lunes, mayo 13, 2024

Barandal

•Referéndum a Javier Duarte

•Anular mandato constitucional

•Miguel Alemán lo estableció

Por: Luis Velázquez

PASAMANOS: En Gran Bretaña, David Cameron ha convocado a un referéndum para determinar si el país pertenece a la Unión Europea.

En Bolivia, el presidente Evo Morales ha lanzado un referéndum para calibrar si puede reelegirse una vez más.

En Venezuela, la oposición política busca la renuncia del presidente Nicolás Maduro a través de un referéndum.

Y en las horas aciagas, turbulentas y revueltas que vivimos y padecemos en Veracruz, y aun cuando la Constitución Política contempla el referéndum para revocar el mandato de Javier Duarte, JD, ningún diputado local ni federal, tampoco los líderes sociales, menos la llamada sociedad civil, se ha ocupado de la posibilidad.

Por eso, las “llamada a misa” de los precandidatos a la mini/gubernatura para que JD sea destituido como el gobernador número 73 de Veracruz Llave, y la esperanza (inútil) de que el presidente Enrique Peña Nieto lo deponga de igual manera como a Ángel Aguirre Rivero en Guerrero y Fausto Vallejo en Michoacán, y los buenos deseos del Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, de que JD “termine en la cárcel”, significan una locura.

El único camino ideal, la única salida, es llevar su destino a un referéndum organizado por ONG, colectivos, académicos y los miles y miles de ciudadanos que se unirían y participarían en la mesa electoral.

En efecto, el 16 de enero del año 2000, Miguel Alemán Velazco logró la gran reforma constitucional, la primera desde 1917, para incluir como modelo democrático en la vida política de Veracruz el referéndum, el plebiscito y la iniciativa popular.

Entonces, Carlos Brito Gómez, quien acaba de cumplir 84 años pero se quita dos, era el coordinador de la bancada priista en el Congreso local.

En tanto, el Comité Técnico Jurídico integrado por Alemán estuvo formado, entre otros, por los juristas Emilio O. Rabasa, Pericles Namorado Urrutia, José Lorenzo Álvarez Montero, Francisco Berlín Valenzuela, Rodolfo Chena González y Gustavo Kubli Ramírez.

En aquel tiempo también aprobaron que el gobernador podía ausentarse por diez días consecutivos sin permiso de la Legislatura, y que a la fecha, hace 16 años, ha sido el único gran acuerdo aprobado que se ha aplicado al pie de la letra.

BALAUSTRADAS: En su esencia pura, el referéndum sirve para someter a la votación popular una ley o un asunto de especial importancia, entre ellos, y por ejemplo, el rechazo a la continuidad de un régimen, de un gobernador, de un presidente municipal.

Se trata de “un instrumento de control político para hacer efectiva la legitimidad de origen de la democracia directa”.

Así, el recurso constitucional puede hacerse efectivo en forma directa con una consulta pública y abierta a los ciudadanos para ver si desean que el gobernador en turno termine el mandato.

Y de manera indirecta, en la que la revocación del mandato es decidida por los diputados locales.

No obstante, en España, de los años 1947 a 1976, con Francisco Franco Salgado en el poder, el héroe de la historia de Javier Duarte, se efectuaron tres referéndums, solo para determinar la permanencia de los presidentes municipales, pero lo que fue llamado un “Pucherazo” que significa un método de manipulación electoral para la alternancia, es decir, simple y llanamente, un fraude electoral.

Y más porque en España, igual que aquí en Veracruz, existía ausencia de libertades políticas y coacción sicológica del Franquismo a todos los ciudadanos, grupos, tribus y hordas insumisas e incómodas.

ESCALERAS: En enero del año 2000 el Congreso local también aprobó el plebiscito como otro ejercicio democrático, y que consiste en someter a votación popular una ley o un asunto, o una causa social.

Y la iniciativa popular que faculta a los ciudadanos a presentar iniciativas de ley a la Legislatura sin ser representantes populares, sin ser diputados, y que el Congreso habrá de debatir y aprobar, siempre y cuando estén avaladas por una cantidad determinada de firmas y por supuesto, se refieran a temas públicos.

Un estatuto, una ley, incluso, una enmienda constitucional.

Pues bien, de entonces a la fecha, ni Fidel Herrera Beltrán ni Javier Duarte aplicaron un referéndum ni tampoco un plebiscito ni tampoco una iniciativa popular.

Tampoco los partidos políticos de oposición ni los ciudadanos organizados.

Pero, desde luego, aún es tiempo dado el estado de cosas irrespirable padecido por culpa de Javier Duarte.

Bastaría referir que si los 7 precandidatos a la mini/gubernatura, incluyendo el último, Alejandro “El pipo” Vázquez Cuevas del Partido Encuentro Social (¿Será cierto que le dieron 15 milloncitos de pesos para el reality-show?), bien podrían en nombre de Veracruz integrar un frente común para armar un referéndum.

Incluso, y en base a tal recurso constitucional a quien más le convendría es al precandidato priista, pues solo así podría, digamos, legitimarse con la renuncia de JD que sería aprobada por el voto ciudadano, y con lo que sumaría titipuchal de sufragios para ganar en las urnas.

Por supuesto, y de ser así, se correría el riesgo de que igual que Francisco Franco, su héroe, JD operara un pucherazo y el referéndum quedara descarrilado.

Pero con todo, lo peor en la vida es cruzarse de brazos.

Y más si se considera el dicho ranchero (y perdón a la población femenina) de que “nadie ha de llorar como mujer lo que fue incapaz de defender como hombre”.

Publicidad




Otras noticias

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política

SENTIDO COMÚN