jueves, junio 27, 2024

Lula da Silva será juzgado por corrupción

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva será juzgado por corrupción y lavado de dinero en el caso Petrobras y enfrentará por primera vez a Sergio Moro, el magistrado que puso en jaque a la élite política y empresarial del país.

«Habiendo indicios suficientes de autoría y materialidad, recibo la denuncia» presentada por la fiscalía, señaló Moro en un escrito distribuido a la prensa este martes.

La procuraduría general inculpó a Lula de haber recibido beneficios por un equivalente de 3,7 millones de reales (1,1 millones de dólares) de la constructora OAS, una de las principales involucradas en la confabulación que se enquistó en Petrobras para desviar fondos públicos hacia la política.

Lula «sería beneficiario directo de ventajas concedidas por el Grupo OAS y, según la denuncia, tendría conocimiento de su origen en el esquema delictivo que afectó a Petrobras», afirma el texto de Moro, basándose en los alegatos de la fiscalía.

La acusación sostiene que una empresa de OAS revirtió a Lula «parte de los valores recibidos de licitaciones fraudulentas en Petrobras». Los sobornos se transfirieron «mediante la compra, personalización y decoración de un apartamento tríplex en Guarujá», en el litoral paulista.

La causa involucra también a su esposa, Marisa Leticia da Silva, y a otras seis personas.

Lula siempre negó terminantemente ser el propietario de ese tríplex y proclamó su inocencia en todas las investigaciones de que es objeto, atribuyendo las acciones judiciales en su contra a un plan de las «élites» para bloquear su candidatura en las elecciones de 2018.

Moro apuntó que «los hechos y pruebas son suficientes para la admisibilidad de la denuncia, sin perjuicio del debate contradictorio y de una amplia discusión durante el proceso judicial, en el cual los acusados, inclusive el expresidente, tendrán todas sus oportunidades de defensa».

Ahora, el expresidente (2003-2010) y líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT) deberá enfrentar a Moro, un magistrado de primera instancia de Curitiba (sur), admirador de la operación «Mani Pulite» en Italia.

Sus investigaciones en el marco de la Operación Lava Jato (lavadero de autos) sobre el escándalo Petrobras pusieron ya en la mira a decenas de legisladores y enviaron a prisión a empresarios de la élite de la principal potencia latinoamericana.

Lula, de 70 años, fue señalado además por la fiscalía como el «comandante máximo» del esquema de corrupción que durante una década drenó más de 2.000 millones de dólares de la petrolera estatal.

La denuncia volvió a sacudir al país, dos semanas después de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, heredera política y sucesora de Lula, por maquillaje de las cuentas públicas.

El Supremo Tribunal Federal (SF) investiga por su lado específicamente las acusaciones contra autoridades con fuero privilegiado.

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