Xalapa, Ver.
De acuerdo al Instituto para la Economía y la Paz (Institute for Economics and Peace, IEP) en sólo una década Veracruz ha empeorado en los indicadores promedio del Índice de Paz de México (IPM); a diferencia de la mayoría de los estados del país (26 de 32), la entidad muestra un retroceso, siendo el peor de ellos la Eficiencia de la Justicia.
Según el apartado “Tendencias en el nivel de paz”, el cambio porcentual en las calificaciones apunta “deterioro”, con un cambio en Veracruz de ocho por ciento durante los últimos 12 años; colocándolo con un mediocre semáforo de “Paz positiva media baja”.
Esto significa que durante la gestión del mandatario estatal desde 2010 a la fecha, la impartición de justicia ha venido empeorando cada vez más en comparación con los datos registrados a la administración de su predecesor, Fidel Herrera Beltrán (de 2004 a 2010), al tener un promedio de 4.8 contra 3.8, es decir, un punto porcentual más en referencia negativa a su puntuación.
En específico la categoría global mide el nivel de paz en todo el mundo, pero también marca la de los 32 estados de la República con el IPM de acuerdo a siete variables principales: Homicidio, Crimen violento, Crimen con armas, Encarcelamiento, Financiación de la Policía, Crimen organizado y Eficiencia de la Justicia.
En este último, el cual es la proporción de asesinatos sentenciados de acuerdo al número total de homicidios, le da una calificación de 5.0 para 2014, es decir el color rojo en escala de cinco colores (de más a menos pacífico: verde oscuro, verde claro, amarillo, naranja y rojo), siendo que el mismo parámetro reportaba 10 años atrás un puntaje de 3.612 (color amarillo), lo que muestra que el estado se encontraba dentro de la media nacional.
Con respecto a los otros indicadores, Homicidio, que incluye asesinato, infanticidio u homicidio culposo sin negligencia, además de aquellos relacionados con drogas, ha mantenido constante una nota verde (bajo, comparado con la media nacional) con un promedio de 1.643 en una década.
Asimismo, en la categoría de Crimen Violento, que abarca violación, robo y asalto agravado, permanece estable con el promedio de 1.922, de acuerdo a sus cifras.
En cuando a Crimen con Armas, el cual es la proporción de delitos que involucran armas de fuego, se expone que, si bien la puntuación fluctúa aún por debajo de la media desde 2004, el uso de armas de fuego a la hora de cometer un ilícito en Veracruz se ha incrementado constantemente a partir de 2010, puesto que un repunte mayor es notorio en el último segundo lustro, lo que da un promedio de 2.347 (2004-2009) a 2.677 (2009 a 2014).
El cuarto indicador, Encarcelamiento, señala que en Veracruz se ha ido reduciendo con respecto a la década anterior, esto podría deberse, entre otros factores, a los cambios en materia penal y la intervención de grupos para la defensa de los derechos humanos, así como a la corrupción; en 2014 se registra una calificación de 2.01, que baja drásticamente para 2014 a 1.0, pasando de medio bajo a bajo.
Sobre Crimen Organizado, que engloba extorsión, secuestro, delincuencia organizada y crímenes relacionados con drogas, refiere que en 10 años los resultados jamás han superado el indicador verde, con lo cual, se mantiene una percepción global baja, en contraste con Nuevo León y Tamaulipas, que superan la media nacional, enfrentando 4.561 y 3.406 respectivamente contra 1.418 de Veracruz.
El estudio revela que “los datos obtenidos mediante encuestas sobre algunos indicadores, como la delincuencia organizada, revelan tendencias contradictorias, con percepciones de que la actividad de pandillas baja pero las experiencias de extorsión, secuestros y fraude aumentan”.
Además advierte que también existe poca información comparable sobre delitos con violencia, pues las encuestas de victimización nacionales no plantean preguntas que puedan compararse con los indicadores del IPM, de allí que surjan antítesis (más del 60 por ciento de los delitos en México no se denuncian).
Por último, el factor denominado Financiación de la Policía, el cual muestra cómo gran parte del Fondo de Contribución de Seguridad Pública del Distrito Federal (DF) es asignado a cada entidad federativa, destaca que durante 2010 y 2013 se ha tenido que inyectar cada vez más dinero en la lucha contra la delincuencia; en Veracruz se advierte que fue durante 2013 y 2014 que se ha aumentado el requerimiento económico para las corporaciones del orden.
Esto concuerda también con los anuncios de la Fiscalía General del Estado (FGE), quien ya ha solicitado mayor financiamiento para garantizar la seguridad en Veracruz, pero el estudio no toma el alza del capital hacia este rubro como algo positivo, puesto que la inversión en contención de la violencia podría destinarse a áreas más productivas como infraestructura, innovación o educación.
Además señala que en el caso de los municipios y delegaciones la historia es bastante similar, dado que el gasto en seguridad se financia de los recursos propios y de los ingresos obtenidos del Subsidio para la Seguridad en los Municipios (Subsemun). De los recursos invertidos por estos actores, alrededor del 74 por ciento son recursos propios y 26 por ciento correspondieron al Subsemun.