jueves, abril 25, 2024

En designación de Sara hubo “gato encerrado”: Jorge Manzo

Al hacer un retrospectivo, análisis y síntesis del proceso de designación rectoral de la Universidad Veracruzana, del año pasado, uno de los tres candidatos, Jorge Manzo Denes, lanzó una serie de apuntes en donde vislumbra que matemáticamente él debió haber sido designado como nuevo rector, pero algo pasó en el último tramo del ABC del proceso, ¿qué fue?, no lo sabe, pero seguro está de que él debió haber sucedido en el cargo a Sara Ladrón de Guevara, de no haber borrado la Junta de Gobierno dos palabras de su diccionario: ética y transparencia.

Consideró que durante el proceso pecó de inocente en una contienda con lados oscuros que ya no deberían de existir, pero no todo pasó de forma desapercibida.

A través de su blog, con un artículo que tituló “Memorias y reflexiones del año después…”, el titular del Centro de Investigaciones Cerebrales de la Casa de Estudios, escribió larga y detalladamente su experiencia al haber participado en el proceso para el cambio de rector.

Reconoció que fue duro, difícil aceptarlo, pero que ahora inicia una nueva etapa en su vida como investigador para dar lo mejor de sí a la institución de educación pública superior.

Recordó cómo fue que presentó a la comunidad universitaria sus aspiraciones de participar en el proceso de designación rectoral.

“Este año (2017) la Universidad vivirá un momento decisivo, la elección de Rector/a. Por este medio quiero hacer del conocimiento de todos ustedes, y de los que lean este mensaje si lo comparten, que después de muchas reflexiones personales he decidido iniciar un proyecto para lanzar mi candidatura y contender por la Rectoría de la Universidad Veracruzana. Desde este primer día del año les invito a conocer mi página personal para ese propósito…Saludos y reciban un caluroso abrazo”.

En su nueva publicación, ya de este año, informó que dicha cita fue eliminada porque ya no existe, “pero a partir de ese momento se empezó a escribir una historia que todavía resuena en nuestra institución, y que aún no termina”.

Reconoció que hizo el anuncio fuera de tiempo formal, porque aún no había convocatoria, en un momento inesperado, porque era el primer día de enero donde aún se está en convivencia familiar y, con la incertidumbre de encontrar respuesta en la comunidad universitaria, respuesta que llegó de manera sorpresiva, inmediata y abrumadora.

“Pero lo hice porque mi compromiso con la Universidad Veracruzana es total, genuina y de tiempo exclusivo; y no me equivoqué, la respuesta que recibí me hizo suponer que algo así se estaba esperando en una institución que, como lo dije en esos tiempos, se ve fragmentada”, agregó.

En esa larga reflexión, mencionó que la pregunta más recurrente en las entrevistas que le hicieron fue: ¿por qué quería ser rector?, y admitió que nunca lo había pensado en el contexto de la pregunta del periodista y aunque lo tenía claro, cuando lo decidió fue porque sabía que podía hacer mucho por la Universidad, por sus experiencias como investigador y universitario de muchos años, y porque ha cultivado estrategias adecuadas para la integración social con una buena parte de la comunidad universitaria.

Pero esa no era toda la respuesta. La reflexión lo hizo definir que lo hacía porque estaba percibiendo un impasse en una universidad como la veracruzana que, por años había mantenido el liderazgo en el sur-sureste del País.

“Era entonces necesario un cambio inmediato en el timón, y yo me sentía y siento aún con la capacidad para hacerlo. No se logró, pero estoy seguro que se cambiaron muchas percepciones. Al final, también llegué a la conclusión de que quería ser Rector porque trabajar para el bien de un grupo social es algo que me ha nacido desde niño sin pensarlo, está en mi naturaleza. Incorporar nuevas relaciones sociales universitarias me motivó mucho, además que escuchar las problemáticas y necesidades me hacían pensar en diversas estrategias de mejora”, subrayó.

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