jueves, abril 25, 2024

Después del Covid-19 enfrentaremos problemas de salud mental

Los problemas de salud mental causados por COVID-19 tendrán unos costes “monumentales” y permanecerán tras conseguir la inmunidad, sobre todo los originados por el trauma y el impacto socioeconómico de la pandemia.

Son conclusiones de una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGLobal), centro impulsado por la Fundación española “la Caixa”, en el que se urge a destinar más recursos e incluir los servicios de salud mental como esenciales.

Los autores del estudio predijeron una «crisis global sin precedentes» relacionada con la salud mental y se preguntaron si esto podría convertirse en otra pandemia después del COVID-19. Recordaron que antes del brote de la plaga del coronavirus, los costos económicos globales asociados con los problemas comunes de salud mental alcanzaban el billón de dólares al año, y que en los países pobres y de ingresos medios, el 85% de las personas con trastornos mentales no recibían tratamiento. Los expertos confirmaron: «La pandemia de COVID-19 ha afectado la salud de las personas, pero también sus objetivos personales, la motivación familiar, el rol laboral y la estabilidad económica». Destacaron que el impacto en la salud mental «se da a través de múltiples mecanismos al mismo tiempo y requiere una acción urgente para intervenir, prevenir y prepararse».

Los cambios profundos en los hábitos, comportamientos e interacciones de la vida diaria, el miedo a las enfermedades infecciosas, los riesgos asociados con las ciudades y la «desconexión con la naturaleza» son algunas de las causas de los problemas de salud mental. Condiciones que conducen a cambios en el comportamiento familiar, violencia doméstica, aislamiento, soledad, duelo por familiares y amigos fallecidos, o ansiedad por el trabajo básico, «agotamiento profesional e incluso estrés postraumático» . Ejercer más presión sobre los cuidadores de los pacientes o miembros de la familia y, lo que es más importante, los «cambios socioeconómicos profundos» son otros factores que conducen a problemas de salud mental. También tienen un «impacto profundo» en el estado psicológico de los grupos marginados y las personas en riesgo de ser excluidas.

El estudio muestra que los niños, los adolescentes, los jóvenes, las mujeres y los ancianos, así como las personas con problemas de salud previos, los inmigrantes, los refugiados y los trabajadores de «primera línea» que toman medidas contra las enfermedades son los más afectados por los trastornos mentales.

Los investigadores predijeron que es difícil de cuantificar y costos «enormes», y advirtieron que los problemas de salud mental debido al trauma y las consecuencias socioeconómicas persistirán.

Sugirieron que los servicios de salud mental deberían incluirse cómo servicios «básicos» y deberían realizarse innovaciones en telemática, formación profesional y políticas de protección social.

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