La diputada federal y todavía presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, Eufrosina Cruz Mendoza, calificó como un rotundo fracaso la actual política de apoyo para los pueblos indígenas, impulsada por la administración federal.

La diputada federal, originaria de la comunidad de Santa María Quiegolani, en Oaxaca, sostuvo que la mayoría de los recursos que son destinados para los pueblos indígenas no son asignados por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), sino por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), encabezada por la experredista Rosario Robles, quien fue señalada durante el proceso electoral por hacer mal uso de los recursos y utilizarlos para promover a los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Cruz Mendoza dio a conocer que uno de los rubros que más se ha visto afectado por la falta de inversión, es el campo, pues en su entidad, “se está padeciendo el tema de la roña del café, se padece la falta de lluvia, los programas sociales no llegan a los campesinos porque les piden una serie de requisitos que difícilmente pueden cubrir las personas que no saben leer o escribir, por lo tanto, no podemos hablar de competencia, ni de que se aterrizaron los recursos. Si llegan, los coyotes les quitan una parte, o los propios delegados de la Sedesol los condicionan”.

La legisladora indígena sostuvo que Rosario Robles debe asumir su responsabilidad con las comunidades indígenas, y no únicamente llegar a ellas y posar para las fotografías, pues de acuerdo a datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el aumento de la población en situación de pobreza –de 53 a 55 millones de mexicanos- “recae en las comunidades indígenas de Oaxaca, Chiapas y Guerrero”.

La funcionaria pública dijo que la realidad de las comunidades indígenas de todo el país, dista mucho del discurso del gobierno federal que sostiene que la atención a los pueblos originarios es una prioridad: “las veces que ha ido (a Cámara de Diputados) la secretaria de Desarrollo Social, le he cuestionado la estrategia de los municipios sin hambre, 291 municipios de Oaxaca están en ese programa, pero cuando caminamos en la entidad, no hay un presidente que no se queje de que llevan años solicitando recursos a Sedesol o Conagua sin que tengan respuesta por el enorme cúmulo de requisitos, pero cuando quieren establecerse las empresas transnacionales, ni siquiera le preguntan a la comunidad si está de acuerdo o no”.

La legisladora declaró en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que no se puede hablar de avances sustantivos en el bienestar de las comunidades originarias, hasta que el mismo gobierno elimine las trabas y limitaciones al acceso a una mejor calidad de vida de todos los ciudadanos.

Ciudad de México.

Unos 5 mil jóvenes presos por la comisión de delitos graves en el país, de los cuales el 22 por ciento por homicidio, es una lamentable realidad aún más lacerante.

Niños y adolescentes de nuestro país caen en las redes del crimen organizado por problemas familiares, pobreza, desescolarización o adicciones viéndose abocados a incurrir en delitos que les marcarán sus vidas para siempre.

“La mayoría de los chicos que se enrolan en el crimen organizado viven un infierno. Están en shock, y en su vida imaginaron tener que ejecutar, o descuartizar, a una persona”, manifestó el ex delincuente juvenil el Maru, hoy facilitador de procesos educativos en la organización social Cauce Ciudadano.

“Son víctimas del abandono de la protección del Estado, de su familia y de su comunidad, aunque al mismo tiempo victimarios, pues lo primero no les exime de responsabilidad penal”, añadió Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

De acuerdo a datos oficiales, resto de menores internados cometió robo con violencia, o portaba arma prohibida, o robo de vehículo, o participó en un secuestro, o cometió delitos contra la salud y el resto es delincuencia organizada.

En México, todos recuerdan a Edgar N. “El Ponchis”, un niño involucrado desde los 11 años con la delincuencia organizada, quien tras su detención en 2010 con 14 años confesó haber degollado a cuatro personas por órdenes de un narcotraficante del cártel del Pacífico Sur.

“Los niños sicarios son considerados desechables, porque el crimen organizado no busca nuevos líderes ni crear una ‘escuela’ para que cuando sean mayores sean ‘mejores’. Los usa y se deshace de ellos”, expresó Pérez.

El Maru coincidió con él y recordó que en la localidad del céntrico Estado de México donde nació, Ciudad Nezahualcóyotl, muchos jóvenes enrolados en el crimen organizado son carne de cañón: “Cuando caen en la cárcel, enseguida contratan a otro”.

En este desfavorecido suburbio de la capital, el Maru pasó su juventud como pandillero y acostumbrado a cometer delitos menores como el robo o la extorsión, en un entorno violento pero sin presencia del crimen organizado, recalcó.

Con la llegada de los cárteles en la última década, indicó: “Se rompió el código y se rompieron las pandillas. Te puedo decir que el 50 por ciento de mis ‘homies’ (amigos) ha sido utilizado por el crimen organizado. Tenemos muchos muertos, muchos en prisión y otros que siguen trabajando”, mencionó.

Enumeró los pozoleros, dedicados a deshacerse de los cuerpos, el que mueve los bultos (cuerpos), el halcón, que vigila las fuerzas de seguridad, el llamado equipo de fuerza -secuestrador- y los torturadores, describió el Maru, que tras alejarse del hampa hace más de un lustro hoy coordina talleres y proyectos para la prevención y atención de jóvenes de barrios conflictivos.

“No te creas que si matas cinco te van a pagar más. Debes entenderlo como una empresa. Antes trabajar para ellos daba muchos ingresos, hoy incluso pagan menos que en una compañía”, señaló el Maru, que hoy supera la treintena.

En esta espiral de violencia y con la lógica mercantilista de los cárteles, se refuerza la idea del joven sicario -en su mayoría varón- como víctima y verdugo, que además si intenta resarcirse, corre el peligro de ser ejecutado por el mismo narco.

Por tal motivo, el director de la Redim denunció que desde las esfera pública se haga hincapié en la “peligrosa” cifra redonda de los mil menores sicarios.

“Genera rápidamente la reacción de actores que dicen: ‘Hay que encerrarlos’. Sin ver que el problema es de orden político y cultural”, afirmó Pérez, favorable de transitar definitivamente de un modelo punitivo carcelario a uno que priorice las medidas socioeducativas, una visión secundada por muchos especialistas del sector.

En la actualidad, en México, se separa a adultos de menores criminales, estos se recluyen en centros de tratamiento, aunque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos probó en un estudio que la privación de libertad llevaba al 80 % de los jóvenes presos a reincidir, añadió.

Elena Azaola, profesora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de antropología Social, se pronunció a favor de “reincorporar sanamente a los jóvenes a la sociedad”.

La grave problemática impacta en el tangible más valioso para el futuro de una nación, sus niños y jóvenes, y por ello ya ha recibido atención internacional.

El Comité de los Derechos de los Niños de las Naciones Unidas denunció recientemente el reclutamiento de menores en México por parte de la delincuencia organizada.

Chilpancingo, Gro.

David Cienfuegos Salgado, secretario de Gobierno estatal, informó el asesinato de Miguel Ángel Jiménez Blanco, promotor de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), en las inmediaciones del poblado Xaltianguis, municipio de Acapulco.

Jiménez Blanco fue designado por la dirigencia de la Upoeg el año pasado, poco después de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre, en Iguala, para apoyar en su búsqueda, encabezando brigadas de familiares que fueron a excavar decenas de fosas en Iguala.

Cienfuegos Salgado señaló que poco después de las 20 horas de este sábado dirigentes de la Upoeg le confirmaron la muerte de Miguel Angel Jiménez, aunque dijo todavía no tenía información precisa de cómo se suscitó el crimen. En tanto, vía telefónica, el líder de la Upoeg, Bruno Plácido Valerio, a pregunta expresa en cuanto a que si efectivamente habían asesinado a Jiménez Blanco, simplemente se concretó a responder: “sí”.

El cuerpo de Miguel Ángel Jiménez fue hallado en el asiento del conductor de un taxi cerca de las 18 horas.