Escenarios

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•AMLO y su familia

•AMLO tiene mucho de Dios

•“En ti confiamos”

Luis Velázquez

04 de diciembre de 2018

UNO. AMLO y su familia

De la corrupción, todos los ciudadanos estamos hartos. Hartos de saber que cada vez los políticos se corrompen más.

Hartos de escuchar a unos políticos denunciar a otros, según ellos, más corruptos.

Hartos de mirar alrededor en cada fin de un gobierno y saber que muchos se enriquecieron a la sombra del poder.

Y lo peor, que se fueron en medio de la impunidad.

Hartos de saber que de los 67 presidentes de la república que han pasado por el Palacio Federal, pocos, excepcionales, pueden pasear su honestidad.

Y hartos de saber que de los 75 gobernadores de Veracruz, pocos también pueden festinar su honestidad “a prueba de bomba”.

Por eso, ahora cuando Andrés Manuel López Obrador es el presidente de la república número 68 y declara una guerra abierta y sistemática a la corrupción, habría, digamos, de abrigarse la esperanza por la siguiente circunstancia:

En su toma de posesión el sábado primero de diciembre pronunció el siguiente pasaje bíblico:

“Si mis seres queridos, mi esposa o mis hijos cometen un delito, deberán ser juzgados como cualquier otro ciudadano. Sólo respondo por mi hijo Jesús (Ernesto)… por ser menor de edad”.

Y, bueno, treinta millones de mexicanos que el primero de julio sufragaron por AMLO para presidente, mantendrán la fe en el primer tabasqueño en el poder presidencial, porque de igual modo también dijo que no fallará al pueblo de México.

DOS. AMLO tiene mucho de Dios…

La clave, entonces, está en el pasaje bíblico anterior.

Si su esposa (como ha sucedido con muchas esposas de presidentes de la república en turno) y si los hijos de AMLO (como ha ocurrido en ene número de casos en la historia nacional con hijos de

jefes del Poder Ejecutivo Federal, “meten las manos al cajón”, trafican influencias, crean y recrean empresas fantasmas, “ordeñan la vaca”), “deberán de ser juzgados”.

El pasaje suena grueso y duro. Palabras mayores, pues.

Pero si AMLO lo dijo así habrá de recordarse la frase que una estudiante de la UNAM en bicicleta le dijo cuando se acercó a su automóvil Jetta en que viajaba de su casa al Congreso de la Unión:

“En ti confiamos”.

Por desgracia, los 67 ex presidentes de la república han fallado.

Incluso, el primer acto de gobierno de Benito Juárez, el héroe de la historia más admirado por AMLO, fue otorgar cargos públicos a sus tres yernos para felicidad de sus hijas.

El primer acto de gobierno de Francisco Ignacio Madero fue indemnizar a su familia las haciendas que les habían quitado en la Revolución y luego nombrar Ministro sin Cartera a su hermano Gustavo, también impuesto como diputado federal.

Con todo, el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra ya llegó a la idolatría y dijo que AMLO “tiene mucho de Dios”.

Y si el cura de la Teología de la Liberación, como san Pablo camino a Damasco tuvo tal revelación, entonces, ninguna duda existe de que López Obrador es un político honesto y con su autoridad moral bien purificará al país.

Ha de escribirse, sin embargo, que una realidad es creer en la honestidad de AMLO y otra, mil años luz de distancia, creer en la honestidad del gabinete legal y ampliado y de los cinco gobernadores que a la sombra de MORENA y trepados en sus valencianas ganaron la silla embrujada de su palacio y creer en la honestidad “a prueba de bomba” de los diputados federales (y locales) y senadores de MORENA.

Pero, bueno, si el presidente deja claro que si sus seres queridos, su esposa y sus tres hijos mayores, ni se diga sus hermanos, tíos y sobrinos, “cometen un delito deberán ser juzgados como cualquier ciudadano”, está poniendo todas las canicas en la cancha diciendo que el combate a la corrupción va en serio.

TRES. “En ti confiamos”

De hecho y derecho, su batalla contra la corrupción ya inició.

Por ejemplo:

A: Reducirse el salario y establecer el tope de que ningún otro funcionario podrá ganar más que él, es decir, más que los 105 mil pesos mensuales asignados.

B: Dejó de vivir en Los Pinos, la fastuosa casa presidencial, y seguirá viviendo en su casa habitual.

C: Puso en venta la flotilla aérea asignada al presidente de la república y viaja en aviones comerciales.

D: Los ocho mil militares que cuidaban a cada presidente de la república fueron retornados a la secretaría de la Defensa Nacional y designó a diez mujeres y diez hombres para su seguridad.

E: Los 3 mil 200 agentes de la secretaría de Gobernación que funcionaban como espías del presidente en turno pasarán a unos burócratas más.

F: El retiro de tantos privilegios y canonjías que los políticos encumbrados venían ejerciendo y que va desde una flotilla de escoltas para ellos y la familia, camionetas blindadas a su servicio y al servicio de la familia y el pago de desayunos, comidas y cenas fastuosas hasta la quita de servicio médico privilegiado para que ocupen los servicios del sistema de salud, entre otras cositas, y ni se diga, no más pagos de los celulares con cargo al erario.

Por eso, cuando anuncia que si su esposa e hijos “cometen un delito serán juzgados como un ciudadano más”, solo resta creer con toda la fuerza moral del mundo.

El sábado primero en la tarde, sobre la avenida Ruiz Cortines, en Boca del Río, una señora que llevaba prisa se pasó el alto y un agente de Tránsito la detuvo.

La señora quiso negociar y le ofreció un billetito de quinientos pesos.

El agente de Tránsito lo rechazó de la siguiente manera:

“Gracias, señora, pero la voy a infraccionar. La corrupción ya se acabó. Ahora estamos con López Obrador”.

Entonces, conmovida, la señora se bajó de la camioneta y casi llorando abrazó al agente de Tránsito.

“Me has dado una lección” le dijo.

“En ti confiamos” dijo una joven ciclista a AMLO en la Ciudad de México el día de la toma de posesión.