningún momento el objetivo es para difuminar la tarea oficial (¿Cuáles hechos y resultados y logros de beneficio social?) sino para enlodar a los opositores, a los incómodos y a los indeseables.
Y en tal operativo, en el transcurso del llamado sexenio próspero, muchísimo dinero ha sido canalizado.
SALARIOS DE HAMBRE LLEVAN A LA CORRUPCIÓN
También habla el góber de unas ocho mil personas en la, digamos, industria periodística, que constituye por todos lados, el negocio, el gran changarro de la información, de igual manera como por ejemplo, la ex alcaldesa y ex diputada federal, delegada federal de la Profeco, Elizabeth Morales García, apuesta a su negocio sexual con las sucursales de ‘’Sodoma’’.
¿Ocho mil personas trabajando en los medios?
¡Bueno!, otra cosita es que todos sean reporteros y fotógrafos que exponen la vida en la calle en el cumplimiento de la tarea informativa.
En los días del multihomicidio en el DF (cuatro mujeres y un fotógrafo, Rubén Espinosa, todos con el tiro de gracia), el gobierno de Veracruz filtró a un Veracruz con 8 mil reporteros que sirvió, por ejemplo, de ironía a Carlos Marín, director general de Milenio.
No obstante, fueron ocultados los miserables salarios de hambre que los magnates periodísticos pagan a la infantería reporteril y también, por añadidura, al resto de los 8 mil empleados.
Y los salarios de hambre suelen llevar cuando el periodismo (como la política) se ejerce sin ideas, ideales ni principios, a la corrupción, que es el estado de cosas en la vida nacional.