La entrevista

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No estoy resentido con Javier Duarte”

  • Daniel Galindo, llamado por el gobernador el político enano por la derrota de Ana Guadalupe Ingram, rompe el silencio y aclara paradas

Luis Velázquez

A los 32 años de edad, Daniel Galindo Moreno, priista, ha caminado en política. Bien rasuradito, camisa blanca impecable, semiabierta, mostrando el principio del monte velloso, ojo grande a la expectativa, siempre a la expectativa, dice:

“Fui presidente del PRI gracias a Javier Duarte. Fui regidor, gracias a Javier Duarte. Fui secretario del alcalde Ramón Poo, sin conocerlo, gracias a Duarte. Quise la diputación local y, aun cuando Duarte me alentó para buscarla, luego me pidió apoyar a Tonatiuh Pola”.

–Oiga, se le dice; pero días después de la derrota de Anilú Ingram a la curul federal, Duarte lo satanizó a usted como el enano político que descarriló la candidatura de su Barbie.

La mirada a la defensiva como boxeador trepado en el ring en pelea estelar, Daniel Galindo apuesta al silencio. Calla. Prefiere comer los huevos con jamón, tomar el lecherito, partir la tortillita en dos, echar salsa con tomate a su platillo.

–Usted, don Daniel ¿intrigó en contra de Anilú Ingram para descarrilar su camino a la curul federal?

–¡No, nunca!

–¿Usted habló mal de ella ante, digamos, los líderes de colonias?

–¡No, nunca!

 –¿Usted manipuló el voto de la población electoral jarocha en contra de Anilú Ingram?

–¡No, nunca!

–¿Usted formó parte de un complot en contra de Anilú Ingram?

–¡No, nunca!

–Entonces, por qué Duarte lo llamó enano político…culpable de la derrota de Anilú en las urnas?

–Algún día la verdad se impondrá. El alcalde Ramón Poo, mejor que nadie, sabe que nunca, jamás, hubo una traición de mi parte. Todos estábamos seguros de que Anilú ganaría. Y por eso hubo histeria colectiva, alarma, cuando trascendió su derrota.

Luego del 7 de junio, cuando fue satanizado y parte de la prensa lo quemó en la hoguera pública, Daniel Galindo nunca sintió la soledad política. Se acuerpó en su familia. Y en los amigos. Y en el amor, dice, de su novia de 32 años, doctora en Derecho Administrativo, ex onsejera jurídica de Javier Duarte, maestra en el IAP, exdirectora jurídica de Ramón Poo, ahora secretaria del Ayuntamiento, su relevo en el cargo.

Ahora, dice, lee mucho. Estudia. Hace ejercicio diario. Está a dieta. Se fue a la República Dominicana a un curso sobre comunicación política. Impartirá conferencias en el puerto jarocho.

Por eso, dice, “no estoy resentido. Ni guardo rencor. El rencor envenena el alma. Además, Anilú Ingram tenía un coordinador general de campaña. Era Juan Mendoza Alba, de unos 52 años, subdirector del DIF. Y, en efecto, yo participaba en la campaña; pero como simple asesor electoral’’.

Más todavía: en la campaña electoral de Anilú, que fue de 60 días, Daniel Galindo era secretario del Ayuntamiento. Y la carga laboral ahí es pesada. Por ejemplo, estar pendiente del alcalde. Estar pendiente de 15 regidores. Estar pendiente de unos 20 funcionarios de confianza. Estar pendiente de la agenda pública.

Ninguna hora, pues, libre, para armar un complot en contra de Anilú Ingram.

Ninguna.

Además, ¿cómo, de qué manera entender que a los 32 años desafiaría a Duarte descarrilando a la Ingram Vallines?

Fueron aquellos, asegura, días de histeria colectiva.

LOS POLÍTICOS SON COMO UNOS BOXEADORES

32 años miran a Daniel Galindo cuando platica la parábola de la política según su experiencia, fallido candidato a diputado local y fallido candidato a regidor en el pasado inmediato:

“En democracia, se gana o se pierde. Y una competencia electoral es como una pelea de box. Los dos peleadores entrenaron. Los dos hicieron dieta. Los dos se ejercitaron. Los dos tuvieron asesores. Los dos lanzan golpes en el ring. Los dos están al mismo nivel en peso y en mañas. Uno pierde. El otro gana”.

Tal cual, el enano político de Javier Duarte recuerda los días bellos.

Era regidor con Carolina Gudiño y fue uno de los asesores del priista Tonatiuh Pola Estrada a diputado local… y ganó.

Fue asesor de la Barbie Ainara Rementería Coello como candidata a diputada local… y ganó.

Fue activista en la campaña del doctor Jon Rementería Sempé como candidato a presidente municipal… y ganó.

Fue activista en la campaña de Carolina Gudiño y José Ricardo Ruiz Carmona a la diputación local… y ganó.

Dice:

“Yo nunca descarrilé a Anilú. ¡Imposible descarrilar, además, a la maquinaria electoral del PRI, del gobierno de Veracruz y del Ayuntamiento! Estoy en paz conmigo mismo”.

CADA CIUDADANO TOMA SU DECISIÓN

Joven, ha caminado mucho.

Por ejemplo, cursaba el bachillerato y ganó el concurso estatal de oratoria convocado por la dirección de Enseñanza Media, en Perote.

Obtuvo mención honorífica en el concurso nacional Belisario Domínguez, en Chiapas.

Participó en el concurso nacional de oratoria Carlos Alberto Madrazo, en Tabasco.

Mención honorífica en el concurso nacional de oratoria, Jaime Sabines, convocado por el CEN del PRI.

Con el doctor Jon Rementería, secretario de Salud, entonces, su asistente personal, caminó Veracruz desde la sierra de Huayacocotla hasta el Valle de Uxpanapa, entonces.

Años más tarde sería director de Desarrollo Social con Jon Rementería como presidente municipal jarocho.

Pero antes, secretario técnico con Juan Antonio Nemi Dib, titular del IPAX en el fidelato, tiempo aquel cuando Fidel Herrera ordenaba a Nemi vestirse de policía para los actos públicos y por tanto, Nemi ordenaba a su personal vestirse también de policía.

“Así daremos espacio al policía que todos llevamos dentro” le decía Nemi.

Líder del Frente Juvenil que brincó a secretario de Elecciones del PRI municipal y luego a presidente.

Dice:

“Antes de Anilú la población electoral votaba por los candidatos del PRI y del PAN. Luego, llegaron otros partidos. Y la tendencia del sufragio cambió. El 60 por ciento votaba por el PRI y el PAN, y el 40 por ciento por los otros partidos. Bastaría recordar que el 7 de junio, MORENA obtuvo en el distrito de Anilú 15 mil votos. Y con un candidato desconocido, con cero publicidad”.

“Además, está el voto duro del PAN en el puerto jarocho que consolidaron durante 13 años, de 1994 a 2007, con sus alcaldes”.

“Más todavía: un candidato se mueve con estrategia; pero al final del día cada ciudadano toma su decisión”.

SUEÑA DANIEL GALINDO CON LA DIPUTACIÓN LOCAL

Daniel Galindo sueña. Sueña ahora, por ejemplo, con la candidatura priista a diputado local el año entrante.

–¿Ya habló usted con Javier Duarte? pues sólo con la bendición de Duarte procede la candidatura a diputado local

–No. No lo he buscado. Duarte siempre ha sido muy sincero conmigo. En unos días lo buscaré.

–¿Ya aclaró usted paradas con Anilú Ingram?

–No. Desde aquel día no la he buscado. He leído que está en el viejo continente.

–¿Y si Anilú Ingram lo bloquea a usted para la curul local?

–¡No, no lo creo! ¡Ella ya fue diputada local!

–Pero su opinión cuenta ante Duarte. Y ella está resentida con usted según se desprende del discurso incendiario de Duarte en contra suya.

–Yo estoy trabajando con la militancia priista. Y si las circunstancias lo permiten, seré. De lo contrario, me sumo para que el PRI gane la gubernatura.