- Vivir a la defensiva
- ¿Vale la pena luchar?
- Políticos, sordos y tercos
Luis Velázquez
EMBARCADERO: Después de 18 trabajadores de la información asesinados y 17 activistas sociales ejecutados y 15 líderes cañeros ajusticiados y 20 abogados muertos y más de mil personas, de las cuales 144 son menores de edad, secuestradas, desaparecidas, decapitadas, asesinadas y sepultadas en fosas clandestinas… Y después del “desorden administrativo, el colapso financiero y la corrupción política” en el gobierno de Veracruz denunciada por el senador Pepe Yunes Zorrilla, habría de preguntarse si vale la pena seguir arriesgando la vida como un ciudadano inconforme y contestatario en mítines en la vía pública, incluso, en el discurso periodístico?… Muchas, demasiadas muertes ha dejado el ejercicio del poder y la tarea de gobernar de la elite priista en el llamado sexenio próspero y el ciudadano y la población electoral se pregunta si existe alguna razón de ser para continuar luchando por una vida mejor de norte a sur de este a oeste del territorio jarocho… Y más, mucho más si, como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, cuando en Veracruz los muertos son asesinados dos veces… La primera, que es la muerte física… Y la segunda, que ocurre cuando la cúpula política los sataniza y los incrimina y los desacredita y los quema en la hoguera pública, diciendo que andaban en malos pasos y tenían amigos peligrosos, que estaban involucrados en el narco y por eso los mataron, que estaban envueltos en líos pasionales con gays y lesbianas y perecieron en un ajuste de cuentas amorosas y calenturientas… Incluso, y como expresó la conductora televisiva, Denise Maerker, cuando de pronto desde el poder público se escuchan frases catatónicas como, por ejemplo, vendrán tiempos peores y las manzanas podridas se caerán, todos los reporteros, sin excepción, se ponen a temblar, porque la profecía manifiesta en el discurso de Poza Rica está cuajando al pie de la letra…
ROMPEOLAS: Después de tantos muertos, además, en la impunidad, uno se pregunta si vale la pena, si existe alguna razón de ser, para que el reportero, por ejemplo, siga mirando de forma crítica, interrogativa, la realidad social, económica, educativa, de salud, de inseguridad y política… Y más, en un Veracruz, donde de hecho y derecho pareciera que un par de equipos están enfrentados… Por un lado, el equipo del gobierno con su forma menospreciativa e indolente de concebir los grandes pendientes sociales, y en el otro lado de la cancha, los activistas sociales y los trabajadores de la información decididos a contar las historias de cada día tal como son, con la crudeza de su realidad, sin adornos ni concesiones… Y más cuando desde el poder político, económico, social, policiaco, legislativo, jurídico y mediático, lanzan a sus huestes en contra de los activistas y críticos para satanizarlos… Pero más aún, cuando el descrédito en contra de los activistas y reporteros amargos se traduce en la muerte, como sucediera con el primero, Noel López Olguín, secuestrado, asesinado y sepultado en una fosa clandestina el primero de junio, 2011, y con el último, el fotoperiodista Rubén Espinosa, torturado y asesinado el viernes 31 de julio, en la colonia Narvarte de la ciudad de México… ¿De qué, pues, se interroga uno, sirvió, ha servido, que todos los activistas y reporteros ejecutados hayan luchado por la vía pacífica, sin las armas, sin volverse guardias comunitarios, por una vida digna para la población jodida, pobre y menesterosa de Veracruz?… ¿Cuál fue el resultado de gestoría social de los activistas a través de marchas pacíficas y de los textos de los reporteros y fotógrafos reseñando los días y las noches turbulentos y convulsos?… De nada, por desgracia, ha servido… De nada… Y por eso una vez la pregunta se levanta en el sentido de si vale la pena seguir luchando?…
ASTILLEROS: El activista y el reportero crítico se han preguntar el beneficio social que han generado con su trabajo… Y la respuesta es el miedo, el temor, la incertidumbre y la zozobra proveniente de una elite política que por ningún concepto es humilde ni menos, mucho menos, está abierta a la pluralidad social… Y que por el contrario, mira tanto al reportero como al activista como unos adversarios y enemigos a derrotar, y lo peor, a exterminar, porque simple y llanamente, son gente incómoda para la gente bonita de la política, la gente VIP, las buenas conciencias, lo más selecto de la sociedad… Digan un activista y un diarista crítico si con su trabajo social han generado un bien para el grueso de la población pobre y menesterosa… Digan el número de veces en que desde el poder y sus anexos, conexos y similares han sido denostados y satanizados… Digan si alguna vez con su labor solidaria con los jodidos alguna vez han sido escuchados por el gabinete duartista y generado un satisfactor social… ¡Nunca, jamás!… Por el contrario, desde el poder han dividido, por ejemplo, a los reporteros en aquellos que están conmigo y aquellos que están contra mí, la gente de casa y los otros, los amigos y los enemigos… Es el Veracruz que vivimos y padecemos y sólo cuando existe una gran fortaleza interior de por medio todos los días el activista y el reportero se levantan a seguir empujando la carreta, así vayan 18 trabajadores de la información ejecutados, 17 activistas asesinados, 15 líderes cañeros ajusticiados y 20 abogados sacrificados, entre tantos otros…