lunes, mayo 6, 2024

Expediente 2015

Pacto Buganza y Pepe Yunes

Luis Velázquez

De igual manera como el ingeniero Heberto Castillo declinó en 1988 la candidatura presidencial por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Y como en Nuevo León, el panista Fernando Elizondo Barragán, secretario de Energía con Felipe Calderón, declinó la candidatura gobernador por Jaime “El bronco” Rodríguez, en Veracruz está a punto de darse tal gesto, digamos, democrático.

Según las versiones, entre el senador priista, Pepe Yunes Zorrilla, y el exsenador panista, Gerardo Buganza Salmerón, ex secretario General de Gobierno y ex titular de Infraestructura, han suscrito un acuerdo de caballeros serios, formales y responsables.

El siguiente:

Si Pepe Yunes sale candidato a gobernador, entonces, Buganza declinará su candidatura independiente y se le unirá.

Y si en el PRI nominan a otro candidato, y más si, digamos, en un milagro superior la balanza se inclinara por algunos de los llamados Chamacos de la fidelidad, lo que desde luego se antoja inverosímil, una locura, entonces Pepe Yunes trabajaría para empujar el triunfo de Buganza en las urnas.

Según se sabe si se sabe bien, como parece, Pepe y Buganza ya se han reunido en más de un par de ocasiones y la seriedad que caracteriza a uno y otro ha quedado sellada en un pacto.

Y más, en ambos políticos cuya vocación democrática está fuera de duda.

Y más porque cada uno sostiene una lucha legendaria por la transparencia y la rendición de cuentas que significa un madrazo a la yugular de la corrupción y la impunidad.

Estamos, pues, ante una gesta histórica local que nunca, jamás, ha acontecido en Veracruz, aun cuando en otras latitudes ya se diera.

Pero aquí, entre nosotros, un Veracruz más grande que varios países centroamericanos, apenas está por darse.

BUGANZA ESPERA MOMENTO ELECTORAL

Uno de los argumentos para el pacto Pepe y Buganza partió de lo siguiente:

Mientras Yunes Zorrilla se mantiene como puntero con Héctor Yunes en la fila priista para la gubernatura, algunas encuestas dan como un hecho inapelable que Buganza está repuntando.

Por ejemplo, según las encuesta de Roy Campos y Parametría, Buganza está levantando grandes expectativas como candidato independiente y eso que apenas muestra el puño.

Cierto, en un principio trascendió que sólo anunció su candidatura desde el palacio de gobierno, con red estatal de TV Más, para restar sufragios a Miguel Ángel Yunes Linares como favorito del PAN al trono imperial y faraónico, y al que odia desde el año 2010.

Pero ahora cuando los vientos le son favorables ha apostado a una madurez democrática, primero, para ver hasta dónde lo lleva la posibilidad, y segundo, para pactar con Pepe Yunes, a quien mira como el palomeado en Los Pinos, donde serán pronunciadas las últimas palabras.

Además, y según las versiones, todo indica que se ha desmarcado de su pasado remoto e inmediato, y de ser así, se entendería que ha ganado la independencia y la libertad política soñada.

Se dirá, por ejemplo, que mientras los senadores Pepe y Héctor Yunes y el candidato del “Movimiento de los encabronados”, Elías Miguel Moreno Brizuela, y Yunes Linares, rafaguean a tiro por viaje al señor Javier Duarte, Buganza calla.

Cierto, cierto, cierto, pero Buganza apuesta a otra circunstancia.

Primero, posicionarse con sus casas de campaña.

Segundo, seguir levantando firmas para cumplir con el expediente del Instituto Nacional Electoral en el caso de los candidatos independientes.

Tercero, armar su plataforma electoral.

Cuarto, esperar el tiempo del registro.

Y quinto, una vez inscrito en la competencia electoral enfrentar en su discurso político y mediática la realidad social, económica, educativa, de salud y de seguridad de Veracruz.

Y entonces, ni hablar, y dadas las circunstancias vividas y padecidas, el Buganza más bronco que “El bronco”, se conocerá en su exacta dimensión.

Bugy, pues, está jugando con el tiempo electoral.

BUGANZA, ESTRATEGA DEL AÑO 2010

Pero al mismo tiempo, extiende vasos comunicantes y puentes con los otros aspirantes, entre ellos, Pepe Yunes.

Y más por lo siguiente, entre otras cositas:

Si a un priista odia Buganza es a Fidel Herrera Beltrán, a quien calificó de “mafioso” el día cuando renunciara a la Secretaría General de Gobierno y desde palacio.

Tal cual, el mismo odio tiene Pepe Yunes por el góber fogoso y gozoso, quien lo estafó de igual manera como engañó a su padre, don José Julián Yunes.

Y si Pepe Yunes se ha deslindado del señor Duarte, pudiera escribirse que Buganza está a punto de.

De ser así, entonces, la gran alianza electoral en ningún momento estaría en el PAN y PRD para la gubernatura, sino entre Pepe y Buganza.

Y más fortalecida porque al dueto se uniría Héctor Yunes Landa, quien desde hace ratito sostiene un juramento de lealtad recíproca con Pepe, de tal forma que si uno sale candidato el otro se disciplinaría, siempre y cuando la contienda interna sea limpia y transparente.

Incluso, se habla de que si un senador priista sale candidato, el otro sería su coordinador de campaña.

Y si Pepe sale, entonces, la gran fortaleza estará con Héctor Yunes como su mariscal de campo y con Buganza a su lado como operador estrella.

Así, habría de recordar que en el año 2010 Buganza levantó la mano a Javier Duarte candidato y aseguró que de su triunfo en las urnas él se encargaría.

Y Duarte, en efecto, ganó.

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