viernes, abril 26, 2024

Demócratas debaten sobre latinos

En un duro debate de los precandidatos demócratas a la Casa Blanca en Miami, donde hubo constantes mensajes a la comunidad latina, Hilllary Clinton criticó a los hermanos Castro en Cuba y Bernie Sanders fustigó intromisiones de los Estados Unidos en la política latinoamericana en el pasado.

La ex secretaria de Estado y el senador por Vermont volvieron a enfrentarse anoche por TV, en un debate organizado por la cadena Univisión y The Washington Post, que tuvo muchas intervenciones en español por parte de los moderadores y la audiencia, aunque los candidatos respondieron exclusivamente en inglés, salvo cuando Hillary dijo “Basta” a las deportaciones. En una crucial jornada electoral, el martes se votan las primarias en Florida, entre otros estados, y los candidatos se concentran aquí porque el ganador se lleva todos los delegados a la convención partidaria de julio.

Como era de esperar, dada la cantidad de cubanos que viven en Miami,Cuba se coló en el debate, el octavo que celebran los demócratas. Cuando le preguntaron sobre la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington, la ex secretaria de Estado dijo que “el pueblo cubano merece que se le respeten sus derechos. Los dos Castro deben ser considerados autoritarios y dictatoriales. Espero que haya un día en que en Cuba haya líderes que sean elegidos por el pueblo”. Sanders, que se define como socialista, dijo que “el embargo debe terminar” y aclaró que “Cuba es un país autoritario y no democrático”, aunque elogió sus avances en salud y educación.

Sanders eludió contestar qué tipo de socialismo admiraba, y criticó en cambio las intromisiones de Estados Unidos en Latinoamérica.

“EE.UU. hizo mal tratando de invadir Cuba. EE.UU. hizo mal tratando de derrocar el Gobierno (sandinista) de Nicaragua, e igual con Guatemala”, criticó el senador. Explicó que en los años 80 viajó a Nicaragua y que se opuso a los “esfuerzos” del Gobierno de Ronald Reagan (1981-1989) de “derribar al Gobierno” sandinista, como antes se había opuesto a la intervención en el golpe de Chile de 1973. Y aprovechó para lanzarle un dardo a su rival: “A diferencia de Clinton, yo siempre he estado en contra de los cambios de régimen (forzados por EE.UU.) en Cuba, Nicaragua, Irak, donde fuese”, dijo.

Su mejor momento fue cuando escuchó la historia de una inmigrante sin papeles, Lucía de Guatemala, que le contó que su marido había sido deportado del país y ella se había quedado en EE.UU. con cinco hijos. En un tono suave y lento, Hillary elogió su valentía por estar allí frente a las cámaras y prometió frenar las deportaciones. Sanders también se comprometió.

Hasta ahora Hillary ha cosechado más delegados que Sanders. Pero el senador se llevó un triunfo inesperado el martes en Michigan, donde perdía por 20 puntos en las encuestas, y eso le dio un nuevo gran impulso a su campaña. Se necesitan 2.383 para ser nominado. Hasta Hora Hillary tiene 750 más 461 “superdelegados” (autoridades partidarias que n o son elegidas por voto popular), frente a 546 delegdos y 25 “super” de Sanders.

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