miércoles, mayo 8, 2024

La navidad en San Andrés Tuxtla

Profr. Sixto Carvajal   

Del latín nativitas que significa nacimiento, es una de las fiestas más importantes de la Iglesia católica que celebra el nacimiento de Jesús  el 25 de diciembre en Belén, un pueblo de Palestina. La celebración de esta fiesta en la fecha mencionada, se debe a la antigua celebración anual del Dios-sol en el Solsticio de Invierno, adoptada por la iglesia católica en el siglo III d. C. para facilitar la conversión de los pueblos paganos; existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad, algunos historiadores señalan que la Navidad, debería situarse en la Primavera entre Abril y Mayo y, para otros siguiendo el relato de Lucas 2:8 que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable  que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno, dadas las condiciones antes señaladas; según la Enciclopedia Católica, la navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo, ni en la lista Tertuliana, acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La verdadera fecha no se encuentra registrada en la Biblia, es por ello que no todas las denominaciones cristianas coinciden en dicha celebración religiosa.

De lo que sí tenemos constancia y muy gratos recuerdos, es de cómo era   la celebración de la Navidad en San Andrés Tuxtla, a mediados del siglo XX , iniciaban las fiestas desde la primer semana del mes de diciembre, fecha en que los señores y jóvenes iban a la montaña  por el Paixtle, era un ritual familiar religioso popular, muy hermoso.

Ya teniendo el paixtle, venía la elaboración del nacimiento; toda la familia se involucraba de acuerdo a sus habilidades, unos hacían el portal, otros limpiaban los muñecos, algunos dibujaban las estrellas y el cometa en cartulina y les ponían almidón con escarcha, algunos más iban por el musgo (limo) para hacer los prados donde pastarían los borregos, se colocaban las pastoras y pastores; casi  todos los muñecos eran  de trapo, a excepción del Misterio ( José y María) el ángel, la mula y el buey que primero eran de cera, posteriormente ya fueron de barro cocido.

Varías personas se dedicaban a elaborar los muñecos y animales para el nacimiento, entre otras las señoritas Guillermina y Florinda Maldonado que vivía en el callejón San José, del barrio del mismo nombre; hacían unos muñecos de trapo que representaban viejitos sentados en sus sillones, borregos con cartulina y algodón, pastores y diversos animales y personajes de la época; confeccionaban  guías de campanillas de colores hechas en papel crepé y garzas de cartulina blanca para adornar los lagos en el nacimiento.

La maestra Beatriz Soler Valencia y su tía Carmita, en la callle 7 de Agosto del barrio San Andrés, elaboraban muchas curiosidades para los nacimientos (casitas, novios, ancianitos, pastoras, angelitos, estrellas y, retocaban las imágenes del nacimiento, cuando ya estaban deterioradas); el Sr. Gabriel Camacho confeccionaba hermosas piñatas y Don Jacinto Medel del barrio San Francisco junto con el Güero Mozo, elaboraban las estrellas en diversos tamaños, con cañitas y papel de china, para ponerlas con un foco fuera o dentro de las casas en Navidad.

Todo debía estar listo para el 16 de diciembre, fecha en que se realizaba la primer posada, daba  gusto  ver por las calles  empedradas  de nuestro pueblo a los grupos de personas adultas, jóvenes y niños con sus velitas encendidas, llevando la rama de paraíso al frente, adornada con bebetas (ahora llamadas noche buena) que abundaban en los linderos de los corrales de las casas,  flores de dagame, paixtle y sus faroles  de naranja mateca que, se cortaban por la mitad, se les sacaba todo lo de adentro y, se le abrían unas ventanitas, en el centro se les colocaban  velitas de cebo que se encendían y, con un alambrito se colgaban de las ramas; como no había luz eléctrica en las calles de los barrios, podía observarse un espectáculo hermoso  en la oscuridad; por eso uno de los versos del canto de la rama tradicional dice, “ Salgan a la puerta y verán que bonito, verán a la rama  con sus farolitos” y, los acompañantes contestaba,“ Naranjas y limas, limas y limones, más linda es la  virgen que todas las flores”, y así se iban entonando estos cantos por las calles hasta llegar a la casa que le tocaba la posada; al frente  iba una niña o señorita que llevaba un misterio pequeño, donde iba María sentada en un burrito y José con su varita de azucena, jalando al burro en una  base del mismo material; en el barrio San Francisco en un principio, las posadas eran organizadas por el Sr. Hilario Morando Pucheta y la Sra. María de los Ángeles Carvajal Serrano, posteriormente continuó la tradición Doña Mauricia Medel de Ramírez y sus  hijas Paz  y Julieta Ramírez Medel, actualmente las organizan las señoras Adela Toto, teresa Martínez Telona y Madalena Sosa Guzmán y así, en cada barrio, siempre han existido personas entusiastas que pensando en los  niños no han dejado morir esta hermosa tradición.

El ritual de la posada era el siguiente, al llegar a la casa que  le tocaba  la posada, se cantaba entre 7 y 8 de la noche, después se rompían las piñatas, las cuales eran hechas con ollas de barro y figuras diversas alusivas a la Navidad; al término venia la repartición de los dulces de colación, dulces de anís, de menta y galletas. Las piñatas se llenaban con frutas, mandarinas, cañas, tejocotes y cacahuates según la economía del casero; acompañaban a estos refrigerios, delicioso ponche de frutas, para los señores con piquete y, para las señoras y niños  al natural, en algunas casas daban hojuelas o tamales y, rica horchata de arroz hecha en casa.

El día 24 de diciembre que era la última posada, se hacía más temprano porque las familias iban a Misa de Gallo que era a las 11 de la noche en Catedral, la eucaristía era solemne, el Señor Obispo concelebraba con otros sacerdotes; en el templo se hacía una nacimiento grande y en el momento que Mons. cantaba el gloria, cuando mencionaba “Gloria Dios en el cielo”, en ese instante,  repicaban las campanas y todos las personas se felicitaban  diciéndose “Felices Pascuas de Navidad”, al término de la celebración, el celebrante, invitaba a los presentes a participar en el arrullo del Niño Dios y, posteriormente todos los feligreses pasaban y le besaban en sus piecitos; al término era  colocado en su pesebre.

El día último del año, al término de la misa el  celebrante sentaba al niño Dios, de igual manera, el 2 de febrero fecha en que la Iglesia Católica celebra la presentación del niño en el templo, el  prelado ponía de pié al niño Dios en el nacimiento.

Por otra parte dentro de la religiosidad popular, el júbilo era grande en la ciudad, los clubes, Asociaciones y Organizaciones populares de la  ciudad organizaban sus posadas  con Orquestas de talla Internacional, como Pablo Beltrán Ruiz, la Sonora Santanera, la Sonora  Veracruz, Acerina y su Danzonera, etc.. las cuales alternaban con la Orquesta Ideal de Don Nato Moreno o la Marimba orquesta Arpa de Oro de Don Andrés Rodríguez.

Había posada de casados, de los Empleados Postales, las Telefonistas, los Músicos, los Maestros, los Comerciantes establecidos, Empleados Municipales, Los Leones, la Cruz roja, el Casino Sanandrescano, etc.

Por su parte la Iglesia Católica, todas las noches después de pedir la posada en el templo, se rompían piñatas en el atrio de Catedral, para los niños del catecismo y los más pobres de la ciudad que ahí se congregaban como, boleros, chicleros, cargadores, etc.  y, se les repartían sus bolsitas con dulces y su rica horchata.

La Radiodifusora X.E.D.Q. que estaba ubicada en calle Constitución, todas las noches hacía su posada, las cuales eran transmitidas a control remoto, se reunía mucha gente y, las casas comerciales que eran patrocinadoras, obsequiaban regalos que eran rifados entre los asistentes.

El H.  Ayuntamiento, adornaban con  guías de focos de colores el Parque Lerdo; los niños por su parte se organizaban entre amigos o vecinos y sacaban sus ramas, de las comunidades venían los pascueros con jaranas y requinto y en algunas ocasiones violín, a los grupos que salían con las pascuas, se la gente les llamaba  “ parrandas “; cuando las personas veían venir una rama o  a los pascueros, exclamaban, ¡Ahí viene una parranda!

La noche del 24 de diciembre desde la década de los 60, en la casa de Doña Amada Mínquiz de Ortiz, ubicada el barrio de Belén grande, se encendía una estrella de David, hecha con alfajías y reilos y decorada con focos, la cual  subían con riatas en uno de los  pinos que habían en el patio de la casa y, se iluminaba a las 23:30 Hrs. de la noche del 24 de Diciembre indicando la hora en que el gallo cantó, anunciando el nacimiento de Jesús; apoyada con sus hijos y vecinos, por muchos años, tan distinguida dama conservó esta tradición; al fallecer,  continuó con esta hermosa costumbre su hijo Silvestre Ortiz Mínquiz con su hermano y sus hijos; posteriormente al morir Don Silvestre dieron seguimiento a esta misión sus hijos José Luis y Bernardo Ortiz Molina hasta el año 2011; cabe señalar que cuando la familia Ortiz Mínquiz inició esta tradición, desde todos los puntos de la ciudad se podía observar por las noches la estrella, porque no habían tantas construcciones altas, con el paso de los años, solo se observaba desde las partes más altas de la ciudad; la estrella se dejaba de encender el siete de enero, pasado los santos reyes.

De Comoapan presentaban en el Parque Lerdo el 24 de Diciembre una hermosa Pastorela, frente al Palacio Municipal; posteriormente recorrían la ciudad por las calles con esta representación que emulaba la forma en que los Frailes Franciscanos evangelizaron a los primeros cristianos en nuestra región.

El baile del día último del año en Sihuapan, era algo muy esperado por las familias de la región, por muchos años fue el mejor en los Tuxtlas, grandes orquestas y grupos musicales de talla internacional y nacional, alternaron con grupos de la ciudad de San Andrés en esta magna celebración a la cual asistían personas de todas las esferas sociales provenientes de Lerdo de Tejada, Ángel R. Cabada, Santiago Tuxtla, San Andrés Tuxtla, Catemaco, Juan Díaz Cobarrubias y Acayucan, Isla y lugares circunvecinos.

¡Qué tiempos tan hermosos!, no había tanta inseguridad, las personas mayores eran respetadas por los jóvenes y niños, podía uno andar hasta altas horas de la noche y nada pasaba, todos éramos conocidos; la gran diversidad y el crecimiento demográfico tan acelerado,  han cambiado en gran medida el ritmo de vida de nuestra ciudad y, la fisonomía de nuestras tradiciones.

Es necesario que todos, autoridades civiles, Religiosas, Educativas, Asociaciones Civiles, padres de familia y, público en general participemos con más responsabilidad en el rescate de todas nuestras tradiciones, sobre todo, los que nacimos en este hermoso  terruño de ensueño y que unidos, nos demos a la tarea de inculcar a nuestros hijos, a los niños y jóvenes que se encuentren  a nuestro alcance, el amor a nuestra tierra y a sus costumbres, preservando con ello nuestra identidad.

Por mi parte es todo, deseo que tengan una Navidad feliz, en unión de sus seres queridos y, que Dios los bendiga abundantemente.

                             

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