sábado, abril 20, 2024

Columnas Luis Velázquez

Escenarios

•Amar en Veracruz

•Celos impulsivos

•Navajeó a la novia

Luis Velázquez

05 de junio de 2020

UNO. Amar en Veracruz

En el poblado de Tecamalucan, Acultzingo, Alejandro N discutía con la novia. Celoso con pasión insensata y desquiciante, le reprochaba una relación amical. A lo lejos, en la tarde que se iba, se escucharon los chillidos de una gata. Y el corazón se le alebrestó.

Y como mago en un circo pueblerino, sacó una navaja y se le fue encima, sobre el cuello. Y la hirió.

Y cuando vio la sangre escurrir le entró el miedo. Y huyó, mientras ella desangraba.

Los vecinos llamaron a Emergencias y los paramédicos la trasladaron a Urgencias del Hospital Regional de Río Blanco.

El último reporte es que se debate, como dicen los clásicos, “entre la vida y la muerte”.

DOS. José Vascon… celos

Fue una puñalada de amor. Pasiones enloquecedoras que suelen darse.

Los amigos de José Vasconcelos, rector de la UNAM, secretario de Instrucción Pública del presidente Álvaro Obregón, dividieron su apellido en dos partes. Vascon/celos.

Era desgarrador, indomable, en los celos. “Antes que la lujuria, decía, conocí la soberbia”.

En Francia, su pareja, Angélica Rivas Mercado, se fue a la iglesia de Notre Dame. Allí, sacó una pistola de la bolsa de mano y pegó un tiro.

Los celos de Vasconcelos la habían desquiciado y se creyó y sintió atrapada y sin salida.

TRES. Domar los celos

Con los celos, dice el sicólogo, se ven visiones y la imaginación alcanza niveles desquiciantes.

“Mía o de nadie” es la premisa. Igual, igualito, Alejandro, de Acultzingo, con su novia.

Pareciera, incluso, que ninguna terapia sicológica existe ni funciona para domar los celos y que son parte de la naturaleza humana.

Se ama y se odia. Se guarda rencor y se perdona. Se ofende y se disculpa. Pero en materia de celos, la pandemia es inderrotable.

CUATRO. Cóctel explosivo

Con los celos, la vida es un infierno. Y por lo regular, la mujer vive azorrillada, temerosa de un arranque frenético de violencia mortífera.

No hay cura, y menos, si la mujer “también es de armas tomar”, pues la pareja termina liquidándose.

Cóctel explosivo: celos, más alcohol, más imaginación calenturienta, más pistola, cuchillo o machete. Más machismo.

CINCO. Vivir sin sosiego

Peor, entonces, los celos en las regiones indígena y campesinas.

Sin controles humanos ni sociales, ni menos sicológicos, en nada el corazón y la imaginación encuentran sosiego.

El cuerpo tiembla de amor, pero más se estremece con los celos.

Asombroso: en Cien años de soledad, que cien años dura la historia de los Buendía, ningún arranque de celos.

Hay amores desaforados, pero en ningún momento los celos se atraviesan.

En Macondo se vivió y gozó el amor intenso y frenético, reposado, en el paraíso terrenal, porque nunca los celos envenenaron la pasión amorosa.

SEIS. Persona insegura

Hay noviazgos, matrimonios y parejas disueltas por los celos. Hijos huérfanos por los celos. Hombres viudos por los celos. Las mujeres víctimas de los celos del marido terminan agarrando sus cosas y se van con el divorcio por delante.

Más, porque la compañera siniestra de los celos es la venganza.

Vascon/celos, por ejemplo, enloquecido, solía enviar cartas a la pareja de su ex amada amante donde le contaba las posiciones del Kamasutra que ambos practicaban en el amor frenético…, hasta que fue demandado en el tribunal.

El celoso, dice el sicólogo, es una persona insegura, influenciable, acelerable, hipnotizada con su imaginación calenturienta y en donde de tanto vislumbrar una realidad la termina creyendo.

Hay quienes después de los estragos de los celos se pegan un tiro.


Expediente 2020

Fiscal Anticorrupción

Luis Velázquez

Una mujer despacha en la Fiscalía Anticorrupción. Llegó por dedazo del góber jarocho de Amlove y se encargará de procurar justicia. Un dicho romano dice así: “Es fácil ser bueno, es difícil ser justo”.

Sin experiencia ni vivencias ni fogueo en el campo de batalla, la Fiscal, Clementina Salazar Cruz, fue jefa de la Unidad de Género de Cuitláhuac García. Y tiene enfrente titipuchal de denuncias penales en contra de funcionarios del gabinete legal y ampliado del bienio azul de Miguel Ángel Yunes Linares.

Incluso, en contra de funcionarios de la secretaría de Salud con Javier Duarte.

A la fecha únicamente ha sido expedida una sola orden de aprehensión en contra de 5 funcionarios de entonces en la secretaría de Finanzas y Planeación, y un solo detenido en el penal de Pacho Viejo, y los otros cuatro, prófugos de la justicia.

En el caso del montón de denuncias penales, quizá les faltó sustento jurídico, soporte legal, y/o acaso “duerman en el sueño de los justos” y que por ahora difícil será conocer la verdad, pues el encargado durante 8 meses, Alfonso Corona Lizárraga, fue enviado de consuelo y premio como comisionado del IVAI.

Tarea titánica. Más, en el tiempo de la 4T, la purificación moral, la Cartilla Moral y la honestidad valiente.

Más cuando Amlove, paz y amor, ha puesto en repetidas ocasiones a su góber como modelo universal de lealtad, honestidad y honradez, nunca de eficiencia y eficacia, tampoco de voluntad democrática.

Pero, bueno, el incienso tirado a su paso bien pudiera ser para que la Fiscal Anticorrupción se aplique.

De lo contrario, los días y las semanas caminan demasiado rápido, sin sentirse, y cuando lo advierta ya será el segundo informe de gobierno y estaremos a mediados del año 2021, tiempo huracanado y turbulento de la elección de presidentes municipales, síndicos y regidores y diputados locales y federales.

Nada levantaría la expectativa electoral para los candidatos de MORENA y el gobierno de Veracruz más que llenar el penal de Pacho Viejo de políticos presos, en ningún momento, se entendería, de presos políticos, como en su momento se cansara de repetirlo Javier Duarte.

EL TIEMPO, PEOR ENEMIGO

Era feliz y dichosa Leslie Garibo cuando en su tiempo de Contralora a cada ratito acompañaba a los secretarios del gabinete legal a la Fiscalía General y la Fiscalía Anticorrupción para interponer el mayor número de denuncias penales contra los yunistas.

El más aplicado, parece, fue el titular de la SEV, el profe Zenyazen Escobar, en contra de sus antecesores, incluido el secretario, acusado del reparto indiscriminado de plazas escolares, y hasta para él mismo.

En segundo lugar quedó, parece, el secretario de Salud, doctor Roberto Ramos Alor, y quien incluso interpusiera denuncias penales hasta en contra de sus antecesores en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, y poco le faltó para incluir a los titulares de la SS con Miguel Alemán Velasco.

Ramalazo duro del secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, en contra de su antecesor por la compra polémica de las videocámaras de seguridad.

Otros secretarios del sexenio guinda y marrón también se aplicaron aun cuando en menor proporción. Quizá poco habría encontrado. Acaso pensaron un parteaguas con los gobiernos anteriores.

El caso es que en la Fiscalía existirán decenas, cientos de expedientes denunciando la presunta corrupción y que la nueva titular ha de enfrentar con resultados concretos y específicos, pues el tiempo electoral está en contra.

Más, cuando en la cancha pública permea el desencanto en el gobierno de Veracruz y que tantas expectativas llenas de esperanza levantara hacia mediados del año 2018.

DENUNCIAS, REALITY-SHOW

Los historiadores aseguran que Benito Juárez era hombre inteligente, y “con aquellos hombres de la Reforma que parecían gigantes” (Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Vicente Riva Palacio, Francisco Zarco, Melchor Ocampo, Sebastián Lerdo de Tejada, etcétera) se volvió una constelación.

Es decir, la Fiscal con su cargo anterior, Jefa de la Unidad de Género, diametralmente opuesto a sus funciones actuales, estaría limitada en experiencias y vivencias y fogueos en el campo de batalla para luchar contra la corrupción, la pasada, y la que pudiera concitarse en el sexenio guinda y marrón.

Pero… si se rodea con gente talentosa y experta y fogueada, entonces, bien podría despegar.

La oportunidad es de oro, pero necesita un gabinete probado en las mejores y grandes ligas, sin incurrir en el amiguismo y el cuatismo y que significa la filosofía política que la encumbrara, pues de lo contrario, la Fiscalía Anticorrupción bien podría convertirse en un club de cafetómanos del mediodía y de la tarde.

Hay muchas denuncias penales por presuntos trastupijes con los recursos públicos, pero cero resultados, vayan a ser fuego artificial y reality-show.


Barandal

•Guerra perdida

•Daño devastador

•Tiradero de cadáveres

Luis Velázquez

ESCALERAS: La muerte tiene carta de adopción en Veracruz. Y consagrada en la parte más elevada del altar patrio. Uno, el tiradero de cadáveres por los carteles. Dos, la violencia intrafamiliar. Tres, el suicidio. Y cuarto, el coronavirus.

Insólito: desde el Hospital Regional de Orizaba, un cordobés se tiró del quinto piso, rebasado su umbral del dolor ante el COVID.

La muerte, claro, forma parte de la vida. Pero resulta inverosímil cuando factores externos la impulsan.

Más, mucho más, cuando los crímenes quedan en la impunidad.

El peor de los mundos.

PASAMANOS: En el siglo pasado, la muerte fue apocalíptica. Por ejemplo:

En 1907, Porfirio Díaz Mori envió al ejército en contra de los trabajadores textiles de Río Blanco en huelga en contra del empresario francés dueño de las industrias y mataron entre cincuenta y sesenta obreros.

Luego, igual como sucede en la novela “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez con la matanza de vecinos de Macondo a partir de la huelga contra las fábricas bananeras, Porfirio Díaz ordenó que treparan los cadáveres a los vagones del ferrocarril y trasladados al castillo de San Juan de Ulúa en la ciudad de Veracruz y arrojados al Golfo de México.

CORREDORES: Hacia 1930, el cacique y latifundista Manuel Parra, con su temible banda “La mano negra”, se pusieron a las órdenes de los dueños de haciendas y asesinaron a unos cuarenta mil agraristas en diez años y a dieciocho líderes campesinos.

Ahora, y desde hace veintisiete años, con Patricio Chirinos Calero de gobernador, inició el tiradero de cadáveres en Veracruz.

En los últimos cien años, ninguna pandemia apareció, como ahora, con el COVID, y en donde todos los días publicitan la danza macabra de la muerte.

BALCONES: Con Javier Duarte, la muerte alcanzó estadios superiores cuando los políticos, los jefes policiacos, los policías y los carteles se aliaron para desaparecer personas.

A la luz del derecho internacional se llama “desaparición forzada”.

Tiempo cuando las personas desaparecían hasta en los retenes en las carreteras y en donde la policía detenía a personas viajando en el automóvil y entregaban a los malandros.

Fue cuando Veracruz alcanzó fama internacional con las fosas clandestinas de “Colinas de Santa Fe”, un delito del que desde entonces, nunca un político, unos políticos, unos jefes policiacos, unos policías, han sido detenidos, procesados y sentenciados.

PASILLOS: Tanta impunidad hay que, por ejemplo, decenas, cientos de padres de familia integraron unos veinte Colectivos para buscar a sus hijos en los municipios donde, se afirma, hay fosas clandestinas.

Y al mismo tiempo, siguen luchando para que la autoridad juzgue, por ejemplo, a Javier Duarte y los suyos por desaparición forzada, con todo y que fue sentenciado a nueve años de cárcel pero por delitos menores.

VENTANAS: “La muerte tiene permiso”, cierto, aquí en Veracruz y en el resto del país.

La inseguridad y la impunidad son las peores hermanas gemelas en la historia.

El tiradero de cadáveres es tanto que los encargados del ramo (secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General) se refocilan y blindan entre sí, porque simple y llanamente, no pueden, están rebasados, llegaron al principio de Peter, les faltan experiencias, vivencias y mañas para una estrategia eficaz y eficiente y viven atónitos.

Más perplejos mirando que desde hace trece años y medio en que el ejército y los marinos fueron enviados a la guerra por Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Amlove, la guerra en contra de los malandros está derrotada y el daño social y moral en la población es devastador.


Malecón del Paseo

•El reportero en 2 mundos

•El mundo de la estrechez

7El mundo de la opulencia

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Todos los días, los reporteros viven en dos mundos… El mundo de su realidad económica y social y el mundo de la utopía socialista… El mundo de la precariedad y el mundo de la abundancia siguiendo a los políticos y funcionarios públicos… El mundo de la estrechez cada quincena corriendo al Monte de Piedad para empeñar el único patrimonio disponible, el anillo matrimonial, y terminar la quincena, y el mundo de la opulencia con los políticos…

ROMPEOLAS: El mundo donde se vive en el día con día y el mundo de las cuentas alegres, la danza millonaria del presupuesto y la opacidad en la aplicación del gasto público… El mundo del desatino pidiendo prestado a los suegros para comprar los zapatos de los niños y el mundo político donde las barbies gastan sin remordimiento de conciencia el dinero público que les dan los funcionario… El mundo avasallante de la realidad adversa y el mundo descarrilado de la esperanza populachera y demagógica… El mundo de la pobreza en casa y el mundo del enriquecimiento ilícito de los políticos…

ASTILLEROS: En el siglo pasado era el paraíso… Tiempo aquel cuando los políticos solían soltar el billete fácil a los trabajadores de la información y había quienes lo aceptaban, pero también quienes lo rechazaban… Tiempo cuando los reporteros eran tratados con excesos y en sus vidas desfilaban las comidas opulentas y el alcohol corría como el agua debajo del puente y en cada gira gubernamental los jefes de prensa les ponían doncellas y cortesanas hasta en la habitación del hotel, además de un sobrecito con el billete fácil… Algunos, quizá, metódicos, pensando en el otro mundo dejado en casa, guardaban el dinerito y lo ahorraban para los gastos familiares…

ESCOLLERAS: Pero en algún sexenio por ahí el dispendio llegó a su fin, y entonces, con las llaves cerradas por todos lados, si algún medio deseaba enviar un cronista a una gira presidencial tanto en el país como en el extranjero debía sufragar los gastos… Fue quizá, parece, con Ernesto Zedillo, y desde entonces, quedó instaurado… Y el tiempo de las vacas gordas terminó para el gremio reporteril, aun cuando para los políticos las vacas gordas siguieron inalterables…

PLAZOLETA: Por eso, y como dice la gitana que en el mercado popular echa las cartas y lee las líneas de la mano, ha de vivirse “antes como antes y ahora como ahora”… Sin vivir con la esperanza por delante porque entonces, cada quien se expone al desencanto… En todo caso, en la relación políticos y medios, cada parte tiene tarea… El político gobierna y ejerce el poder y el reportero informa… El político tiene a ocultar la información y el diarista ha de buscarla antes debajo de las piedras… El político tienta y corrompe de ser necesario y el reportero sabe si extiende la mano para recibir la limosnita…

PALMERAS: Don Julio Scherer García lo decía de la siguiente manera… Entre políticos y reporteros hay un maridaje por interés recíproco y las partes suelen utilizarse… Pero aun cuando se trata de mundos paralelos, vidas equidistantes, cada parte tiene su función definida… Y cuando la línea se transgrede, entonces, el político cae en la tentación de dictar la noticia y el periodista sueña con ejercer el poder público hasta que un día, “la cuerda revienta por el lado más frágil” y que siempre es el trabajador de la información… Entonces, nada más digno y libre que mantener la distancia con el Príncipe…

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