Barandal

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•Intimidados los amorosos

•Asesinatos en moteles

•En riesgo la pasión furtiva

Por Luis Velázquez

ESCALERAS: Las malas noticias para los amores prohibidos y clandestinos, el amor-deseo, el amor pasión, fuego que incendia y prende, vienen del sur.

En Coatzacoalcos, un hombre fue asesinado en el motel El Encanto, en la colonia Ampliación Santa Rosa.

Y días antes, otro hombre fue estrangulado, un comerciante, en el hotel o motel, Privilége, en la colonia Adolfo López Mateos.

Caray, ahora el amor furtivo, el pasión enloquecido y enloquecedor, ha perdido, gracias a los malandros, toda posibilidad.

Así, quizá, y para la Cartilla Moral de la república amorosa, el amor, digamos, institucional, podría quizá florecer.

El amor prohibido se está quedando sin un espacio de libertad.

PASAMANOS: El año anterior, en Córdoba, también dos hombres fueron asesinados en moteles.

Sabrá el chamán si se debió a un esposo engañado. O a una esposa celosa y vengativa. O a una estrategia malandresca para sembrar el miedo y el terror en la población.

Más aún si se considera, por ejemplo, que unas feligresas fueron asaltados una tarde en una iglesia de Córdoba cuando rezaban el rosario.

Y cuando en Coatzacoalcos, una madre de familia dejó a sus hijos en la escuela primaria, la secuestraron y desaparecieron, y cuando el marido se declaró incapaz de pagar el rescate millonario, fue asesinada y decapitada y arrojado su cadáver en la vía pública.

CORREDORES: El caso es que cuando los sicarios asaltan moteles significa palabras mayores.

Y más, cuando los clientes son asesinados.

Entre otras cositas, equivale a que los carteles se sienten dueños del día y de la noche y hacen y deshacen.

Y ni modo que los dueños de los moteles contraten pistoleros para garantizar el amor clandestino, el amor-pasión, el amor-deseo frenético, en santa paz.

Terrible, cuando ya ni en tranquilidad y en paz y con toda la confianza del mundo puede la pareja furtiva encerrarse en un motel.

BALCONES: De seguir así podría ocurrir lo mismo que en el caso de los migrantes de América Central que ante la cacería de la Guardia Nacional y la policía migratoria han dejado de pasar por Veracruz y caminan por el Océano Pacífico camino a Estados Unidos.

Las Patronas de Amatlán, por ejemplo, y que están cumpliendo 25 años de solidaridad humana obsequiando despensas al paso de “La bestia” por el pueblo, han revelado que, en efecto, la migración ha bajado de manera estrepitosa.

Ni modo, al paso que vamos, las parejas furtivas habrán de buscar otras alternativas para hacer el amor y/o el sexo, digamos, a la sombra de la noche en calles y avenidas oscuras.

Quizá vivirían aventura singular con el riesgo, claro, de que la policía los detenga por inmorales.

PASILLOS: En los días oscuros que vivimos y padecemos, del sur de Veracruz han caminado los males de Pandora al resto de Veracruz.

Así fue, por ejemplo, con los llamados ‘Cortinazos’, los malandros rompiendo la pared de un negocio en la noche para robar y saquear, que pasaron a Minatitlán y luego llegaron al puerto jarocho.

En el sur también inició la resistencia pacífica contra la inseguridad con marchas, plantones, desplegados, Plataforma cibernética, cartas a la ONU y protestas en la oficina del gobierno de Veracruz en la ciudad de México.

VENTANAS: Ahora, el asalto a los moteles cuando los amorosos disfrutan la aventura intrépida mirando quizá las películas porno y echándose un whiskazo, mientras la chica hace sabroso streap-tease.

El asalto en moteles significa el peor agravio a los derechos humanos. Caray, ya ni en los moteles pueden las parejas amarse con libertad.