viernes, septiembre 20, 2024

Expediente 2019

El profeta azul
Luis Velázquez
12 de noviembre de 2019

Joaquín Guzmán Avilés estrenó la presidencia del CDE del PAN, más que como un político, un profeta. El profeta del PAN, y al mismo tiempo, el profeta del desastre anunciado para MORENA, el PRI y el PRD.
En su debut anunció, como si tuviera «una bolita de cristal», unas barajas, la lámpara votiva de los brujos, que el PAN «volverá a ser primera fuerza política» en Veracruz.
¡Hosanna, hosanna, ha nacido el Niño Dios de Veracruz!
Nadie, claro, y todo mundo lo sabe, es dueño del destino. Tampoco tiene sueños cósmicos para predecir el futuro mediato e inmediato como la gitana de Gabriel García Márquez que se alquilaba para soñar. Ni siquiera, vaya, hay seres humanos capaces de adivinar el día de mañana.
Pero el cacique de Tantoyuca en el norte de Veracruz y en donde, todo indica, ya doblegó a los ex priistas y panistas de nuevo cuño, los García Guzmán y García Escalante, está seguro de que en el año 2021 derrotará a MORENA con la elección de presidentes municipales, síndícos y regidores y de diputados locales y federales.
Y ni se diga en el año 2024 cuando de nuevo regresarán a la gubernatura, ya con él de candidato y/o con el senador Julen Rementería del Puerto, su nuevo aliado luego de romper con Miguel Ángel Yunes Linares y quien encumbrara a los dos.
El discurso del panista fue demasiado aventurero. El politólogo Carlos Ronzón Verónica, por ejemplo, vislumbra, sin tener bolita de cristal y mirando hacia el pasado, que cuando un partido político asciende al poder, como MORENA el año anterior con treinta millones de votos, dura, mínimo, dos sexenios, es decir, doce años en el trono imperial y faraónico.
Y con el riesgo de que se repita la historia priista que permanecerá en el poder casi noventa años.
Por eso, y a primera vista, si MORENA hace un buen gobierno y cuaja en el corazón electoral, entonces, está en chino que la profecía de Guzmán Avilés se cumpla.
Mucho ganaría el CDE del PAN si conserva las mismas alcaldías y diputaciones locales y federales usufructuadas hoy.

LA PROFECÍA ESTÁ EN CHINO

Ha de verse, por ejemplo, el ejército panista alrededor del nuevo presidente del CDE.
Entre otros, los siguientes:
Francisco Gutiérrez de Velasco. Ex alcalde y ex diputado federal, y debut y despedida. Incluso, la yunicidad lo relegó en Boca del Río.
Tito Delfín. Dos veces alcalde y diputado local y efímero subsecretario yunista, derrotado en las urnas.
Enrique Cambranis. Ex presidente del CDE del PAN, diputado federal en funciones soñó con la coordinación de la bancada panista en la LXV Legislatura y fue derrotado por Omar Miranda.
Germán Yescas. Ex diputado local, ex yunista, y pare de contar.
Víctor Serralde. Enriquecido con sus compañías constructoras en el tiempo de Abel Cuevas Melo como titular de la SEDESOL felipiista, ex diputado federal, congelado y desterrado del PAN de su ex amigo Pepe Mancha, quien lo traicionara cuando se fuera con Miguel Ángel Yunes Linares, resucitando como Lázaro.
Revísese, entonces, la profecía de Guzmán Avilés midiendo la operación política de todos ellos para resucitar al PAN como la primera fuerza electoral de Veracruz.
Está en chino.
Además, con la competencia interna de la yunicidad, pues y por ejemplo, chocarán «piedra y coyol» cuando sean elegidos los candidatos a presidentes municipales y diputados locales y federales por la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Claro, si ‘El chapito’ ya cedió ante el gobernador para quedarse con una magistratura del Tribunal Superior de Justicia y asestó golpe de Estado a su amigo y operador, Enrique Cambranis, entonces, nadie dudaría de un pacto, pacto de sangre quizá, con el mismo Cuitláhuac, acaso, digamos, con el Yunes azul.
Sin Yunes aliado con Guzmán Avilés para que el PAN sea primera fuerza política en Veracruz está canijo.

LAS MIELES DEL PODER

El nuevo presidente del CDE del PAN llamó a la unidad en su discurso inaugural. Pero solo de dientes para fuera. El sabe, como todos los políticos, que en todo caso, la unidad (fingida unidad) dura en tanto nadie se ocupe del reparto de las las mieles del poder.
Inverosímil, por ejemplo, una reconciliación de  Víctor Serralde y Pepe Mancha.
Más impredecible un acuerdo entre Francisco Gutiérrez y los Yunes boqueños.
Simple y llanamente, y por ahora, Guzmán Avilés con sus diputados locales y federales y alcaldes, y Yunes Linares, con los suyos.
El presidente estableció, además, y por decreto, que en «las marcas» entre panistas «caben todos».
Ene millón de veces se ha escuchado el mismo estribillo político, y a la primera de cambios, se dan por todos lados.
¡Vaya iluso diciendo que «el PAN no le pertenece a nadie, pues está para servir a los ciudadanos»!, ajajá.
El PAN, así lo consigna la historia local, perteneció un tiempo a Pepe Mancha (casi mil millones de pesos en obra pública en la yunicidad, y por dedazo, para sus compañías constructoras, según denuncia del ORFIS).
Otro tiempo perteneció, qué caray, a Enrique Cambranis.
Tiempos, incluso, cuando se hablaba del PAN rojo con Javier Duarte y Fidel Herrera Beltrán.
Hay un profeta en el CDE del PAN. Y de acuerdo con la historia, la mayor parte de profetas vendiendo esperanzas y utopías han sido crucificados.

Publicidad




Otras noticias