miércoles, abril 24, 2024

Expediente 2020

La Cartilla Azul

Luis Velázquez

‘El chapito’ sigue leyendo la cartilla azul. De hecho, recordando a los diputados panistas disidentes que solo disciplinándose serían candidatos a otro puesto de elección popular, está dando luz verde para que la caballada se mueva.

Y desde luego, pone e impone sus reglas. En todo caso, las reglas del Partido Acción Nacional, llamado en el siglo pasado como el partido de los místicos, porque solo soñaban con la transformación moral sin aspirar al poder… y que ninguna posibilidad tenían ante el Partido Nacional Revolucionario, el partido abuelito del PRI.

Por eso, recuerda al G8 (los 8 diputados rebeldes e insumisos) que para seguir rozando el cielo con la yema de los dedos y soñar, digamos, con las candidaturas a diputados federales y/o alcaldes (dueños del presupuesto municipal) han de ganar la postulación.

A, al corriente de la cuota. B, cumplir con el reglamento y el estatuto, por ejemplo, nada de refocilarse fuera del huacal.

C, no usar el logotipo del PAN para su grupo legislativo. D, aceptar a Omar Miranda como el líder en la bancada de la LXV Legislatura.

Ya se verá, no obstante, si a la hora de la verdad con las presiones y represiones yunistas, y en la lucha de Kramer contra Kramer, Miguel Ángel Yunes Linares se somete y disciplina, o por el contrario, leal a sí mismo será inverosímil un posible sometimiento.

Y más, cuando en la cancha partidista hay militantes que se creen con más derecho que otros.

Por ejemplo, la diputada María Josefina Gamboa se sentirá con más derechos que Bingen Rementería para la candidatura a la alcaldía jarocha.

José Manuel Unanue, con más que Francisco Gutiérrez para Boca del Río.

Pepe Mancha, con más méritos que el candidato de El chapito para la presidencia municipal de Tuxpan.

Víctor Manuel Serralde, con más preseas que el candidato de Leticia Márquez, quizá su hijita, para la alcaldía de Córdoba.

Tito Delfín, con más méritos que todos para gobernar de nuevo Tierra Blanca o Azueta.

Germán Yescas, soñando con la alcaldía de Isla.

Mariana Dunkasya, quizá, con la diputación local de nuevo o el Ayuntamiento de Medellín.

Indira Rosales, predestinada, ajá, para quedarse, en primera instancia, con la alcaldía de Veracruz, y en segunda, ni modo, Boca del Río, como dicen en el palenque panista.

Hablando de nuevo sobre el año 2021, El chapito abrió la caja de Pandora y los jinetes del Apocalipsis cabalgan en el carril partidista.

EL TEATRO HUMANO DE LA POLÍTICA

Y, bueno, en caso de que Guzmán Avilés se imponga, entonces, nadie descartaría la posibilidad de una desbandada del PAN, buscando, digamos, la candidatura de otro partido, incluso, de los 3, 4 nuevos que este año autorizaría el OPLE y que andarán a la caza de candidatos fuertes, posicionados en el imaginario popular y la percepción ciudadana.

Y/o en todo caso, y en un descuido milagroso e inesperado hasta el abanderamiento de MORENA.

Todo, con el objetivo yunista de descarrilar a El chapito, pues de todo, y más, sería capaz Miguel Ángel Yunes Linares únicamente para evidenciarlo, pues en el teatro humano hay de todo y puede suceder.

Por ahora, el presidente del CDE del PAN se muestra muy fregón, pero una lucha frente a frente con Yunes sería riesgosa y catastrófica con todo y los Yulen y los Serralde y los Yescas y los Delfín y los Cambranis, anexos y conexos.

Cada persona, cierto, es compleja y su comportamiento resulta imprevisible y más en situaciones límites (Primo Levi).

Fue el caso, por ejemplo, de Ricardo Ahued Bardahuil, Fernando Arteaga y Ranulfo Márquez cuando salieron huyendo del PRI y se cobijaron en MORENA.

Y de las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Saut, Basilio Picazo, Ricardo García Guzmán y Renato Tronco cuando partieron del PRI al PAN en el tiempo de la yunicidad… luego de tantos beneficios en el tricolor.

Ellos se fueron del PRI porque como políticos aman el poder, la autoridad y el presupuesto y están dispuestos a todo, incluso, hasta traicionarse a sí mismo para caer en sueños megalómanos.

Y en sueños de grandeza donde tengan el respeto, la obediencia y la sumisión de los demás.

Y más si se considera que “el hombre es una criatura confusa” (Thomas Mann) atrás de una parcela de poder.

Y será ahí, en el momento estelar del reparto de las candidaturas en la primavera del año 2021, aprox., cuando las partes (los Guzmán Avilés y los Yunes azules) midan fuerzas.

Ahora, El Chapito se muestra echado para adelante y en el otro lado del charco lo dejan hablar, agazapados como el topo de Carlos Marx, esperando el instante clave para emerger a la superficie.

INTOCABLE PARCELA DEL PODER

Durante los 2 años del bienio azul, y como secretario de Desarrollo Agropecuario relegado y arrinconado, Guzmán Avilés aguantó vara.

Ahora, en el trono absoluto del PAN quiere mantener intocable su parcela de poder de igual manera como en Tantoyuca durante tantos años ha sido el cacique.

Y más, considerando que el poder es una droga que causa peores estragos que el consumo de la cocaína, por ejemplo, que bien puede curarse en las clínicas de Oceánica, en tanto la adicción de la política solo termina con la muerte.

Y dado su discurso, todo indica que en el trono absoluto quiere todo, igual, igualito que Yunes Linares en su tiempo.

Los tambores de guerra continúan sonando…

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