viernes, mayo 3, 2024

El tlacuache tropical: ¿en enigma para la fauna silvestre?

Biol. Rosamond Coates
Estación de Biología Tropical Los Tuxtlas
Instituto de Biología, UNAM

El tlacuache común, también localmente llamado tacuazín y a veces zarigüeya común es conocido científicamente como Didelphis marsupialis (Sureña Tropical) y es una especie de marsupial didelfimorfo de la familia Didelphidae. Esta especie se distribuye desde el este de México, en Norteamérica, hasta el norte de Brasil, Bolivia y Perú en Sudamérica. En México son algo común y se encuentran presentes en el 78% del territorio. Aquí en México no consideramos este mamífero en ninguna categoría de riesgo en relación de su estado de conservación. En la región de Los Tuxtlas existen cinco especies de marsupiales de diferentes tamaños y a la mayoría los llamamos tlacuaches. Su nombre común proviene del náhuatl “tlacuatzin “que significa “pequeño come fuego”. En la mitología esta especie robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres por lo que era muy importante.

Los tlacuaches son los únicos marsupiales mexicanos y aunque tienen el aspecto de una rata gigante, tienen un parentesco más cercano con los canguros. Las hembras tienen un marsupio (bolsita en la panza) donde transportan a sus crías durante los meses inmediatos después del nacimiento. Pueden tener entre 8 y 20 crías por camada, aunque no todos sobreviven. Después de aproximadamente 90 días, las crías saldrán del marsupio y viajarán pegadas a su madre en su espalda.

Los tlacuaches son especies torpes ya que son lentos y no tienen una buena vista por lo que todos los depredadores se vuelven sus depredadores. Sin embargo, el mayor peligro son los seres humanos quienes los matan solo por su aspecto. Se ha observado cuando se sienten amenazados su principal defensa es parecer que están muertos, de esta forma sus depredadores se confunden y tienen un breve tiempo para huir. Pero cuando sus las crías están en peligro, pelearán hasta morir con tal de salvarlas.

Lamentablemente el desconocimiento sobre sus ciclos de vida y su aspecto físico ha contribuido a que en muchos lugares de nuestra región y en el país se les considere como animales indeseables, sucios o que acarrean enfermedades. Por ello se les persigue y muchas veces se llega a matarlos sin necesidad.

Otra amenaza grave a su vida se da en las carreteras o en los caminos en las ciudades. Debido a la expansión de la mancha urbana, los humanos invadimos territorios de los tlacuaches, por lo cual es casi inevitable que busquen hogar en terrenos baldíos, parques, etc., cerca de la población humana. De hábitos nocturnos, los tlacuaches entonces salen en busca de alimento cuando son menos visibles para los coches, por lo cual, en ciertas ciudades de México, tristemente no es raro ver tlacuaches atropellados en la madrugada.

Son omnívoros en sus hábitos alimenticios, es decir que comen insectos, frutas, sobras de comida de casas e incluso, podrían comerse hasta una gallina entera. Esta es una de las razones por las que cada vez más pueden verse en las zonas urbanas en busca de comida en los botes de basura y jardines de las casas. Debido a ciertos aspectos de su dieta desempeñan un papel importante en los ecosistemas al proporcionar servicios esenciales como la dispersión de semillas, la polinización y la regulación de las poblaciones de insectos.

Contrario a lo que parece, los tlacuaches son controladores naturales de plagas, acaban con las arañas, cucarachas, gusanos y para nada son un riesgo para los seres humanos. Son inmunes a ciertos venenos de arañas, alacranes e incluso algunas serpientes. Es un mamífero con un sistema inmunológico potente por lo que tiene resistencia a ciertos virus como la hepatitis, parvovirosis y rabia. Su papel en la transmisión de enfermedades como reservorios de patógenos zoonóticos ha sido muy poco estudiado en México a pesar de que estos animales son los mas asiduos visitantes peri-domiciliarios. La transmisión de patógenos como lo de la enfermedad de Chagas (Trypanosoma cruzi) y varios endoparásitos (Helmintos entre otros), así como ectoparásitos (garrapatas) a la población humana podría estar posiblemente ocurriendo a través de animales domesticados, principalmente perros, quienes frecuentemente matan a los tlacuaches que ingresan a sus patios. En varios países de América del Sur se han detectado que las zarigüeyas o tlacuaches del género Didelphis (D. virginiana, D. marsupialis y D. albiventris) presentan importantes prevalencias de infección por T. cruzi y son consideradas como los hospedadores de mantenimiento del parásito flagelado conocido como tripanosomiasis americana.

Los marsupiales mexicanos o tlacuaches son poco estudiados, por lo cual se debe trabajar más arduamente sobre su papel importancia ecológica en el ecosistema, así como en su importancia medica como la transmisión de enfermedades zoonóticos para informar a la población general sobre estos animalitos y porque es importante su conservación. Aunque los tlacuaches no están en peligro de extinción en general, sí hay algunas subespecies que están en riesgo de desaparecer, como el tlacuache acuático, lo cual no hemos podido detectar a pesar de los años del estudio de los mamíferos terrestres en la región.

Algunas recomendaciones:


Evitar la adquisición de estos animales como mascotas.
Realizar una revisión acarológica y epidemiológica en estos mamíferos.
Establecer estrategias de conservación. Resaltando su importancia ecológica, cultural y médica.

 

 

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