sábado, septiembre 21, 2024

Barandal

* Políticos querendones

* “La rata” de Winckler

* Rencor de Bravo Contreras

Luis Velázquez

07 de diciembre de 2019

ESCALERAS: Hay un político en Veracruz que hace de su vida una grandeza… Casi casi, como “Yo soy el Estado” de Luis XIV, pronunciado a los 19 años de edad, ungido rey… En una primera vertiente es un hombre enamorado de sí mismo, ególatra, un alto concepto de sus capacidades y atributos… Los demás, son poca cosa… Digamos, y como afirma Fiódor Dostoiesky en su novela “Pobre gente”, gente insignificante… En su forma de ser y actuar, es el principio y el fin… Quizá, cuando cada mañana al despertar se baña y asea, demorará una, dos horas frente al espejo… “Espejo, espejo, espejito”…

PASAMANOS: En una segunda vertiente, la grandeza de sí mismo lo lleva al vituperio a los demás… Incluso, con su inteligencia y talento se vuelve despectivo… Quizá, en algunos casos, tendrá razón de sobra y de peso… Pero al mismo tiempo, y si así fuera, nada más digno en la vida como la mesura y la prudencia, la cordura y la reflexión… Y más, porque de acuerdo con la Cartilla Moral, nada se gana con la soberbia y la petulancia, y el desdén y por el contrario, solo se abona la discordia… En el siglo pasado, los pendientes personales se arreglaban con un duelo… En un duelo, Alexánder Puskhin perdió la vida cuando inculpó a un militar de haberle “bajado” a su esposa guapísima y bella…

CORREDORES: Es Luis Angel Bravo Contreras… El famoso, digamos, Procurador de Justicia y Fiscal, de Javier Duarte, el político preso (no preso político) en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México… Bravo Contreras fue enviado al penal de Pacho Viejo por el yunista Jorge Winckler Ortiz, hoy, prófugo de la justicia con su maestro, el Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio…

BALCONES: Y por eso mismo, el ex Fiscal duartiano pasó muchos días y noches, semanas, meses, en la cárcel… Y la cárcel, dice el sicólogo, siempre marca aunque duermas una noche… De ahí que ahora cuando está en libertad bajo fianza, Bravo Contreras llamó “¡rata!” (“rata de dos patas” diría Paquita la del barrio) a Winckler, acusado por el gobierno de Veracruz de tortura y desaparición forzada… El adjetivo calificativo de “¡Rata!” expresa el más terrible y espantoso odio y rencor del corazón y de las neuronas de un hombre contra otro hombre… Y con tanto odio, el alma se pudre dice el chamán…

PASILLOS: ¡Vaya espectáculo político, social y moral!… Un político llamando a otro “¡Rata!”… Rata inmunda, rata de dos patas… Albert Camus escribió una novela imborrable… Se llama “La peste”… Un pueblo empieza a llenarse de ratas y ratas, y al ratito, el pueblo va sucumbiendo poco a poco, tragado por las ratas… Hay personas que miran una rata y atemorizados se trepan a la cama, a una silla o al escritorio… Pero, bueno, el concepto de rata forma parte del acervo cultural y sicológico de Bravo Contreras…

VENTANAS: Por ejemplo, cuando tomara posesión de la Fiscalía dijo que en su oficina había encontrado un ejército de cucarachas que su antecesor, Felipe Amadeo Flores Espinoza, tenía con beneplácito… Con todo, el concepto de “¡Rata!” a Winckler expresa la relación humana a la que suelen llegar los políticos y los grupos políticos a los que pertenecen… Un nostálgico diría: ni modo, “el hombre es el lobo del hombre”… Juan Maldonado decía que “la política es un tragadero de hombres”… En el siglo pasado, las pasiones llevaban a los políticos a matarse entre sí… Por encima de todo está la grandeza moral y cultural y sicológica con que los políticos se tratan… El pueblo, mirando el reality-show…

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