viernes, septiembre 20, 2024

Crónicas de mi Pueblo

El Cementerio Municipal

Un cementerio, es el lugar destinado a enterrar a las personas que han fallecido.

En nuestra ciudad desde tiempo inmemorial  el primer cementerio para las personas pobres,  estuvo ubicado al Sureste de las faldas del barrio Lerdo,  muy cerca del  zanjón del Arroyo Pipitzol.

En 1830, el gobierno  del estado, giró  la orden a todos los Ayuntamientos  en el sentido de que  construyeran sus cementerios necesarios,  de acuerdo  con las autoridades sanitarias.

Para evitar la costumbre de sepultar los cadáveres  de las personas adineradas en los templos o atrios de los mismos.

En la estación  del estío de 1833, los habitantes de la entonces Villa, que en su mayoría  no tenían  los más  elementales hábitos  de higiene, se vieron  devastados  con funestas consecuencias.

EL domingo 31 de Agosto del año antes referido, ocurre el primer caso de Cólera Morbus en San Andrés.

Los días  25, 26 Y 27 Septiembre fueron funestos, morían  diariamente doscientas  personas; más  de tres mil  fallecieron en el  mes  que duró  la epidemia.

EL pequeño  cementerio Pipitzol,  como le llamaban,  no se dió  a basto y, en diversas áreas  de la ciudad fueron sepultados los cadáveres, por orden  de la autoridad.

EN 1878, se inaugura el Cementerio que actualmente conocemos, en las afueras de la población; era Jefe del Cantón  el Coronel  Celso Ortiz Moreno.

EL dístico de la placa de mármol, que está  ubicado en el frontispicio en la parte superior del pórtico  principal, fue idea de Don Salvador Moreno Posse. «ORAD POR LOS QUE FUERON, ELLOS AYER VINIERON».

Con los restos de los caídos  el 28 de Febrero de 1872 en el ataque a está plaza, lo cuales fueron  colocados en la primera tumba del nuevo cementerio.

Con repiques de campanas, cañonazos  y el toque  de la marcha fúnebre, se apertura el nuevo Camposanto; en la esq.que formaban el Camino a Xoteapan hoy Manuel A. de la Cabada y, la Hoya ( camino viejo a la Joya), hoy calle Melchor Ocampo.

La nueva necrópolis, contribuyó a que se creara  un ambiente más  sociable entre los pobladores, privilegiando la nivelación de clases.

Lo cual dió  lugar a que en los sepelios  y, el día  de los difuntos, todas las personas se mezclaran  en una convivencia más  humana.

El Columbario que contiene los nichos en la parte interior de la pared frontal del Fosal,

se construyó en 1880.

Ahí  fueron sepultados los cadáveres  de personas pudientes  o distinguidas  que fallecieron entre  los años 1880, 1882 Y, 1889, durante la  epidemia  de la viruela escarlatina  y, posteriores.

Mención  especial  merece el Dr. José  Smith, médico  humanista cuyo restos descansan en el mencionado columbario, el cual falleció  por contagio de la Viruela Escarlatina, al visitar de casa en casa a los enfermos muy  pobres, montado en una bestia  y sin cobrar emolumento alguno.

El pueblo en reconocimiento a su altruismo   le dedica la placa de mármol  que está  en el frente de su nicho.

A fines la década  de los 50s, se amplía  el Cementerio  a una segunda  sección, en virtud de resultar  insuficiente.

La barda perimetral se construyó  gracias a la iniciativa de Doña Emilia del Prado Peláez, Doña Florisa  Torres, Georgina  González de Ballados, Clarita del Prado Peláez, Sr. Mario Ballados Palacios, Ing. Manuel Pérez,  Chepita Cuellar  y,  la incondicional ayuda económica  y moral del caballeroso y muy apreciado Don Isidro  Pouchoulén Pretelín

Durante el período  de gobierno  del C.P  Octavio Pérez  González, como Presidente Municipal, viendo la imperiosa necesidad de un nuevo panteón, adquiere un terreno muy grande para hacer un cementerio acordé a las necesidades de la creciente ciudad.

Mandó  hacer una maqueta que se exhibió  en los bajos del Palacio Municipal, con calles bien trazadas, oficinas, crematorio, sala de velación, arbolado, empastado y, en donde ya no se permitirían  construcciones ; todas las tumbas serían iguales, sólo con  una placa de identificación.

Pero, con su fallecimiento quedó  trunco  el proyecto y, el  terreno fue empleado  para  la construcción  de una muy necesaria  Unidad Deportiva.

Durante la administración  de la Sra. Marina Garay Cabada, el Sr. Alvaro

Lessie Velasco, donó  5 hectáreas  de terreno, ubicadas en Sesecapan, muy cerca de la comunidad  de Morelos, al  H. Ayuntamiento.

Al fallecer el donante, surgieron  algunas complicaciones, mismas que quedaron resueltas hasta el día  23 de Septiembre del 2020.

Recibiendo el Alcalde Octavio Pérez  Garay, las escrituras de propiedad.

Se pretende en este lugar, ubicar el nuevo Cementerio Municipal, desde luego, después  de contar con la aprobación  de la Secretaría  de Salud.

Lo cual, vendría  a resolver el grave problema que existe actualmente en ese sentido.

Urge el nuevo Cementerio, dado el crecimiento demográfico  de la población

Y, que al  actual, se le dé la atención  necesaria, tanto por las personas que tienen sepultados ahí a sus seres queridos, como por las autoridades responsables del ramo.

Porque al final de la jornada, esa es nuestra morada eterna.

Por mi parte es todo, deseo que tengan un fin de semana feliz y, que Dios los bendiga abundantemente.

Profr. Sixto Carvajal

Cronista de San Andrés  Tuxtla.

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