lunes, julio 7, 2025

La historia de los encuentros entre Pumas y América

Si hay una rivalidad en el fútbol mexicano que se desata temporada tras temporada, es la de América y Pumas. Dos equipos antagonistas que han dejado grandes partidos para la historia y que han trasladado el odio a los aficionados.

Los seguidores de ambos clubes se consideran como el rival a vencer cada año, en donde más que tres puntos se disputan el orgullo, llevando incluso los enfrentamientos hasta los golpes. Por eso te dejamos las cinco razones por las que ambas aficiones se guardan un gran odio.

La temporada 1984-85 pasó a la historia como uno de los momentos más polémicos del fútbol mexicano, al forzar a tres juegos al América y Pumas para definir al campeón. Sin embargo, las decisiones arbitrales de Joaquín Urrea en el último partido, favorecieron a los azulcremas para coronarse.

Si bien es cierto que los clubes se dirigen en varias ocasiones de la misma forma, en la historia de la liga mexicana, las Águilas y los del Pedregal se consideran antagónicos. Desde el inicio, los de Coapa estuvieron brindados por el valor económico, principalmente por la televisora que tiene detrás, que los ayudó a traer a varias estrellas del fútbol internacional y la extravagancia en cada torneo.

Mientras que Pumas, fiel a la tradición universitaria, se dedicó a darle oportunidad a sus jóvenes promesas, catalogándose como un equipo sin inversión económica, pero con el talento en su cantera.

Las barras de ambos equipos se posicionaron como las más famosas e incluso violentas del balompié azteca. El odio entre ambos se caracterizó por su contraste social e incluso nivel académico, en donde los auriazules se jactan de pertenecer a la máxima casa de estudios de México y catalogando a las Águilas de un nivel más bajo. En contra parte, los azulcremas siempre han sido odiados por su ego, en el que además de presumir los títulos, también presumen el dinero, menospreciando a los que consideran los ‘pobres’ de la liga.

Ambas aficiones tienen para presumir a sus jugadores emblema. Por Pumas han pasado grandes ídolos, pero el más destacado es Hugo Sánchez. Jugador histórico en México y España que se ganó el cariño de los auriazules y el gran odio de su máximo rival por su ya conocido ego. Por su parte, las Águilas tiene en su larga lista de ídolos a Cuauhtémoc Blanco, un jugador que representa los valores azulcremas y que para los universitarios se convirtió en su principal rival.

Sí hay un tema que abarcan los cánticos entre ambas barras es la fidelidad de los aficionados. Entre ellos presumen el amor a sus colores, y recriminan la falta de asistencia a los estadios ante los malos resultados. Los azul y oro, en especial La Rebel, les dedica un cántico que dice: «cuando no salen campeón esas tribunas están vacías», mientras que los americanistas aseguran que solo cuando Pumas ganan sus seguidores se ponen la playera.

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