viernes, abril 19, 2024

Expediente 2019

Ni una más…

Luis Velázquez

El asesinato de niños y mujeres en los últimos once meses en Veracruz, tiempo de MORENA en el palacio de Xalapa, quizá ocuparían espacio fundamental en el primer informe del góber de AMLO.

Primero, porque resulta inverosímil que la guerra contra los malandros siga arrasando con la vida de mujeres, muchas de ellas, chicas, esposas, divorciadas y viudas, todas dedicadas a su casa y/o empleadas.

Segundo, porque más insólito resulta el crimen de menores de edad. nunca antes visto, sentido ni padecido en la tierra jarocha, ni siquiera, vaya, cuando el asesinato de los 40 mil campesinos ejecutados por la banda de “La mano negra”, del cacique de la hacienda de Almolonga de Alto Lucero, Manuel Parra.

Tercero, porque once meses después, el góber llegó a la locura diciendo que en el caso del homicidio de las mujeres que nadie “exagere”, porque son fábulas.

Cuarto, porque los días y los meses el reino de Cuitlalandia la ha pasado con declaraciones mediáticas “lavándose las manos” de un Veracruz chorreando sangre.

Cinco, porque con todo y la realidad avasallante sigue inculpado a sus antecesores cuando, caray, hace once meses, Miguel Ángel Yunes Linares, y hace tres años Javier Duarte y hace 9 años Fidel Herrera Beltrán dejaron el trono imperial y faraónico.

Lo peor de todo es que el góber de MORENA se ha creado su mundo rosáceo, inventando sus propias cifras de los secuestros, desapariciones y asesinatos, en tanto las cifras de la realidad son una jalada.

La última mujer asesinada, por ejemplo, se llamaba Cleotilde “N”, de 35 años, y desapareció en Coscomatepec el martes 29 de octubre y 48 horas después apareció muerta y semicalcinada en un predio de la colonia Martínez.

Una más, cuando ongs, activistas, mujeres y familiares de las muertas organizan caminatas y marchas en las ciudades urbanas de Veracruz clamando un alto a los feminicidios.

Los únicos sordos que nunca tienen voluntad para oír son el góber y el secretario de Seguridad Pública.

“DEJAR HACER Y DEJAR PASAR”

Hipótesis uno: El gobierno de Veracruz está rebasado por los malandros, sean delincuencia organizada o común, y entonces, callan.

Hipótesis dos: Simple y llanamente, no pueden. Y como están vedados para dar resultados, entonces, crean y recrean su mundo color de rosa y repiten, como AMLO, que ellos tienen sus cifras y sus cifras les indican que “vamos bien, a la baja, y que estamos contentos, muy contentos” como ha dicho el góber catrino.

Hipótesis tres: Ya se dieron cuenta que no pueden, y entonces, se desatienden. Les vale. “Dejan hacer y dejan pasar”. Y, claro, se enroscan con la tendencia nacional de repetir y repetir que el índice delictivo va la baja.

Hipótesis cuatro: No pueden, y entonces, descalifican a los críticos, disidentes, adversarios y enemigos. Son conservadores. Son miembros de “la mafia en el poder”.

Hipótesis cinco: De pronto, y lo que resulta indicativo, los malandros han parado de asesinar a políticos, líderes sociales y partidistas, policías, activistas y reporteros, en tanto Veracruz alcanzó el primer lugar nacional en feminicidios y secuestros.

Habría, entonces, de preguntarse si se trata de un pacto de las corporaciones policiacas con los malandros, considerando que el homicidio de políticos, por ejemplo, causa mayor escándalo que de mujeres en la cancha pública.

Hipótesis seis: El pretexto o motivo socorrido de la dinastía de MORENA en el poder local consiste en culpar a la violencia intrafamiliar de tantas mujeres asesinadas.

Se reproduce así el mismo chorizo que cuando los ex gobernadores Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte, y por tanto, ha perdido su valor y su eficacia y eficiencia.

EXPEDIENTES ARCHIVADOS

Con todo, nada peor para MORENA como el asesinato de menores de edad y mujeres.

Una mujer guatemalteca fue asesinada en los límites de Isla y Rodríguez Clara en el primer mes de Cuitlalandia y al momento, ningún detenido. El expediente penal, archivado.

Una menor de edad, salvadoreña, fue asesinada en Las Choapas, y a la fecha, hasta el cónsul en el limbo.

Una madre de familia, esposa de un empresario, fue secuestrada, desaparecida, asesinada, decapitada y arrojado su cadáver en la vía pública en Coatzacoalcos, y hasta anoche, como si nada hubiera ocurrido.

En total, más de doscientas mujeres asesinadas en el tiempo de MORENA y casi cincuenta menores ejecutados constituyen la peor mancha social para el gobierno de Veracruz, y mientras, el góber solo alcanza a pintarrajearse de catrina y bailar con los catrinos feliz y contento como si la tierra jarocha fuera “la noche tibia y callada” de Agustín Lara y el paraíso terrenal de Pepe Guízar.

Con Javier Duarte, Veracruz, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”, y con Cuitláhuac, el peor infierno del país para las mujeres y los menores, y como dijera el góber preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, “aquí no pasa nada”.

El gobierno de MORENA, igual que el PAN y el PRI y el PRD.

De la expectación social levantada por MORENA al más terrible desencanto.

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