viernes, mayo 17, 2024

Escenarios

  • Ligas de Yunes Linares
  • Su fuerza peñista
  • Más poderoso que antes

Luis Velázquez

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En realidad, el PRI confronta en Veracruz una reñida elección por la mini/gubernatura ante un Miguel Angel Yunes Linares, que además de figurar como candidato de la alianza electoral PAN y PRD, tiene arraigada y sólida amistad con parte de la cúpula tricolor y que llegaría, incluso, al presidente Enrique Peña Nieto.

Por ejemplo, bastaría recordar su militancia en el partido dominante con más de 25 años, entre otros cargos, su paso como diputado federal.

Entonces, la profesora Elba Esther Gordillo era la coordinadora de la bancada roja en el Congreso de la Unión, y Yunes Linares uno de sus operadores, quizá el más importante, pues, además, sostenía una relación cercanísima con la profe, como fuera publicado en una fotografía en el periódico Reforma, al lado de Rafael Moreno Valle.

En aquel tiempo, alrededor de Elba Esther giraban otros legisladores federales, entre ellos siguientes:

Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación de Peña Nieto.

Roberto Campa, subsecretario de Gobernación de Peña nieto.

Y Benjamín González Ruaro, quien años después sería director de la Lotería Nacional.

Por ahí también incursionaba Tomás Ruiz González, quien fuera, además, líder nacional del Panal, el partido de la profe, y director de la Lotería Nacional, y secretario de Finanzas y Planeación y de Infraestructura y Obra Pública de Javier Duarte.

Los cuatro últimos, además de Moreno Valle, gobernador de Puebla, giraban con Elba Esther, donde Yunes Linares era el campeón, de hecho y derecho el segundo.

Tiempo aquel cuando los tres hijos de Yunes llamaban “tía” a Elba Esther, con tanto afecto que la profe asistió a la boda de Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente municipal de Boca del Río, con Paty Lobeira.

Según las versiones, Elba Esther Gordillo fue una de los coadyuvantes para empujar a Osorio Chong como gobernador de Hidalgo, y que asumiera luego de su curul federal, tiempo cuando tuvo como vecino a Peña Nieto gobernando el estado de México.

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Elba Esther es la primera presa política de Peña Nieto.

Y verdad o mentira, medias verdades o medias mentiras, una versión es que Yunes Linares fue el ariete para entregar a Osorio Chong, ungido ya secretario de Gobernación, las pruebas fehacientes para que el presidente de la república encarcelara a la profe que lo desafió y quiso mostrar su poderío.

Incluso, algunos recuerdan una declaración previa de Elba Esther en que expresaba pestes de su antiguo pupilo jarocho.

En el mundillo político también advierten que con todo, la fuerza política de Yunes Linares se puede calibrar a partir de lo siguiente:

Osorio Chong, con autorización presidencial, tiene asignadas unos escoltas al Yunes azul.

Y un día, y en nombre de su gubernatura, Javier Duarte solicitó al titular de Gobernación le retirara sus guardaespaldas, a lo que el funcionario hidalguense se negara.

También se asegura que en los días cuando el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras alardeó de que desaforaría a Miguel Ángel Yunes Márquez como presidente municipal de Boca del Río, el padre, ya diputado federal, habló con Osorio Chong, y no obstante la petición de Duarte para proceder, también se la reviraron.

De ser así, queda claro que con todo y que unos sean priistas y Yunes panista, más fuerte es la relación amical entre las partes, de igual manera como también la amistad entre Yunes y Jesús Murillo Karam, y cuyos lazos se multiplicaron cuando el primero era secretario General de Gobierno con Patricio Chirinos Calero y el segundo gobernador de Hidalgo.

Es más, queda claro que cuando Yunes Linares era director general del ISSSTE, Peña Nieto gobernaba Edomex.

Y desde entonces, la liga amical entre ambos.

Además, faltaría anotar, entre otras relaciones, las de Yunes con Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón (Los demonios del Edén de Lydia Cacho), Enrique Jackson y José Murat Casab, entre tantas otras.

Incluso, hasta con Roberto Madrazo Pintado, de quien fuera director jurídico cuando despachaba en el CEN del PRI.

Y, bueno, en cualquier tiempo, los políticos cohabitan con sus adversarios y hasta son de mayor peso e importancia que los pares.

Bastaría, por ejemplo, referir que si el perredista Silvano Aureoles gobierna Michoacán, con todo y su Belinda, en el pasillo federal se asegura que fue, en efecto, candidato del PRD, pero más, mucho más, con la bendición de Peña Nieto.

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Yunes Linares es panista, pero como dice el historiador Héctor Aguilar Camín, todos los mexicanos llevamos un PRI chiquito, enano, en el corazón y en las neuronas.

Más aún, si los partidos de oposición han crecido en México, en muchos casos se debe a priistas desertores.

Ahí está el caso de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, éste último que fuera dirigente nacional tanto del PRI como del PRD y que es el mismo caso de Andrés Manuel López Obrador, la figura legendaria de la izquierda radical y de Morena, líder del CDE del PRI en el Tabasco de Enrique González Pedrero y líder del CEN del PRD.

Dante Delgado Rannauro también fue líder del PRI en Veracruz y líder de Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, de la que es el tlatoani mayor.

Un priista dice que las elites políticas de todo tipo y membresía suelen arreglarse en las alturas, de espaldas a la militancia y la población.

Y por tanto, ahora cuando dos primos (Yunes Linares y Héctor Yunes Landa) buscan la mini/gubernatura, no obstante el rafagueo que ahora se está dando, nadie descartaría que se repitiera la historia de los grandes amores conflictivos que luego de un pleito frenético la reconciliación es más intensa.

Y por añadidura, un arreglito entre los primos hermanos de cara a la sucesión.

Y más, porque la mini será de dos años y la sangre corre en las venas toda la vida.

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