sábado, abril 20, 2024

Barandal

•Odio histórico
•Caso Yunes y Fidel
•Robalea Fidel Herrera

Luis Velázquez

ESCALERAS: Nunca un político como Miguel Ángel Yunes Linares ha odiado tanto a otro político como Fidel Herrera Beltrán.
Quince meses después de tomar posesión, y a 8 meses y días de vencer su periodo constitucional, sigue rastreando pistas para lograr el objetivo estelar de su gubernatura como es encarcelar en el penal de Pacho Viejo al «tío» de Nopaltepec, y en donde ya enviara a dos antecesores, como son Flavino Ríos Alvarado y Dante Delgado Rannauro, en tanto otro más, Javier Duarte, cumple proceso penal en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Incluso, si el primogénito ganara el trono imperial y faraónico del palacio el primero de julio, el Yunes azul, vertiginoso y volcánico, multiplicará la posibilidad bajo un delito de lesa humanidad, que nunca prescribe, como es la desaparición forzada.
La muerte de un infarto cardiaco el domingo 11 de marzo en una cárcel de Estados Unidos de Pancho Colorado, «El señor de los narcocaballos», le sirvió para arremeter contra su examigo Fidel Herrera.
«Durante muchos años denuncié la complicidad de este individuo con los Zetas.
Denuncié que era cómplice de Fidel Herrera.
Y que le había dado doce millones de dólares para su campaña.
Acredité mediante copia de los expedientes que Fidel Herrera había recibido para su campaña los doce MDD.
Hay elementos suficientes para que el gobierno de Estados Unidos quizá (quizá, quizá, quizá) proceda». (Entrevista telefónica con la XEU)
El chamán dice que con tanto odio el alma se pudre y el corazón humano envejece antes de lo previsto.
Pero si genes son genes y vísceras vísceras, entonces, y en el caso, el corazón del gobernador se fermenta y purifica.
Unos, viven para amar. Otros, para la nostalgia. Otros, para odiar.
La vida es así de rara, extraña, misteriosa y fascinante.

PASAMANOS: El Yunes azul ya tiene en la cárcel a más de treinta duartistas, entre políticos, jefes policiacos y policías, acusados los más por la desaparición forzada de quince personas, por ahora.
Y cuando varios jefes policiacos fueran detenidos, la punta del iceberg llevó a referir que algunos de ellos trabajaron con Fidel Herrera en su sexenio y desde entonces utilizaban el uniforme y la patrulla y el tolete y la macana y la credencial para desaparecer personas.
Y por ahí la yunicidad se está yendo.
Por eso, también dijo que la Fiscalía tiene investigaciones en contra de Fidel.
Además, del presunto desvío de recursos oficiales tanto estatales como federales.
Podría tratarse de un calambre más, tan habitual en el gobernador para estremecer a los adversarios y enemigos.
“Yo cimbraré a México» dijo.
«Yo tengo el expediente negro de AMLO».
«Yo soy la norma del zapato de AMLO».
«Si la PGR detuvo a Javier Duarte es por mi denuncia documentada».
«Yo iré por Karime Macías».
«Yo iré por los carteles».
El paladín de la justicia, el gladiador romano, el jefe de jefes, sólo alcanzará la felicidad total y absoluta cuando Fidel Herrera esté preso.
Los políticos presos en Pacho Viejo son apenas, apenitas el aperitivo penitenciario de su vida pública.
«La joya de la corona» se llama Fidel Herrera Beltrán.
Una pasión desaforada. Fuera de control.

CASCAJO: Hay en el gobernador, como en todos los seres humanos pasiones, diferentes tonalidades del carácter y el temperamento.
Por ejemplo:
Basta y sobra con tomar la fotografía a un enemigo detenido por la policía entrando al penal de Pacho Viejo para alcanzar la felicidad.
Fue el caso, entre otros, de César del Ángel, el mítico dirigente de los 400 Pueblos, a quien en el Chirinismo también refundiera en la prisión.
Y el caso de Flavino Ríos Alvarado, el gobernador de 47 días.
Felicidad total cuando arrodillara al prestanombre de Javier Duarte, Moisés Mansur Cisneyros, y más cuando se pusiera a llorar solicitando el perdón para que su esposa siguiera en libertad.
Felicidad cuando, por ejemplo, le informaron que de Atlixco, Puebla, donde fuera detenido, Juan Antonio Nemi Dib, secretario de Salud en el sexenio anterior, a Pacho Viejo, se vino llorando en la camioneta policiaca.
Felicidad cuando vuelve sumisos y sumidos a los enemigos.
Por eso, «a tiro por viaje» continúa apretando el botón nuclear en contra de su ex amigo Fidel.
Además, sabe que si de aquí al primero de julio llevara a Pacho Viejo, por ejemplo, a Fidel Herrera, y/o a Karime Macías, y/o al padre de Karime, entonces, podría amarrar más el triunfo en las urnas del primogénito.
Todo está en juego.
Y más, como en el caso del hijo ilustre de la Cuenca del Papaloapan, bajo un solo eje rector:
«Quien se la hace… se la paga, tarde o temprano».
Sembrar el descrédito alrededor de Fidel lo hace feliz.
Feliz cuando de pronto lee en alguna columna periodística defeña un madrazo en su contra.
Feliz cuando el diputado federal, Javier Herrera Borunda, salió al carril mediático para defender al padre señalado de desaparición forzada.
«Yo conozco a mi padre, dijo, y no es así».
La simple declaratoria de prensa del hijo de Fidel levantó su bilirrubina.

RODAPIÉ: Desde hace más de veinte años, las diferencias entre Yunes y Fidel se hicieron notorias.
Empezaron por tres faldas y luego crecieron en la tierra fértil de la política.
En el Chirinismo, Fidel anduvo «a salto de mata», tiempo cuando un solo amigo fue leal y firme como Gustavo Sousa Escamilla.
Incluso, en aquel sexenio, el padre de Fidel murió en la Cuenca del Papaloapan y Fidel llegó al aeropuerto Heriberto Jara una noche donde Gustavo Sousa lo trasladó a Nopaltepec y lo acompañó en el velorio y al día siguiente, antes de amanecer regresaron al puerto de Veracruz y lo dejara a la puerta del avión de vuelta a la Ciudad de México.
Y aun cuando Yunes ha sido más intenso que Fidel en el fuego enemigo, en más de dos décadas nunca, jamás, ha prosperado una denuncia penal en contra de Fidel.
Ahora, Yunes lleva quince meses y lo sigue rafagueando con la misma intensidad del primer día.
Jefe del Poder Ejecutivo Estatal, jefe de las corporaciones policiacas, jefe supremo de la Fiscalía, jefe de las finanzas, jefe nato de sus dos partidos, el PAN y PRD, dueño de todos los balones en la cancha Veracruz, el tiempo para Yunes se agota.
Ene número de ocasiones ha citado el caso de Pancho Colorado y Fidel, ileso, con todo y que Pancho se llevó a la tumba sus relaciones con otros políticos, entre ellos, el mismo Yunes Linares.
Y con todo y referir una y otra vez que en los expedientes penales de Pancho Colorado en Estados Unidos hay material suficiente para proceder contra Fidel, jamás han procedido.
Ahora, el Fiscal es su empleado.
Y el tiempo camina en contra, rápido, intenso, de Jorge Wínckler, pues Fidel sigue libre, y que significa la obsesiva obsesión del Yunes azul.
Pronto, el maestro de Wínckler, Marcos Even Torres, será ungido Fiscal Anticorrupción y se verá si alcanza para apretar las tuercas en contra de Fidel.
José Stalin ordenando el asesinato de León Trotsky a través de Ramón Mercader, quien como estrategia sedujo a la secretaria del ideólogo ruso para entrar hasta la cocina.
Porfirio Díaz ordenando al gobernado Luis Mier y Terán «¡Matar en caliente» a los nueve jarochos sublevados en contra de su reelección.
En la lucha frenética por el poder, que permite aniquilar a los enemigos, la historia gotea sangre.

POSTES: A primera vista, Yunes, jefe máximo de la revolución azul entronizado en palacio, Fidel Herrera está destrozado. Sería, digamos, un perdedor.
Estaría, incluso, en shock.
Y perdedor, el estado de ánimo se extendería hacia las elites y la militancia priista que tanto lo adoraron en su sexenio, de igual manera como ahora adoran otras huestes a Yunes, considerando que Javier Duarte decía que en su calidad de gobernador se había vuelto «sexy».
Pero Fidel se mantiene con el empuje de siempre, sin derramar las lágrimas del caimán.
Yunes siempre ha apostado a la bronca y la agitación. Fidel gusta robalear.
Con todo, es ya una figura en la historia local.
Y como buen dinosaurio antediluviano «no se deja caer fácilmente» (Jean-Marie Le Pen a El País).
El tiempo social y político es su aliado.
Más de veinte años esperando la profecía yunista, la piel se le volvió dura.
Mejor aún, aprendió a conocer a su enemigo.
Y espera, pues también tiene su estrategia.

Las ideas y opiniones aqui expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Diario Los Tuxtlas

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