sábado, noviembre 16, 2024

Expediente 2016

Góber bipolar y rectora UV bragada

Por: Luis Velázquez

Miles de estudiantes, maestros y burócratas marcharán para defender el patrimonio de la Universidad Veracruzana, UV, ante el capataz Javier Duarte.

Y José Enrique Levet Gorozpe, líder del FESAPAUV que aglutina a 6 mil académicos de la máxima casa de estudios, dice:

“Javier Duarte padece tirria por la UV.

Primero, porque nunca estudió en la UV.

Segundo, porque nunca ha entendido la función social de la universidad pública.

Tercero, porque mientras la UV, como todas las del país, tiene como esencia un espíritu crítico, JD quiere aplausos.

Y cuarto, porque cree que el subsidio estatal a la UV es demasiado”, y por eso mismo, su rara y extraña conducta pública, que le ha llevado, hasta anoche, a retener 2 mil 70 millones de pesos del subsidio estatal y federal.

Tal cual, el choque frontal y abierto ante la rectora Sara Ladrón de Guevara, que en defensa de la UV se ha mantenido con firmeza, sin doblegarse, ante las tomaduras de pelo del góber tuitero, el más famoso en el país en que lo ha convertido la Auditoría Superior de la Federación, ASF, con las millonarias irregularidades en el destino de los fondos federales desde el año 2011.

Incluso, refiere Levet padre, la ASF habla de 35 mil millones de pesos de observaciones a las que JD está obligado a rendir cuentas.

No obstante, en la lógica del dirigente sindical, en ningún momento a JD le ocupa ni preocupa “la monumental marcha” anunciada para el día de hoy por la UV.

Y ni le ocupa ni preocupa, porque el góber tuitero está acostumbrado a marchas hasta virulentas todos los días en que ha tenido como solución salomónica la paliza, por ejemplo, a los pensionados en el mes de diciembre del año anterior.

Y una marcha más, ninguna resonancia tendrá ante un político bipolar, colérico, resentido, rencoroso y vengativo.

JAVIER DUARTE, TREPADO EN SU MULA

Con esa mentalidad, a JD le ha resultado difícil entender y comprender el artículo 3 Constitucional, no obstante que el secretario General de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, es doctor en Derecho Constitucional titulado en la UNAM.

El artículo contempla, entre otras cositas, la autonomía de las universidades públicos que en la lógica de Levet significa la libertad para armar los planes educativos y la libertad de cátedra, pero de igual manera, la facultad para nombrar autoridades y para administrar los recursos públicos.

Y en México, la ley establece que el gobierno federal y los gobernadores de cada una de las entidades federativas están obligados a financiar la educación superior.

Y como en el caso de la UNAM, el gran modelo universal a seguir, el gobierno federal deposita en forma directa el subsidio correspondiente, sin intermediarios de ninguna naturaleza.

Por el contrario, JD ha retenido trepado en su mula tanto el subsidio estatal como el federal, que al momento significa más de 400 millones de pesos.

Y más aún, desafiando tanto a la ASF como a la misma secretaría de Hacienda y Crédito Público que depositó en tiempo y forma el subsidio a la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, que retuvo de manera inexplicable, quizá debido a la llamada “Operación licuadora”, tan practicada por el duartismo, y que consiste en desviar el dinero público a otros programas, a otras regiones y acaso a otros bolsillos.

Incluso, al jineteo bursátil como lo han denunciado el diputado local, panista Jorge Vera, y el presidente del CDE del PRI, Rogelio Franco Castán.

Entre JD y la UV se ha dado una confrontación que ahora alcanza un paso sólido más, como es “la monumental marcha” en Xalapa, la capital y la sede de la casa de estudios, y en los diferentes campus.

LA TIRRIA DE DUARTE A LA UV

Desde la toma de posesión, JD ha actuado así ante la UV.

En aquel tiempo sostuvo la primera reunión con el doctor Raúl Arias Lovillo, quien le planteara un adeudo millonario heredado por Fidel Herrera Beltrán, no obstante el cabildeo diplomático, lleno de prudencia, que el ex rector mantuviera ante el góber fogoso.

Y de inmediato, en un testimonio de buena voluntad, JD aportó un abono considerable a la deuda que ascendía a más de mil millones de pesos.

Pero luego, con los meses y los años se fue colgando y colgando y colgando como si fuera la gran constante en su filosofía política ante la UV.

Raúl Arias terminó su mandato académico y lo relevó Sara Ladrón de Guevara y JD ha seguido igual.

Incluso, peor, porque la rectora apostó, digamos, a una revolución pacífica ante JD, lo que terminó encabritando más al góber tuitero.

Y, bueno, ante un gobernador bipolar y una rectora bragada, se corre el riesgo de que las dos partes salgan perdiendo.

Un día, el reportero Carlos Loret de Mola preguntó al doctor José Narro su estrategia para mantenerse en la UNAM, pero también para haber incrementado el presupuesto federal.

“Las buenas relaciones” contestó el ahora secretario de Salud.

Y las buenas relaciones, dijo, con el presidente Enrique Peña Nieto, quien en los últimos tres años aumentó de manera sustancial el presupuesto a la UNAM.

En Veracruz, JD padece tirria a la UV dice Levet.

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