jueves, abril 25, 2024

Barandal

•Estercolero en el ORFIS

•De Iván López a Portilla

•Y de Portilla a Audirac

Por Luis Velázquez

ESCALERAS: El penúltimo reality-show en Veracruz dejó “mal sabor de boca”. En todo caso, la sospecha. La duda. Y como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, “en política, piensa mal y acertarás”.

Fue escenificado por el titular del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, el impoluto Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, a propósito de la exhibida, el tendedero en “El Universal” que más bien estercolero”, de un paguito de veinte millones de pesos en el duartazgo… para comprar su silencio.

El silencio del trastupije y las pillerías en el saqueo del erario.

48, 72 horas después (reacción demasiado tardía en política), el jefazo máximo del ORFIS, salió en su defensa y filtró que le habían falsificado la firma y lo que, claro, y de entrada, significa una vez más que “al mejor cazador se le va la libre”, y/o también, que “el cazador… fue cazado”.

Incluso, hasta publicó un montón de oficios donde su firma estaba por delante, nomás, nomás, nomás para insistir en la falsificación.

Pero…

PASAMANOS: Pero los vientos huracanados soplan demasiado fuerte.

A: Nadie creyó (quizá ni él mismo, acaso tampoco sus ángeles azules de la guarda) que el diablo adulteró su firma.

B: En la secretaría de Finanzas y Planeación, los jefes máximos (incluida alguna que otra secretaria, por ejemplo, la que escribiera el oficio) sabe que los recibos por “gastos extraordinarios” son comunes.

Claro, el mundo político local quedó asombrado con recibitos de 5 millones de pesos en cuatro partes hasta completar los veinte millones.

C: Mientras el pasado absolvió a Fidel Castro, el pasado condenó a Portilla Vázquez.

Por ejemplo, cuando el duartazgo, Iván López Contreras Contralor y Portilla Vázquez director de Auditorías en la Contraloría, Mauricio Audirac titular del ORFIS, los tres aprobaron sin reservas de ninguna naturaleza la Cuenta Pública de los años 2011, 2012, 2013 y 2014 del político preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

Y de pronto, ya en el ORFIS, resulta que Portilla Vázquez descubrió muchos trastupijes, los mismos, los mismitos que ya tenían documentado, pero como se atravesaba la elección de gobernador, entonces, jugó con las circunstancias esperando la caída de la moneda en las urnas.

CASCAJO: D: Y Portilla Vázquez jugó.

Su jugada consistió en apostar a la espera. Todas las auditorías las tenía avanzadas. Sólo esperaba el momento de hacerse guaje si el PRI retenía la gubernatura, o consignar si el PAN y PRD ganaban, incluso, si ganaba MORENA.

Tal cual, dejó abierta la auditoría a la Cuenta Pública del año 2015, en tanto el dictamen de la Cuenta Pública del año 2016 todavía echa fuego y lumbre.

E: Una circunstancia histórica ha de convocarse:

Portilla Vázquez era hermano putativo de Iván López. Iván lo llevó a la Contraloría duartista como director de Auditorías.

Luego lo recomendó para titular del ORFIS.

Y de pronto, pelearon.

Y se pelearon con tanto resentimiento y odio que, por ejemplo, en el carril político se asegura que Iván López filtró a “El Universal” los recibitos de veinte millones de pesos de Portilla Vázquez.

Y el Veracruz político se estremeció.

RODAPIÉ: Veracruz se cimbró tanto como en aquel tiempo cuando Iván López Contreras fue lanzado de la Contraloría, porque en tanto Mauricio Audirac Murillo operaba bien las Cuentas Públicas anuales de Javier Duarte, López Contreras, dicen, había llegado al principio de Peter y cometido pifias ante la Auditoría Superior de la Federación, ASF.

Y Duarte lo lanzó de su paraíso.

Veracruz también se estremeció como cuando el panista ejemplar, Ricardo García Guzmán, despachaba en la Contraloría, y su enemigo mortal, Mauricio Audirac Murillo, en SEFIPLAN, y el titular de la ASF, Juan Manuel Portal, descubrió más trastupijes en el destino social del recurso federal y Audirac habría sido enviado con una maletita con una cariñoso saludo de Duarte, y en el camino la ordeñó y así llegó a su destino.

Tiempo aquel cuando unos hablaron de cien millones de pesos y una ordeña que va desde los 50 hasta los treinta millones de pesos, sabrá el chamán la realidad.

Y cuando, entonces trascendió en la cancha, el Auditor Superior de la Federación advirtió que habían “metido la mano” a la maleta, y el acuerdo con Duarte se rompió, además, claro, de la integridad de Juan Manuel Portal.

Entonces, Audirac fue lanzado del paraíso duartiano. Y desde luego, rompió y para siempre con el político preso en el Reclusorio Norte.

Es el caso ahora de Portilla Vázquez, quien a todas luces pareciera estar cabildeando para “curarse en salud”.

POSTES: Y más, porque está pendiente el dictamen total de la Cuenta Pública del año 2016, el último de Javier Duarte y los 40 días de Flavino Ríos Alvarado, llamado en la tradición histórica “El año de Hidalgo”.

Así, falta ajustar cuentas para dar a conocer el presunto daño patrimonial, en que tal cual anda el río de desbordado que se anuncia una tempestad huracanada.

Y el titular del ORFIS necesita sobremanera conservar la confianza política y la autoridad moral para denunciar las tropelías de Duarte y los duartistas.

Y más, de cara a las 5 elecciones del primero de julio, la más importante, la gubernatura.

En el fondo de todo, el estercolero. La duda. La sospecha.

Bastaría referir que México ocupa el primer lugar mundial en corrupción política.

La corrupción, dice un político, se trae en el ADN del mexicano.

Y más, mucho más, en el ADN de los políticos.

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