miércoles, mayo 1, 2024

Barandal

•Campañas, con guerra sucia

•Compra de votos y voto del miedo

•Todos golpearán a Javier Duarte

Por: Luis Velázquez

PASAMANOS: Mañana iniciarán las campañas electorales de los siete candidatos a la mini/gubernatura. Y dado el antecedente inmediato todo indica que oscilarán en los siguientes ejes: uno, la descalificación tanto política como personal; dos, la guerra sucia de encuestas; tres, el voto del miedo; cuatro, la compra de votos; cinco, la clientela electoral; sexto, el pitorreo, y séptimo, golpear a tiro por viaje a la piñata llamada Javier Duarte, JD, pues ni modo, él solito se ha puesto “de pechito” dado su estilo de gobernar y ejercer el poder.

No obstante, y de ser así, nada extraño resultará, pues en Estados Unidos, por ejemplo, Donald Trump se burla del físico de las esposas de sus adversarios y, de ñapa, ha filtrado la lista de amantes que cada uno ha tenido.

Con todo, la población electoral (el millón de indígenas, los dos millones de campesinos, los 3 millones de obreros, los seis de cada diez habitantes de Veracruz en la miseria y la pobreza, el 1.5 millones de paisanos que solo aplican dos comidas al día y mal comidas, los desempleados, subempleados y con salarios de hambre, los migrantes, los analfabetas, las víctimas de la inseguridad y la impunidad, etcétera), ninguna esperanza tiene de que el orden de cosas cambie durante los 2 años de la mini/gubernatura.

Pero ni hablar, existe una transición constitucional y ha de cumplirse al pie de la letra para tal cual, el sucesor de JD maneje con discrecionalidad y hasta con sentido patrimonialista el presupuesto anual de cien mil millones de pesos, más las participaciones federales, más el diezmo y el doble diezmo, más los negocios lícitos e ilícitos, más las concesiones, más el tráfico de influencias que suele darse desde el poder público.

ROMPEOLAS: En la precampaña tal fue la característica. Lo más impresionante el rafagueo entre los Yunes rojo y azul, primos hermanos, que apenas días anteriores cohabitaran en reunión familiar como almas gemelas, de todos los primos los más cercanos dada su vocación política.

No obstante, la silla embrujada del palacio de gobierno constituye quizá el más alto placer biológico y espiritual para un político, de tal modo que Eufemio, el hermano de Zapata, la confundió con una silla de montar caballos, porque suele enloquecer al más sereno, maduro y reflexivo de los hombres y mujeres.

Es más, de los siete aspirantes a la mini los 7 bombardearon a JD a tiro por viaje, acusándolo de todos los males apocalípticos que por demás hasta los niños de Veracruz están enterados.

Y lo peor, sin aportar un decálogo de buenas intenciones, una receta social para curar las heridas sociales, un manual de estrategias para arreglar en los primeros meses el despapaye en que JD dejará Veracruz.

No obstante, y como afirma el politólogo Carlos Ronzón Verónica, una posibilidad electoral para cada candidato es seguir golpeando al duartismo todos los días, duro y a la yugular, sin clemencia, porque además es la hora y el momento clave.

Y más porque los días revolcados y tormentos que estamos padeciendo reproducen el mismo esquema social que en los años más sórdidos del llamado sexenio próspero como fueron, entre otros, 2011, 2012 y 2013, en que Veracruz se ubicó en el ranking global tanto como “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” como “el cementerio de migrantes más largo y extenso de la nación”.

Y más porque de entonces a la fecha la impunidad ha crecido, a tal grado que hasta el periódico “El País”, de España, en su edición de América Latina, señaló esta misma semana que la violación de una chica cometida por los llamados “Porkys jarochos”, cuatro jovenzuelos, abrió la caja de Pandora de la pésima administración de justicia.

ESCALERAS: La guerra sucia de las encuestas estará a flor de piel. En su apogeo, y de ñapa, en rara y extraña coincidencia, pues en los cinco años con casi cuatro meses de gobierno, nunca JD ha dado a conocer su liderazgo popular, de igual manera, como por ejemplo, solía aplicarlo a cada rato el góber fogoso, su único maestro de la vida pública.

En los días de la precampaña, el Yunes rojo y azul fueron quienes más se ocuparon de la encuesta, cada uno asegurando que iban por delante y con mucho.

Sin encuesta, Cuitláhuac García, candidato de MORENA, ha alardeado que ganará el trono imperial y faraónico, gracias, dice, a Andrés Manuel López Obrador, su gurú y tlatoani.

En tanto, los otros aspirantes a la mini (Juan Bueno Torio, Alba Leonila Herrera, Armando Méndez y Alejandro Vázquez) han actuado con sensatez sin manejar las encuestas, seguros, conscientes, de que han nacido para perder.

Por eso, la guerra sucia empeorará, pero entre los Yunes, para ver si así impactan en el ánimo de sus fans y simpatizantes, ya para levantar expectativas y/o por el contrario, para descarrilar la esperanza.

Y, por supuesto, la inminente rebatinga por la compra del voto será otra característica. El voto, pagado al mejor postor. Lo que cueste con tal de ganar la silla.

Y en tal jugada mucho, demasiado, todo, operará JD, pues sabe, está seguro, de que si el Yunes azul gana el trono, entonces, a muchos de duartistas, incluso al mismo góber tuitero, la felicidad sexenal se convertirá en una pesadilla, de tal modo que sus fans y barbies les habrán de llevar tortas y tacos al penal de Pacho Viejo en el día de visita.

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