viernes, mayo 10, 2024

Escenarios

* Feminicidio numero 99.

* Una chica de 17 años.

* Impone antología del crimen.

Luis velázquez

UNO. El feminicidio número 99

La chica tenía 17 años y era casada. Mejor dicho, separada. Divorciada, quizá. Se llamaba Alejandra Guadalupe y vivía en Fortín. Y tenía un hijo. Su propia pareja se llama Javier Rivera y lo que se conoce con el sobrenombre de «El ratón».

Entonces, sábado una vez de mayo aparecieron muerta. Fue el asesinato número 99 de una mujer en los últimos 5 meses y medio de la era en un total de 770 crímenes cometidos en el primer sexenio de Morena en Veracruz.

«El ratón», la policía en automático, luego, emitió su dictamen.

Su ex pareja la mató.

Era una menor.

Menor de edad, la niña de 17 años secuestrada, desaparecida y asesinada de Los naranjos, su cadáver tirado en Tamiahua, luego de su señora madre se declara sin liquidez para pagar el rescate.

Menor de edad la chica de 12 años asesinada con su familia en un rafagueo de los malandros en Santa Ana Atzacan.

Menor de edad, un bebé, el niño asesinado en la matanza de Minatitlán en una fiesta familiar.

La vida cotidiana en Veracruz. «La muerte tiene permiso», intitularía de Edmundo Valadés a una de sus novelas. La muerte cabalga de la intitularía Antón Chéjov a uno de sus cuentos.

DOS. Impune antología del feminicidio.

La antología de feminicidios apabulla, incomoda, encabrita.

En un lado del anillo, la tarea es la secretaría de Seguridad Pública, responsable de garantizar la certidumbre en el diario vivir.

Y en el otro lado del anillo, la tarea es de la Fiscalía para procurar justicia.

Un feminicidio sigue a otro ya otro ya otro ya otro, etcétera, y Seguridad Pública, en ascuas.

Y un feminicidio sigue a otro ya otro, y la Fiscalía, sin detener a presuntos culpables.

Y como en el caso de Alejandra Guadalupe, asesinada en Fortín, y antes, mucho antes que en las calles, otra vez, en las calles y avenidas para el informe, la autoridad se apresura y se declara la violencia intrafamiliar.

¡Ah, vaya consuelo!

Es la hora, dijo el delegado federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, de que el gobernador ha demostrado que “que está a la altura”.

Ninguno de los familiares de las 99 mujeres asesinadas en Veracruz en la época ha sido ni siquiera visto «la altura» del primer gobierno de la izquierda.

TRES. Huitzilopochtlis del siglo XXI

El mismo día cuando Alejandra Guadalupe, de 17 años, fuera asesinada, José Luis Ramírez, “El chunco”, de 39 años de edad, fue ejecutado en Las Choapas.

Y en Moloacán fue descubierto sin vida Joel Hernández, tirado entre unos matorrales, tendido boca arriba.

Y en Agua Dulce fue asesinado a machetazo limpio Abraham Espinoza, burócrata en el Ayuntamiento,

Y el policía del IPAX, Roberto Acosta, murió atropellado por un automóvil conducido por una mujer en la carretera Tierra Blanca-La Tinaja.

Y en Tuxpan, una mujer fue golpeada con saña por su pareja al negarse a darle dinero para seguir tomando.

Etcétera.

Pero el paisaje de la muerte fue más atroz, indicativo y significativo en Fortín, donde Alejandra Guadalupe fuera asesinada.

A: una mujer. B, de 17 años de edad, menor de edad. C, en un veracruz con 99 feminicidios, la mayoría, impunes. YD, el argumento histórico de la violencia intrafamiliar y que, de ser así, se trata de un asunto de seguridad nacional en un mundo machista desde que los aztecas ofrendaban doncellas y vírgenes a Huitzilopochtli, el dios sediento de sangre femenina.

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